CRISIS DEL CORONAVIRUS

Vuelve el debate sobre los contactos estrechos: cada vez más voces piden que sean aislados

Cuatro comunidades proponen acotar los asistentes a las reuniones familiares de Navidad

Simón defiende usar todas las herramientas

Un grupo de sanitarios, preparados para hacer test rápidos de antígenos.

Un grupo de sanitarios, preparados para hacer test rápidos de antígenos.

Pablo Álvarez / Agencias

La lupa está puesta sobre los contactos estrechos de las personas que dan positivo por coronavirus. En las olas anteriores, se les obligaba a guardar cuarentena durante diez días. En el momento actual, el protocolo del Ministerio de Sanidad indica que los contactos estrechos que han recibido la pauta vacunal completa no han de respetar ningún tipo de aislamiento. Solo han de hacerlo los no vacunados –muy pocos– y los que han estado cerca de positivos con la variante ómicron, que por el momento son pocos, pero se da por seguro que serán muchos.

En el contexto actual, con la transmisión del virus disparada, empiezan a surgir voces en varias comunidades autónomas españolas que reclaman más rigor en la gestión de los contactos estrechos. El asunto no es menor: tiene importancia sanitaria pero también, por ejemplo, en la esfera laboral, pues supone que cada día miles de personas dejen de acudir a su trabajo.

Cataluña ha tomado la vía directa. A partir del lunes los contactos estrechos de personas a las que diagnostiquen covid tendrán que confinarse durante diez días aunque estén vacunados, una medida que entrará en vigor ante el avance de la variante ómicron, que ya supone el 20 por ciento de los casos en la comunidad y el 25 por ciento en el área de Barcelona.

Entre tanto, Galicia ha pedido que los protocolos sobre cuarentenas para los contactos estrechos y los enfermos se acuerden en el ámbito estatal, puesto que las comunidades “no pueden tener un criterio distinto”. Según el consejero de Sanidad de la Xunta de Galicia, Julio García Comesaña, esta medida debe adoptarse “en el ámbito nacional, porque tiene una implicación de muchos tipos, como las incapacidades temporales” laborales.

Por otra parte, cuatro comunidades autónomas –Navarra, Galicia, País Vasco y Canarias– han propuesto acotar el número de asistentes a las reuniones familiares de Navidad ante el crecimiento explosivo de nuevos casos de coronavirus. Otras están extendiendo el uso del pasaporte covid a otros sectores.

La Junta de Andalucía ha establecido a partir de este sábado y hasta el próximo 15 de enero el uso obligatorio de mascarilla en espectáculos públicos o eventos multitudinarios en los municipios en nivel 1 y 2 de alerta por covid-19 aunque se celebren en espacios al aire libre. El nivel de alerta 1 estará vigente desde este sábado hasta el próximo 28 de diciembre en cinco provincias, Córdoba, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla.

Durante una estancia en Zaragoza, su ciudad natal, en la presentación de un cabezudo con su imagen, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, señaló que no ve necesario, tras casi dos años de pandemia, “obligar a muchas cosas”, porque la población “sabe lo que hay que hacer” frente al covid. Y añadió que, aunque el pasaporte es “una herramienta más”, no es “la clave” y existen alternativas para evitar riesgos cuando los tribunales no avalan su uso.

Simón defendió el uso de todas las herramientas disponibles para frenar la transmisión, incluido el pasaporte covid que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón volvió a limitar ayer en la comunidad a menos supuestos de los planteados por el Ejecutivo autonómico.

Preguntado por la posibilidad de que vuelvan las restricciones de movilidad y horarios a las zonas de mayor incidencia, Simón apuntó que son opciones “que hay que tener en la cabeza según la situación epidemiológica” para decidir en cada momento cuál es la medida que permite salir de la situación.

El director del CCAES apostó por seguir manteniendo las medidas que son obligatorias, como el uso de mascarillas salvo en exteriores con distancia suficiente, y garantizar la máxima cobertura de vacunación siempre que sea posible.