INFLUENCERS

Si hubiera un Ministerio del Amor, Gigi Vives sería su ministra: "Los hombres no se quieren complicar la vida y una tía como yo les acojonaría"

La creadora de contenido presenta su primer libro Love, Unfiltered: en línea con su pódcast, relata su experiencia en el amor y cómo las aplicaciones de dating han acabado con la idea del romanticismo

La influencer Gigi Vives presenta su nuevo libro 'Love, Unfiltered'

La influencer Gigi Vives presenta su nuevo libro 'Love, Unfiltered' / CEDIDA

Pablo Tello

Pablo Tello

Café en mano y vistas a Copenhague desde su habitación de hotel, una Gigi Vives pizpireta descuelga el teléfono sin saber que esta charla será lo más parecido a un episodio de su pódcast Gigi, Unfiltered. Sin filtro, precisamente, es como la influencer se muestra desde hace meses en sus redes sociales en lo que define como una apuesta por la naturalidad. Desmarcarse del cánon y la rigidez propia de un sector cada vez más pesado en nuestra sociedad: “Apuesto por lo natural, lo simple. A veces no lo planeo porque soy un desastre, pero ahí está la gracia. La gente siente que está leyendo o escuchando a una amiga”. A pocas semanas de terminar el año, Vives presenta su primer libro Love, Unfiltered, que, en línea con el formato autoproducido en Spotify relata con gracia su experiencia en el amor y cómo las aplicaciones de dating han acabado con la idea del romanticismo. “Mis padres son mis referentes, por eso mis expectativas son tan altas. Junto a mis hermanos, nos hemos criado con una visión del compromiso de por vida en la que encuentras a tu media naranja y estás con ella hasta que te mueres”, mantiene. 

Los años han pasado para Gigi, quien se reconoce afortunada de haber sobrevivido en el mundo digital. No solo eso, sino ser capaz de salir airosa y evolucionar hacia el referente en moda y estilo en el que se ha convertido. Ejemplo para la generación que creció junto a ella, la catalana abrió su primer blog a los 14 años, convirtiéndose en una de las pioneras del sector junto a Aída Doménech, Gala González o Pelayo Díaz: “Tuve la suerte de empezar en el momento clave. Pero, si sigo aquí, es por mi capacidad de adaptación. He probado todos los formatos y siempre he sentido curiosidad por aquello que no conozco”. De la misma forma, su pódcast ha sufrido una metamorfosis y tiene ahora forma de libro, 300 páginas y un diseño rosa pastel. “No me veía escribiendo una novela y sabía que no encajaba en la ficción, entonces propuse crear pequeños relatos a modo de diario”, explica la estilista. Sincera ante todo, asegura haber sufrido al pasar de la intimidad de su hogar al formato físico que requiere Love, Unfiltered: “He sentido un síndrome del impostor que no conocía. Hasta que no he visto las reacciones de mi gente no he estado segura de este proyecto”. 

La influencer Gigi Vives posa junto a su libro 'Love, Unfiltered'

La influencer Gigi Vives posa junto a su libro 'Love, Unfiltered' / CEDIDA

Acostumbrada al silencio de su apartamento a primera hora de la mañana, aprovecha el amanecer para grabar, momentos antes de que la agitación transite por su calle. Su pódcast se gesta a primera hora del día, aunque también confiesa haber encendido el micrófono de madrugada. “Es tan real que he contado cosas en el momento en el que estaban ocurriendo en mi vida. Incluso he hecho algún episodio después de tomar unas copas”, admite. A base de apuntar cualquier cosa que ronda su mente, ha construido uno de los formatos audiovisuales más populares del momento. Consciente de que el valor distintivo de Gigi, Unfiltered reside en la espontaneidad, la estilista reconoce las limitaciones de un formato autogestionado: “Tener que hacerlo todo sola implica tener muchas cosas en cuenta, desde la grabación, al trípode, el micrófono, la escaleta para cada emisión… No tengo una producción detrás que me proporcione a los invitados en un plató profesional, con entrevistas guionizadas y un sueldo”. La falta de respaldo profesional por parte de las marcas se compensa con la naturaleza orgánica de sus conversaciones. Lejos de producir para un cliente, lo hace para ella misma.

Cultura de la cancelación

Una mujer soltera como ministra del Amor. Si se dieran las circunstancias, Georgina Vives, nombre real de la escritora, estaría dispuesta a asumir el liderazgo de este departamento: “Cuando estás enamorado, se te nubla todo y los consejos están sesgados por una visión en pareja. Están como reseteados para pensar en dúo y eso muchas veces no te deja ser objetivo”. Si algo ha aprendido Gigi en sus años de soltería, es que lo que uno se imagina en la adolescencia no tiene por qué cumplirse en la edad adulta: “Esperaba llegar a los 30 con novio, incluso casada y con hijos. Siempre he sido muy peliculera y he creído en los cuentos perfectos. Sigo siendo romántica, pero he aprendido a ser realista”. Quizás ese hombre con el que soñaba cuando era pequeña se encuentre entre el 7% que sigue su trabajo en internet: “La inmensa mayoría son mujeres, por eso tiendo a hablar en femenino. Dudo mucho de que me siga algún hombre heterosexual, más allá de los novios de mis amigas o mi padre”. Una audiencia acotada también en términos de edad, comprendida, según ella explica, entre los 25 y los 35 años.

