PODEMOS

Irene Montero busca "reparación" en un futuro Gobierno con el PSOE tras ser apartada por Sumar

Podemos prepara la vuelta de la exministra de Igualdad, ahora "exiliada" como eurodiputada en Bruselas

La eurodiputada Irene Montero en una imagen la semana pasada antes de presentar su libro a las puertas de la Taberna Garibaldi, de su pareja Pablo Iglesias.

La eurodiputada Irene Montero en una imagen la semana pasada antes de presentar su libro a las puertas de la Taberna Garibaldi, de su pareja Pablo Iglesias. / Mariscal

Ana Cabanillas

Ana Cabanillas

Podemos ya esboza las condiciones para un posible acuerdo de Gobierno con el PSOE y una de ellas pasa por Irene Montero. La exministra de Igualdad y principal referencia del partido ya prepara su vuelta a la política nacional y ha aumentado su presencia en medios, ganando protagonismo y exhibiendo el liderazgo que ya ejerce en sus filas. Marcando las líneas del partido y dirigiéndose directamente al PSOE para plantearle nuevas exigencias. La última que puso este lunes sobre la mesa fue la de "reparar el daño" a su formación. Un daño que se personaliza precisamente en su figura, que fue apartada del Gobierno y que ahora aspira a una restitución.

La expresión no es casual: Podemos ya ha planteado a nivel interno la exigencia de una "reparación", para compensar la lista de agravios sufridos en los últimos tiempos. Entre ellos destaca el veto que sufrió Irene Montero. La exministra de Igualdad fue apartada de las listas en las generales de 2023 y después del Gobierno de coalición. Podemos presionó durante semanas para revalidarle en el Consejo de Ministros, pero se encontró con el rechazo de Yolanda Díaz y del PSOE , que le veían un difícil encaje tras el pulso que había abierto en la crisis del sí es sí, que rebajó un millar de penas a agresores sexuales a causa de su ley estrella. Lejos de asumir errores en la norma, Montero culpó a los jueces y se opuso a la reforma de los socialistas para corregir la ley. Una reforma que se aprobó al final gracias al PP y sin Podemos.

La salida de Montero de la política nacional es algo que Podemos nunca ha perdonado ni a Sumar ni al PSOE, y los morados quieren pasar ahora la factura por lo ocurrido, aprovechando las horas bajas de Díaz y el agrietamiento en Sumar para emerger como principal actor en la izquierda y volver a hablar de tú a tú con los socialistas.

Esta "reparación", que hasta ahora se trataba a nivel interno, ya se plantea abiertamente al Partido Socialista, y lo llamativo es que ha sido la propia Irene Montero quien lo ha lanzado en forma de exigencia. La exministra de Igualdad, en una entrevista en RNE este lunes, ha defendido como condiciones necesarias para un acuerdo con los socialistas tres circunstancias: que los números den, que exista una relación de "coordinación y no de subordinación" con el PSOE, y que haya una "reparación del daño" hecho a Podemos, y que atribuyen a una "operación política" impulsada por los socialistas para "sustituir" a su formación por un proyecto menos "incómodo" como es el de Yolanda Díaz. Además, reclamaba al PSOE "incorporar en sus filas a lo que quede" de Sumar, azuzando la vinculación de Díaz con los socialistas y situándose como la única alternativa en la izquierda.

Así, Montero apuntó a que sería posible un acuerdo "si el PSOE se hace cargo de reparar el daño que ha hecho impulsando operaciones políticas para acabar con su izquierda y subordinarla". El daño de esta operación consistió precisamente en intentar "eliminar a Podemos de la ecuación" del Gobierno para sustituirlo por un proyecto que prometía "menos ruido". El resultado fue que los morados quedaron fuera del Consejo de Ministros y su principal exponente, Montero, relegada en la política nacional. Un punto que Podemos aspira a revertir en las próximas generales, con la idea de que Montero se presente como candidata y el anhelo de que vuelva al Gobierno, una máxima que pasa por la aceptación del PSOE. Es ahora la propia Montero la que lanza el órdago a los socialistas y prepara el terreno para un futuro entendimiento.

En Podemos ya dan por hecha la vuelta a la política doméstica frente a quienes "la querían exiliada", como defendió la secretaria general del partido, Ione Belarra, en la cena de periodistas parlamentarios del pasado diciembre. La propia Montero ha avanzado que se presentará a unas primarias en la formación, está por ver si sólo para ser candidata en las próximas generales o si será también para asumir el liderazgo del partido, que tiene una asamblea prevista para verano. "Me veo en unas primarias", admitió en noviembre la exministra de Igualdad, que este mismo lunes volvió a defender que "estaré donde la militancia decida".

Preguntada sobre un posible acuerdo con Sumar, la dirigente volvió al estribillo de que la fórmula "caerá por su propio peso" en caso de que Podemos esté fuerte, y se esforzó en contraponer el modelo morado y el de Yolanda Díaz, según su relato incompatibles. "Para que se den los avances en derechos en el Gobierno de coalición tiene que haber una izquierda fuerte porque lo contrario es lo que estamos viendo ahora", criticó, apuntando a que ahora "solo manda Sánchez" y "las únicas medidas que se ponen en macha son de derechas". Un planteamiento que anticipa la convivencia imposible entre ambas fuerzas en un mismo proyecto.

El órdago lanzado a los socialistas para recuperar el protagonismo y a la principal figura de Podemos también tiene una réplica para el resto de fuerzas de izquierda, a quienes ya lanzan el mensaje de que tendrán que elegir en qué filas se enrolan, en las moradas o en las de Yolanda Díaz, a quien se esfuerzan ya en asimilar abiertamente con el PSOE. El partido de Irene Montero se esfuerza en minimizar el peso de Sumar, que carece de estructura territorial propia, y aspira a relegarla en la futura recomposición de la izquierda.

Una empresa para la que buscan ya el apoyo de Izquierda Unida, que fue el principal valedor de Yolanda Díaz en los primeros compases de su proyecto, pero que se ha desencantado a raíz de los últimos choques en las elecciones europeas y la escasa visibilidad que les ha dado Sumar.