CIENCIA

Un mapa de un millón de células: así es el retrato más completo del cuerpo humano

Un consorcio internacional de científicos perfila el atlas de células humanas más grande hasta la fecha

La herramienta promete mejorar las labores de diagnóstico, seguimiento y tratamiento de enfermedades

Visualización de diferentes tipos de células del cuerpo humano recopiladas en el atlas creado por el consorcio Tabula Sapiens.

Visualización de diferentes tipos de células del cuerpo humano recopiladas en el atlas creado por el consorcio Tabula Sapiens. / Cellxgene

Valentina Raffio

Un mapa con más de un millón de células individuales del cuerpo humano. Un atlas que, punto por punto, dibuja la imagen de una treintena de órganos y sistemas de nuestro cuerpo. Un detallado recorrido por cómo los genes se expresan en determinadas células y cómo estas se acaban especializando y dando lugar a los tejidos que nos dan la vida. Este es el impresionante avance científico que este jueves se presenta en la revista 'Science' bajo la firma de 2.300 científicos internacionales del consorcio Tabula Sapiens y que, según argumentan sus impulsores, brinda una nueva mirada sobre la salud y la enfermedad.

Este logro científico, como todo avance en el conocimiento, no brota de la nada. Al contrario. Se construye a hombros de gigantes. Hace décadas que la comunidad científica trabaja en la caracterización molecular profunda de los diferentes tipos de células de nuestro organismo. Es decir, en comprender cómo cada una de las unidades de las que se compone nuestro cuerpo toma forma para realizar una determinada función (y qué pasa cuando, por ejemplo, una de esta falla en ejecutar su labor). ¿El objetivo? Entender más (y mejor) cómo funcionan los entresijos del cuerpo humano para, a su vez, mejorar las labores de diagnóstico, seguimiento y tratamiento de enfermedades que acechan a nuestra especie.

El "primer borrador" de este monumental mapa celular, publicado hace tan solo un año, incluía el perfil de 500.000 células, de 24 órganos, caracterizadas a partir de 15 individuos. El atlas publicado este jueves supone un salto monumental respecto a aquel primer proyecto, pues perfila más de un millón de células humanas, identifica alrededor de 500 tipos de estas, distingue su función en una treintena de tejidos humanos a partir de la información de 68 donantes. "La calidad y la amplitud de estos datos no tienen paralelo", esgrime Stephen Quake, bioingeniero de la Universidad de Stanford y uno de los científicos que ha dedicado más de dos décadas a la "obsesión" de construir este atlas humano.

"Este atlas ofrece una gran oportunidad de mejorar nuestra comprensión sobre cómo funciona el cuerpo humano"

Julia Salzman

— Científica del consorcio Tabula Sapiens.

El estudio de este conjunto de datos, explica los expertos, ya ha permitido identificar tipos de células hasta ahora desconocidos, así como algunas de las características que subyacen a algunas enfermedades. Esta información, a su vez, podría tener "múltiples implicaciones terapéuticas". Desde mejorar la comprensión de enfermedades raras hasta contribuir al desarrollo de vacunas, terapias antitumorales y medicina regenerativa. "Este atlas ofrece una gran oportunidad de mejorar nuestra comprensión sobre cómo funciona el cuerpo humano", afirma Julia Salzman, científica del consorcio Tabula Sapiens.

Avances científicos

Este impresionante atlas de células humanas se publica tan solo unas semanas después de que otro consorcio internacional de científicos anunciara la secuencia completa del genoma humano más completa hasta la fecha, con las más de 3.000 millones de letras que forman nuestro ADN. Poco antes, un equipo científico liderado por DeepMind (el sistema de inteligencia artificial desarrollado por Google) y el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) también publicó la base de datos más completa hasta la fecha sobre la estructura de las proteínas humanas.

En ambos casos, y más aún tras la publicación del atlas de células humanas, los expertos explican entusiasmados que estas iniciativas, aunque no tengan un impacto inmediato, siembran el terreno para grandes descubrimientos científicos. Y cómo no, para avanzar en el tratamiento y cura de patologías hasta ahora inabarcables.