Las redes son un lugar dominado por las generaciones venideras, a donde acceden cada vez a una edad más temprana. Según el informe de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios AVACU, siete de cada 10 niños reconoce tener acceso a una red social. La responsabilidad por parte de los creadores de contenido comienza en el lenguaje empleado al otro lado de la pantalla y sigue en los temas a los que hacen referencia o todo aquello que muestran, comparten o patrocinan. Es por eso que cada vez existen más campañas de concienciación alrededor del trabajo de influencers y su impacto en la sociedad: “Hoy en día es complicado posicionarse. Muchas veces no lo hago por miedo a que se saque de contexto. La cultura de la cancelación en España está de moda y yo soy muy sensible. Las veces que recibo comentarios de odio me afecta bastante, por eso voy con cuidado”, critica. Pese a no ser un perfil polémico, su discurso ha ido adquiriendo tintes feministas con el paso del tiempo. “Hablo de lo que conozco y no de lo que no sé, porque no hay que meterse en todo. Me he abanderado de la soltería, el aborto, ser mujer y cumplir 30 años… Todo son cosas que yo puedo entender porque las he vivido en mis propias carnes”, sentencia.

El negocio de las citas

Pagar por enamorarse está a la orden del día. Las aplicaciones de dating se han convertido en un tema de conversación recurrente para Gigi Vives, que ha vivido en primera persona la frialdad detrás de una plataforma de este tipo. Como personaje público, habla de los prejuicios instaurados en algunos hombres, que dibujan ciertas barreras a la hora de entablar una relación con ella. “Las plataformas han enterrado al amor romántico. Me desmotiva tener que encontrar a alguien de forma virtual. Deberíamos volver a pedir el número de teléfono en bares o discotecas”, defiende. En cambio, las nuevas generaciones hacen y deshacen matches como quien escribe la lista de la compra o se lava las manos. Pueden, incluso, pagar por acercarse a su prototipo o deshacerse de aquellos candidatos cuyo horóscopo no es compatible. No parecen acordarse de otras alternativas y la sociedad tampoco se lo pone fácil: “Las citas son un negocio como también lo son las bodas. El mundo de la pareja está altamente comercializado en general, todo está pensado para ellos”. 

La influencer Gigi Vives presenta su libro 'Love, Unfiltered'

La influencer Gigi Vives presenta su libro 'Love, Unfiltered' / CEDIDA

La Georgina más romántica y analógica confiesa sentirse vapuleada por un sistema que prima la inmediatez, la prisa o la impaciencia en todas sus versiones. La insatisfacción constante y la sobrecarga de información son dos gigantes que ella misma se ha visto obligada a incorporar en su vida: Queremos todo al momento. Pagamos más por tener un paquete en casa una hora antes, nos desesperamos si una cena a domicilio se demora más de 20 minutos u optamos por el fast track en el aeropuerto para ahorrarnos media hora”. El desasosiego del que se hace partícipe también toma partido a la hora de encontrar pareja, donde disfrutar del proceso ha dejado de ser una prioridad y vivimos la vida del resto a través de las redes sociales. La popularidad en un área como esta puede jugar en contra de uno mismo a la hora de darse a conocer en un entorno más íntimo o personal: “Yo si fuera un chico de Barcelona también preferiría a una mujer con un horario de 9 a 6, que no lleve el pelo de colores o que vista normal. Los hombres no se quieren complicar la vida y una tía con tanta visibilidad como yo les acojonaría”. Dicho esto, Vives deja claro que sigue creyendo en el amor para toda la vida, en el cara a cara y no depender de un like o una aplicación.

Un discurso vintage a día de hoy. No obstante, la catalana también ha probado suerte en el “online dating”, dice: “Es una nueva forma de conectar con gente. En términos del corazón lo encuentro raro. He conocido a chicos muy agradables en aplicaciones. Con algunos he llegado a tener una historia más larga, pero me parece triste y raro porque no deja de ser una forma de hacer dinero a costa de los sentimientos”. Si las decepciones han marcado su andadura en este terreno, lo cierto es que sus amigas han estado a su lado para apoyarla. Un soporte vital, una familia escogida desde el instituto o un espacio seguro cuando las cosas se ponen feas. Love, Unfiltered habla del amor en todas sus formas, con especial hincapié en el que ella siente por sus amistades, a quienes dedica su último proyecto y siempre compara con las protagonistas de Sexo en Nueva York.Para qué necesito la terapia si tengo a mis amigas”, dice. Ellas son su familia y viceversa. Habla de su hermana como una mejor amiga y sus padres son sus máximos confidentes: “Me han visto crecer, madurar, tomar decisiones de mierda. Llevamos toda la vida juntos y los considero una extensión de mí. Quizás mi media naranja son ellos”, añade. Si algo tiene claro, es que no dejará de evolucionar, sea sola o acompañada. Lo que sí espera es que todos aquellos que la quieren sean testigos de cerca.