SALUD

Calor, frío y emergencia climática: Así afectan a tu cuerpo los cambios de temperatura

La Organización Mundial de la Salud, la OMS, ya vaticina, por ejemplo, que entre 2030 y 2050 se producirán 250.000 muertes más al año solo por este motivo

Las consecuencias de poner a prueba el termómetro global incluyen malnutrición, estrés laboral motivado por el calor, cansancio y ataques al corazón

Ola de calor ventilador refresca a una mujer en Sevilla

Ola de calor ventilador refresca a una mujer en Sevilla / EFE / JULIO MUÑOZ

Alberto Muñoz

Alberto Muñoz

Un par de grados más, o menos, pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Una máxima que puede aplicarse tanto a escala mundial, con la emergencia climática, como a un solo individuo que sufra una fiebre común. Ahora, científicos de la Universidad de Ginebra, en Suiza, están analizando las consecuencias que provocan los cambios de temperatura extremos en la expresión génica de nuestros órganos para demostrar cómo una variación importante del termómetro puede reconfigurar todo nuestro cuerpo. Unas consecuencias que notamos a corto plazo al cambiar, por ejemplo, el calor de la calle por el frío de los aires acondicionados y que sufriremos, en apenas unos años, cuando todo el planeta se reconfigure en base a temperaturas más extremas de las que tenemos ahora.

La Organización Mundial de la Salud, la OMS, ya vaticina, por ejemplo, que entre 2030 y 2050 se producirán 250.000 muertes más al año solo por este motivo. El vaivén en el termómetro provocará, entre otras cosas, malnutrición, malaria, diarrea y estrés laboral motivado por el calor. Y no son las únicas consecuencias. Desde el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de Estados Unidos apuntan, por ejemplo, a los problemas derivados de que los individuos no sean capaces de adaptarse al clima en el que viven.

El cuerpo se adapta al sitio en el que está y no convive bien con los cambios de temperatura extremos. De hecho, éstos afectan directamente a la capacidad que tiene el cuerpo para regular su propio termómetro interno. Cuando eso pasa, es más fácil que se produzcan los golpes de calor, el cansancio, los ataques al corazón o la hipertermia, además de empeorar otras patologías preexistentes en el individuo. Precisamente, algunas de las consecuencias de la emergencia climática son las olas de calor y de frío, los fenómenos meteorológicos extremos y la destrucción de los ecosistemas que ayudan a regular el impacto del efecto invernadero.

Antes de llegar a esos extremos, sin embargo, el cuerpo ya ha pasado por otra serie de cambios, es decir, que no necesita una variación de tres grados más o menos para verse afectado seriamente. Los cambios de estación, por ejemplo, ponen a prueba el sistema inmunológico, pues los consecuentes cambios en el clima hacen más vulnerable al cuerpo al ataque de virus e infecciones. Un equipo de investigadores de la Universidad de Ginebra, sin embargo, ha querido ir más lejos, y, mediante ensayos en ratones, ha iniciado un estudio de cómo estos cambios en el termómetro interno afectan, además, de forma diferente a cada uno de nuestros órganos. El descenso de unos grados que puede sentar mejor a uno, también puede comprometer seriamente a otro. 

“Saber que la exposición a temperaturas alternas provoca efectos importantes en enfermedades metabólicas como la obesidad y la osteoporosis, o incluso en enfermedades autoinmunes, indica el uso de los cambios de temperatura como posible intervención terapéutica en el estilo de vida. Sin embargo, primero tenemos que descifrar los efectos inducidos por la temperatura de forma integradora en todo el cuerpo, y no sólo a nivel de un solo órgano. Nuestro trabajo permite precisamente eso: investigar y comprender los mecanismos que actúan en varios órganos simultáneamente", explica Mirko Trajkovski, líder de la investigación.