CIRUGÍA ESTÉTICA

El 10% de los pacientes que se someten a una operación de estética se arrepienten

Las redes sociales influyen significativamente en la demanda de intervenciones y los más jóvenes tienen como modelo a los influencers

Un 10% de quienes se somete a una operación de estética se arrepiente

Un 10% de quienes se somete a una operación de estética se arrepiente / EPE

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La pandemia del coronavirus ha supuesto un aumento de las operaciones de cirugía estética: en torno a un 30%. Una tendencia que sigue al alza: la mitad de los menores de 30 años se sometería a este tipo de tratamientos para mejorar su aspecto físico y uno de cada tres menores se inspira en influencers o personajes públicos para sus operaciones de medicina estética. Y otro dato interesante: un 10% de quienes se han sometido a este tipo de intervenciones se arrepiente, y un 7% no repetiría la experiencia.

Un 37% restante asegura no plantearse este tipo de intervenciones y lo justifica en que no lo necesita y en el miedo a la operación

Son algunos de los datos de un estudio realizado por la plataforma online Top Doctors que apunta que cuatro de cada diez personas se han sometido a este tipo de tratamientos estéticos, y hasta un 23% de las que aún no lo ha hecho, lo haría. Un 37% restante asegura no plantearse este tipo de intervenciones y lo justifica en que no lo necesita y en el miedo, tanto a la intervención como al resultado.

El gasto medio está en torno a los 600 euros y los tratamientos más demandados son los de estética facial con bótox o ácido hialurónico. Asimismo, los expertos de la plataforma aseguran que, aunque el 95% de los tratamientos de medicina estética se realizan todavía hoy en mujeres, es una tendencia que varía en el caso de las cirugías: un 20% de los hombres se someten a ellas.

Cada vez más jóvenes

La media de edad de quienes pasan por un quirófano para someterse a este tipo de intervenciones es cada vez menor, aunque depende del tipo de tratamiento: en cirugía facial se encuentra en torno a 50 años y, en la corporal y mamaria baja, hasta los 30, según el doctor José María Franco, cirujano miembro de la plataforma on-line.

Otros datos, en esta ocasión dados a conocer por el cirujano plástico Alexo Carballeira -miembro de la misma plataforma- argumentan porqué ha habido un auge de las operaciones de estética tras la pandemia: un estado anímico más bajo a nivel generalizado, una mayor consciencia de la importancia del "aquí y ahora", así como un cambio en el estilo de vida con la implantación del teletrabajo, que facilita el postoperatorio del paciente, son algunos de los motivos que explican ese incremento.

El impacto de las redes

Según el estudio, la mitad de los menores de 30 años se sometería a este tipo de tratamientos para mejorar su aspecto. “Las redes sociales influyen significativamente en la demanda de cirugías estéticas porque el contenido es audiovisual, porque estás expuesto a la valoración de mucha más gente y se consume contenido de más personas entre ellas influencers, modelos, actores y actrices. Por lo que muchas mujeres, y también hombres, buscan parecerse a ellos", indica el especialista.

También el uso de filtros fotográficos hace que quieran verse “mejorados”, señalan los cirujanos que, recuerda, siempre advierten de la importancia de unas expectativas realistas. Según Carballeira, un estudio realizado por la American Academy of Facial Plastic and Reconstructive Surgery (AAFPRS, por sus siglas en inglés), asegura que ha habido un aumento de hasta el 31% en la demanda de cirugías plásticas en el rostro derivado de la influencia de las fotos que se comparten en redes.

Un 10% de quienes se han sometido a este tipo de intervenciones se arrepiente, y un 7% no repetiría la experiencia

Pero no todas las operaciones finalizan en casos de éxito. Según los datos que aportan los especialistas de esta plataforma privada, un 10% de quienes se han sometido a este tipo de intervenciones se arrepiente, y un 7% no repetiría la experiencia de pasar por el quirófano para mejorar su aspecto.

Los cirujanos citan el reciente caso de la modelo Linda Evangelista, quien tras someterse a una intervención de estética ha quedado “deformada”, y que ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre la importancia de establecer un mayor control sobre la cantidad y calidad de este tipo de operaciones. La supermodelo de los 90, de 56 años, está "irreconocible" tras quedar "brutalmente desfigurada" a consecuencia de un tratamiento médico estético, según explicaba ella misma el pasado verano en su cuenta de Instagram.