Crisis del coronavirus

La ventilación, criterio permanente de protección en las empresas ante la retirada de las mascarillas

Empresas de prevención de riesgos admiten “desconcierto” en centros de trabajo y ven la medida “precipitada”

La mascarilla se resiste a salir de la rutina por cautela.

La mascarilla se resiste a salir de la rutina por cautela.

Si a partir de ahora un cliente entra sin mascarilla en una tienda y el trabajador sí la lleva puesta, ¿quién se expone más al riesgo de contagio de covid? ¿Deben ventilarse más que antes las oficinas y centros de trabajo si hay en ellos empleados que optan por guardar el tapabocas? ¿Ha de recibir una empresa otro informe de prevención de riesgos ante el nuevo paso en el contexto epidemiológico dado con el fin de la obligatoriedad de las mascarillas en interiores?

Estas son algunas preguntas que han recibido en los últimos días las empresas de prevención de riesgos laborales por la decisión del Gobierno de flexibilizar las medidas de protección. Ellas no deciden, solo recomiendan en función de criterios y variables epidemiológicas. Coinciden en señalar que el Real Decreto que el miércoles entró en vigor ha creado “más desconcierto”, que el paso ha sido “precipitado” y no ha dado tiempo a las empresas a decidir sus propias medidas protectoras y que persiste el temor en la población a la pandemia.

Hay dudas, no se sabe cuánto tiempo durarán, y los profesionales de la prevención de riesgos apuestan sobre todo por mejorar las condiciones laborales. “Ventilar y renovar el aire es muy importante, sobre todo si es con aire proveniente del exterior, no recirculado”, apunta Jaime Villaverde, director técnico de Ibersys Seguridad y Salud. “Si las empresas consideran que no reúnen las condiciones esenciales para evitar la transmisión de contagios y su personal ya se puede quitar la mascarilla, se debe insistir en la ventilación adecuada y la higiene personal. Parte de las medidas ya implantadas desde hace dos años se quedarán entre nosotros, como el mantenimiento de distancias de seguridad en la atención al público”, comenta Juan Mariñas, vocal de la Sociedad Gallega de Prevención de Riesgos Laborales, de la que fue presidente.

Estos profesionales indican que cada plan de prevención está condicionado por unas variables específicas que reúnen los centros de trabajo, y que ante la nueva relajación de medidas, deben estudiarse las características propias de estos lugares de trabajo para determinar cómo deben protegerse los empleados y qué acciones se pueden tomar para proteger también a clientes y usuarios. Estas variables, señalan, son las condiciones de ventilación, el tiempo medio de permanencia en el lugar de trabajo, las distancias de seguridad, la confluencia de personas vulnerables, el tipo de actividad que se desarrolla o el nivel de ocupación.

En una línea de interpretación similar a la de estas empresas se pronuncia la Confederación de Empresarios de A Coruña. “Retirar la mascarilla en interiores indica que la evolución del covid es buena y crea un clima de mayor confianza en las empresas. Pero estas no tienen mucho margen de maniobra ni criterios claros para seguir protegiéndose cuando el mismo día que se publica el decreto entra en vigor, dejando a las empresas la responsabilidad de la seguridad”, opinan fuentes de la agrupación.

La Cámara de Comercio apela a un “uso responsable” de la mascarilla en el entorno laboral y aconseja seguir las indicaciones de los departamentos de prevención.