INTERIORISMO

Por qué las puertas de (casi) todas las casas son blancas: "Empezó como moda, pero ya es algo permanente"

Las puertas lacadas de DM, una mezcla de partículas de madera, han destronado a las de toda la vida: "El 80% de las que vendemos son de este tipo"

El precio más económico en algunos modelos, los acabados y la sensación de amplitud y de luz que dan, claves de su éxito

Una puerta blanca lacada de DM en una vivienda del centro de Madrid.

Una puerta blanca lacada de DM en una vivienda del centro de Madrid. / Alba Vigaray

Roberto Bécares

Roberto Bécares

“Las modas van así, empiezan a salir en catálogos, o en revistas y se convierten en tendencia, lo que pasa es que esta dura ya lo menos ocho años. Nosotros el 95% de las puertas que nos piden, de hecho, son de ese tipo”. A lo que se refiere Jon Arce, encargado de la empresa de reformas de Madrid Aydan, es a las puertas blancas lacadas tipo DM o MDF (nombre en inglés). Se trata de tableros duros y por tanto más resistentes a arañazos y abolladuras. En pocos años, han destronado a las puertas tradicionales de madera de roble, haya, nogal y cerezo. Ya se habrá dado cuenta. En todas las casas de nueva construcción o en las que acaban de ser reformadas, la inmensa mayoría de puertas son ya blancas. “Cuando vas a alguna casa para instalar puertas de madera ya sabes que seguro que es una casa de gente mayor porque de la gente joven nadie las pide ya”, señala Juan Manuel, montador de una empresa de reformas de viviendas de Zaragoza.

“Mira”, confiesa un trabajador de una tienda de Leroy Merlin del centro de Madrid, “la puerta que nosotros más vendemos con diferencia es esta, la Lucena Plus, una puerta blanca lacada con cuatro bisagras”. De hecho, en el establecimiento se promociona a un precio “de oferta”: 189 euros. Hay puertas de DM lacadas, sin embargo, desde 145 euros. Precisamente, su precio más económico que la madera [en algunas tipologías] es uno de los motivos de su éxito, además del efecto de amplitud que genera en las casas o la facilidad para combinar con los otros colores de habitación o el pasillo.

“La gente se la lleva mucho porque el color blanco es lo que mejor combina para la casa. Es que si pones roble, por ejemplo, luego tienes que poner un rodapié parecido y el color del suelo puede ser otro distinto. Con estas puertas solo tienes dos colores, el del suelo y el de la puerta”, aprecia el vendedor.

Blanco

La decoración suele ser algo que fluctúa. Lo que hoy está de moda, puede no estarlo dentro de diez años, pero ahora mismo el must del interiorismo es el blanco lacado. “Igual que hace unos años se llevaba la madera de Wenge ahora la puerta blanca es la tendencia, nos la demandan mucho. Es la evolución del mercado. Comienzan a aparecer en ferias, los diseñadores empiezan a usarlas…”, admite a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Fernando Lominchar, jefe de calidad de la planta de San Rafael en Villacañas (Toledo), donde trabajan más de 300 personas. San Rafael es empresa líder en España en el mercado de puertas y una de las marcas más potentes a nivel europeo también. “Aproximadamente, el 80% de puertas que vendemos son blancas lacadas”, admite.

Detalle de puertas blancas en una vivienda de Madrid.

Detalle de puertas blancas en una vivienda de Madrid. / Alba Vigaray

Según Lominchar, el precio final dependerá de las diferentes estructuras de la puerta. En su empresa, fabrican con base de agua, no disolvente, y ofrecen multitud de modelos según el gusto del cliente. De hecho, las hacen a medida. Para este experto una de las claves de su éxito es que el DM es una “madera desfibrada muerta”, lo que “la convierte en el mejor producto para poder lacar y que tenga la mejor terminación”. “Es que la madera [normal] se mueve, se hincha, fluctúa. Esta no, es un producto inerte”, asegura el responsable de calidad de San Rafael, que una parte importante de sus ventas la realiza en el extranjero.

El DM consiste en una mezcla de partículas de madera recubierta por una capa de resina sintética, llamada melanina, aunque a veces hay DM sin acabado para que se pueda lacar con mayor facilidad. Dependiendo de la densidad de la mezcla de pedacitos de madera, tendrá un precio u otro. “El precio es más o menos igual en una maciza buena de DM que una de madera, unos 300 euros”, revela Jon.

Más barata

Según fuentes del sector, las puertas de este tipo de material lacadas pueden encontrarse, en el caso de unas de mala calidad, desde 80 euros, y por lo alto pueden ascender a alrededor de 450 euros en el caso de ser macizas. “La más barata, una de cartón-prensa, se pone mucho también”, afirma Rubén, trabajador de otra empresa de reformas, que asegura que empezó a notar la tendencia incluso antes, “hará unos 15 años”. “Mucha gente empezó a ponerla por economía, porque salía más barato, una puerta más o menos decente, lacada, aunque igual un poco hueca por dentro, la tenías por menos de 150 euros”.

“El blanco lo bueno que tiene es que se ve limpio, además te da amplitud, te da vida. Para nosotros es una putada, porque el montaje es más delicado, tienes que fijarte más en los detalles, porque cualquier desviación de nota mucho”, aseguran Mario y Félix, de otra empresa de obras que realiza trabajos por toda España en un parón para tomar café en una reforma en el centro de Madrid. “El blanco ya está en todo, en puertas, en librerías, en armarios”. Ambos tienen claro que este tipo de material ha llegado para quedarse. “Da mucha más luz, y al estar la superficie muy lisa al lacarla queda muy fina. Y no se ensucia fácil”. “Se limpian muy bien, y aguantan mucho. Yo las tengo desde hace más de 20 años y están como estaban”, añade Jon.