DISEÑO Y TECNOLOGÍA

El laboratorio de IKEA que crea a través de la IA muebles basados en catálogos de los años 70 y 80

Georgina McDonald, creativa del centro de investigación y diseño SPACE10, destaca que esta tecnología puede tardar "un minuto o 30 segundos" en crear un nuevo diseño

Dos de las cocinas que aparecían en los catálogos de los 70 (izquierda) y 80 (derecha) de IKEA.

Dos de las cocinas que aparecían en los catálogos de los 70 (izquierda) y 80 (derecha) de IKEA. / SPACE10

Ana Ayuso

Ana Ayuso

Es habitual encontrarse entre los rincones de las tiendas de IKEA y en su web diseños heredados de una época que, previsiblemente, retornará para desterrar el blanco y las superficies lisas de nuestras casas. Unos años en los que los hogares se llenaban de colores y texturas. El sillón giratorio HAVBERG, por ejemplo, no es más que una renovación de otro similar que ya aparecía en el catálogo del gigante sueco en 1970. Al igual que ocurre con el reproducidísimo sofá KLIPPAN, que ya se podía ver en el libro de novedades de IKEA de 1980.

Sillón HAVBERG, en el catálogo de IKEA de 1970 y en una imagen actual de la web de la empresa. 

Sillón HAVBERG, en el catálogo de IKEA de 1970 y en una imagen actual de la web de la empresa.  / EPE (IKEA)

Estas fructíferas décadas le proporcionaron a la compañía diseños inmortales y, ahora, una pequeña empresa ubicada en Copenhague, SPACE10, se incorpora a ese carril para recuperar esos "iconos para la era digital". SPACE10, un laboratorio de investigación y diseño, que cuenta con el respaldo de IKEA, ha iniciado un proyecto en el que ha trabajado con el vídeo periodista Joss Fong y el diseñador Áron Filkey para imaginar una colección de muebles IKEA mediante el uso de Inteligencia Artificial (IA) y basándose en los muebles y en la decoración que aparecía en los catálogos de IKEA de las décadas de los 70 y de los 80. Por el momento, es únicamente un experimento.

Sofá KLIPPAN, en el catálogo de IKEA de 1980 y en una imagen actual de la web de la empresa

Sofá KLIPPAN, en el catálogo de IKEA de 1980 y en una imagen actual de la web de la empresa / EPE (IKEA)

"Hemos entrado en la era de las máquinas creativas", indican al principio de un vídeo en el que tratan de alejar a los preocupados que miran de reojo a los avances digitales. "Hasta hace poco", dicen, "tenías que decirles [a las tecnologías] qué hacer de principio a fin, darles una regla para cada circunstancia que pudiesen encontrar", mientras que ahora, con una meta y muchísima práctica, "el programa escribe sus propias reglas desde el principio".

La creativa de SPACE10 Georgina McDonald atiende a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en una de las pequeñas cabinas de reuniones con las que cuenta la extremadamente moderna oficina de este laboratorio en la capital danesa. Ante la "histeria" que ha generado en los últimos años la introducción en diversos proyectos de la inteligencia artificial, asegura que, "cuando decimos que se trata de una herramienta esperanzadora, no somos ingenuos ante las implicaciones que esto podría tener en varios campos, como la seguridad y la salud. Pero desde el punto de vista del diseño, lo vemos como una herramienta de colaboración". 

Se dieron cuenta de que la inteligencia artificial que estaban poniendo a prueba generaba productos visuales que podrían "utilizarse en el desarrollo de conceptos para IKEA". Trabajan generando sillas y elementos de iluminación, pero también se plantean "experimentar en el futuro con baños, dormitorios y cocinas", sostiene McDonald, a través de la programación basada en un conjunto de datos extraídos de los catálogos antiguos del imperio que fundó Ingvar Kamprad en 1943.

Al indicar a un modelo que transforma el texto a imagen cómo se veían los muebles de IKEA en las décadas de 1970 y 1980, "el proyecto permite una colaboración única con diseñadores del pasado para imaginar nuevos artículos de inspiración vintage para el futuro", explican desde el laboratorio danés. La selección de imágenes que proporcionan a las herramientas de IA "sigue siendo muy, muy importante", indica Georgina McDonald.

Runway, una de las plataformas con las que trabajan, puede recibir un mínimo de cinco fotografías para crear un modelo personalizado, aunque precisa de más información para crear un modelo y configurar una solicitud. "Una vez que se presione 'generar', esta tecnología puede tardar un minuto o 30 segundos [en crear un nuevo diseño de mueble]. Por lo tanto, elimina el tiempo que normalmente tardarían las renderizaciones", que pueden tomar horas, dependiendo de lo grande que sea el resultado, explica.

Se lanza a afirmar que la implantación de esta tecnología en el diseño "es una gran victoria", aunque no todas las propuestas son válidas. "Antes de presentar esto a un grupo de personas o una audiencia, tengo que seleccionar cuáles de estos diseños creo que son viables", reconoce.

¿Sustituirá la IA a los diseñadores?

Esta creativa de SPACE10, consciente de la incertidumbre que apunta a que la inteligencia artificial podría absorber puestos de trabajo, considera que esto no sucederá en el diseño y la arquitectura, porque se trata de disciplinas "físicas", en las que "ese diseñador, arquitecto, ingeniero o científico de materiales diga: 'Sé exactamente cómo hacerlo'".

"Es una herramienta que permite concebir de una manera mucho más amplia, pero ciertamente no va a requerir trabajo una vez que se pase a la realidad de la construcción", refleja McDonald. La idea de experimentar con estas tecnologías para crear diseños de decoración no ha nacido en SPACE10. Ya se le ocurrió antes al diseñador industrial francés Philippe Starck, que presentó la primera silla creada con IA en el Salón del Mueble de Milán de 2019.

Según McDonald, ese proyecto de Starck que "en su momento fue realmente innovador" sirve como guía para idear "los clásicos del futuro de un catálogo de IKEA". "En lugar de limitarnos a crear productos que normalmente se encuentran en las tiendas, estamos estudiando cómo podemos usar una IA para empezar a diseñar los productos del futuro en nuestros hogares", señala, como "sombrillas con paneles solares o separadores de habitaciones purificadores de aire". El apoyo de las tecnologías en el diseño podría suponer, destaca, "un cambio increíble en un modelo de negocio para una empresa tan particular por su tamaño como es IKEA".