RIESGOS DE LOS HUEVOS

¿Es malo para la salud cuando los huevos tienen la cáscara sucia?

Los huevos son un alimento sabroso y nutritivo, pero también están rodeados de mucho desconocimiento y falsos mitos

¿Qué pasa si comes huevo todos los días?

¿Es malo para la salud cuando los huevos tienen la cáscara sucia?

H.G.

Los huevos son uno de los alimentos más consumidos en el mundo, ya que son baratos, sabrosos, nutritivos y se pueden tomar en una amplia variedad de formas, platos y recetas. Además de su versatilidad culinaria, los huevos duros también son una excelente fuente de nutrientes esenciales para la salud. 

Este alimento es una buena fuente de proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales como vitamina D, vitamina B12, ácido fólico y hierro. Además, contienen antioxidantes que pueden ayudar a proteger los ojos. Sin embargo, los huevos también contienen colesterol y, si se consumen en exceso, pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular, especialmente en personas con problemas de colesterol elevado.

Por otro lado, a pesar de su popularidad, todavía existen muchas cuestiones que se desconocen en torno a este alimento y que llevan a la creación de innumerables mitos que van creciendo con el pasar de los años.

Cáscara sucia: ¿qué debo hacer?

Al comprar huevos, especialmente cuando son camperos o criados en suelo, es habitual que estos vengan manchados con plumas, paja, restos de excrementos, entre otros elementos que pueden resultar desagradables y que llevan a las personas a querer lavarlos antes de guardarlos.

Sin embargo, los expertos aconsejan no lavar los huevos pese a los restos de suciedad que puedan tener, pues esta simple acción elimina la película protectora natural que tiene la cáscara y, con ello, estaríamos dando vía libre para que las bacterias puedan proliferar en su interior.

Y es que los huevos tienen de forma natural entre 7.000 y 15.000 poros que permiten el intercambio de gases entre el interior y el exterior. Si los lavamos, destruimos la cutícula proteica que los recubre e impide que se 'cuelen' otros elementos por estas porosidades, facilitando así la entrada de elementos patógenos durante el tiempo que los guardamos en la nevera o en la despensa.

No obstante, el huevo sí puede ser lavado segundos antes de romper la cáscara para cocinarlo, ya que esto evitaría que algunos de los rastros de suciedad que contiene entren en contacto con la comida una vez se vaya a preparar. De esta forma, tampoco se estaría dando tiempo a las bacterias para que puedan desarrollarse.