TECNOLOGÍA

"Baje a su portal, un robot le espera con su pizza": El reparto de comida a domicilio del futuro ya está aquí

Ocho robots eléctricos entregan pedidos para el Domino's Pizza de Alcobendas

Así es el robot autónomo que te lleva ya la pizza a casa: cruza solo el paso de cebra y habla

Así es el robot autónomo que te lleva ya la pizza a casa: cruza solo el paso de cebra y habla. VÍDEO: PI Studio / PI Studio

Roberto Bécares | PI Studio (Vídeo)

Si los sensores del robot perciben algún elemento que sale de la nada a metro y medio se para. Si se acerca a un paso de cebra y sus cámaras detectan que hay un vehículo aproximándose la máquina se detiene. Si ve que no hay nadie y la vía está despejada, tira millas a cinco kilómetros por hora -podría hacerlo a más de siete, pero está limitado a propósito- para que la pizza llegue lo más caliente posible. Si una de las rutas que tiene acostumbrada a hacer de repente acumula obras o hay cualquier impedimento que obliga a desviarse, el robot, a través de la Inteligencia Artificial, modifica la ruta y reaprende. Bienvenidos al futuro, es decir, al presente: robots que te llevan la pizza a casa.

Los ocho nuevos repartidores del Domino’s Pizza del Paseo de Fuente Lucha de Alcobendas no van en moto. Son dispositivos metálicos con ruedas, sensores, cámaras y una pantalla en el frontal donde se le dibujan unos simpáticos ojillos. Tienen capacidad para transportar hasta 100 kilogramos y cuentan con licencia municipal para circular por aceras porque, aunque son ‘food trucks’ autónomos, tienen consideración de peatón.

“La verdad es que no encontramos grandes diferencias con lo que es un repartidor con una moto funcional, los tiempos de entrega son muy parecidos. Lo que nos permiten hacen los robots es que el pedido salga antes de la tienda. Contar con más posibilidades de hacer el reparto y no estar esperando a tener a un repartidor disponible”, cuenta Luciano Gatel, gerente de nuevos proyectos de Domino’s Pizza.

Martin Varsavsky

La tecnología del robot -el hardware, además de la Inteligencia Artificial que lleva embedida-, ha sido desarrollado por Ottonomy, mientras Goggo Network se encarga del software que permite la gestión de flotas y cómo atribuir “los pedidos al mejor robot en función de las variables de cada caso, batería, cercanía geográfica y necesidad del volumen del pedido”, señala Pablo Sastre, jefe de Desarrollo de Goggo Network, una empresa fundada en 2018 por Martin Varsavsky y Yasmine Fage, y cuyos robots de transporte de última milla ya operan en España, Alemania y Francia, donde colaboran con Carrefour.

El robot autónomo de Goggo es 100 eléctrica y cuenta con varias cámaras y sensores.

El robot autónomo de Goggo es 100 eléctrica y cuenta con varias cámaras y sensores. / PI Studio

El funcionamiento es muy sencillo. A través de la aplicación móvil de la cadena de pizzas se puede elegir que el repartidor sea el robot. El usuario va trackeando por dónde va el pedido y cuando la máquina llega al portal de la vivienda emite una notificación. El cliente tiene que bajar a la calle y, a través del móvil, desbloquear la apertura. “El código es único. En el mismo mensaje que te dice que tienes que bajar, te viene un botón para abrir la tapa”, reseña Sastre. Tras la entrega, el robot vuelve solo de nuevo hacia la pizzería. El radio de acción del robot, que tiene una autonomía nivel 4 -es decir, que no necesita soporte humano para funcionar- es bastante elevado: 3,3 kilómetros.

Desde Ottonomy no quieren desvelar el precio de cada uno de estos robots, porque depende del tipo de fabricante y cuántas unidades se adquiere de una vez, pero admiten que el precio es “elevado”. Por ahora, no ha habido que lamentar ningún incidente importante, ni episodio de vandalismo. “Estamos muy contentos con el civismo de la gente. Hay mucha expectación y curiosidad; los niños se quedan muy sorprendidos cuando lo ven por la calle”, asegura el responsable de Goggo, que añade que el robot incluye consignas de seguridad, y tiene la orden de pararse si se acerca alguien a menos de metro y medio. En ese caso, se activan las cámaras y desde el centro de seguridad se puede ver que es lo que está ocurriendo. “En ese caso podríamos enviar un mensaje simpático en plan ‘Déjame pasar que se me enfrían mis pizzas de Domino’s”, explica Sastre.

“Para nosotros el tema de seguridad es una prioridad”, añade el responsable de Ottonomy. “Siempre tiene que haber una persona que se pueda loguear de manera remota al robot y pueda ver a través de las cámaras internas que está ocurriendo alrededor de él. Si está en un bordillo y no puede salir, tendría que venir alguien con patinete eléctrico a sacarlo”.

Eléctricos

Los robots son 100% eléctricos y se cargan se la misma manera que se cargaría una furgoneta eléctrica. “Cuando tiene poca batería, hay un centro de operaciones donde se le pone la batería nueva, es como un box de la Fórmula 1”, resume Sastre.

Un cliente recoge el pedido de su pizza que le ha traído uno de los robots que usa Domino's para el reparto.

Un cliente recoge el pedido de su pizza que le ha traído uno de los robots que usa Domino's para el reparto. / PI Studio

Por ahora -el proyecto lleva en pruebas desde principios de años-, el recibimiento tanto por parte del personal de la tienda como de los clientes “ha sido muy bueno”, subraya Luciano Gatel, que incide en que contar con nuevos métodos de entrega “libera de mucho estrés” al personal de la tienda. Para Domino's Pizza se trata de una apuesta de la marca “por las nuevas tecnologías” y en busca de un “reparto sostenible”, señala el gerente de nuevos proyectos de Dominos, que continuará un tiempo probando con esta experiencia que, de seguir funcionando hasta ahora, podría trasladarse a otras tiendas de la geografía nacional [Goggo también opera otra flota de siete robots autónomos en Zaragoza].

Nacida en 2018, la empresa Googo Network es pionera en nuestro país en el sector delivery de flotas autónomas y eléctricas en zonas urbanas tras el éxito de iniciativas similares en países como Suiza, China o Emiratos Árabes, donde los robots son usados por importantes multinacionales del sector de la alimentación, sobre todo a raíz de la pandemia. Dentro de su proceso de crecimiento, en el que ha firmado acuerdos con diferentes desarrolladores de robots, la empresa ha recaudado más de 24 millones de euros en capital de Softbank y Axel Springer Ventures.

Al frente de la empresa está el conocido empresario argentino Martin Varsavsky, que en su día fundó dos empresas millonarias: Jazztel y Ya.com, que vendió por 550 millones de euros a Deutsche Telekom en plena burbuja de las puntocom. En la actualidad, aparte del negocio de robots de transporte, tiene varias empresas más, como Overture, donde busca "replicar un laboratorio de embriología en una caja" para ayudar a mujeres de más de 40 años a ser madres.