DEFENSA DE EDMUNDO GONZÁLEZ

Feijóo reprocha al Gobierno su "complicidad acreditada" con Maduro en la manifestación de Madrid

La plana mayor del PP acude a la manifestación para defender a Edmundo González como presidente de Venezuela y Feijóo carga directamente contra Sánchez por la ausencia de su Ejecutivo

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Miles de personas, la mayoría venezolanos residentes en España y también turistas, se agolparon en la Puerta del Sol de Madrid para defender a Edmundo González como presidente electo de Venezuela y mostrar su repulsa a la continuidad del régimen de Nicolás Maduro, que este viernes aspira a tomar posesión de nuevo. Mientras María Corina Machado, líder opositora, llegaba a las calles de Caracas rompiendo con más de cien días de clandestinidad, los congregados en el lugar más emblemático de la capital española se lanzaban a gritos: “Libertad para Venezuela”. 

Las banderas tricolor del país latinoamericano ondeaban junto al árbol de Navidad de Sol, que todavía no ha sido retirado del todo. Y pasadas las siete de la tarde se abría paso una marea de dirigentes del PP encabezados por Alberto Núñez Feijóo y buena parte de la dirección nacional, Isabel Díaz Ayuso, José Luis Martínez Almeida y los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy. En las primeras filas ya llevaban unos minutos el presidente de Vox, Santiago Abascal, junto a varios diputados y eurodiputados de su formación; y exdirigentes políticos conocidos como Begoña Villacís y Macarena Olona. También un representante del PNV, partido que apoyó el reconocimiento de Edmundo González como presidente en el Congreso de los Diputados.

Fueron desfilando por un atril casi improvisado dirigentes antichavistas de la Asamblea Nacional y activistas afincados en Madrid. Una de las hijas de Edmundo, también presente en Madrid, Carolina González, apenas pudo lanzar un agradecimiento antes de romper a llorar. Feijóo fue el último político de peso que habló en el acto a modo de clausura y fue muy duro con el Gobierno de Pedro Sánchez en plena manifestación: “No hay ningún miembro del Gobierno de España aquí y pido disculpas en nombre de la mayoría de españoles. Rechazamos el silencio ante el régimen de terror, y repudiamos la probada complicidad de los aliados y del Gobierno de España. Lo lamento como español, como demócrata y como político, afirmó.

Ni siquiera Abascal hizo una mención tan clara durante su intervención, un poco antes. El líder de Vox sí aseguró que “sin la ayuda de una parte de la izquierda española el régimen no se habría alargado tanto tiempo”. “El usurpador tiene que acabar por las buenas o por las malas”, añadió justo después.

Ayuso, entre aplausos y gritos de apoyo - “te amamos” se escuchaba entre algunas manifestantes- arrancó el acto: “Hay que precipitar la caída del régimen de Maduro ya. No se puede ser bravo con dictadores muertos y ser cómplices de los vivos”, dijo, en línea con su jefe de filas, que llevó las críticas mucho más allá. 

El líder del PP insistió en que Edmundo González “debe tomar posesión de su cargo este viernes porque sus compatriotas así lo decidieron en unas elecciones y así ha quedado acreditado en las urnas”. “Cualquier otro escenario es un golpe de Estado contrario a la Constitución, un fraude. Ha llegado la hora de la liberalización de Venezuela. Maduro debe de saber que no tiene alternativa a asumir la voluntad de la ciudadanía. Y prevalecerá sobre cualquier tipo de violencia”, afirmó entre aplausos.

Uno de los momentos más tensos entre parte del público fue cuando tomó la palabra Luke Uribe-Etxebarria, senador del PNV, que mientras defendía la democracia venezolana y a Edmundo como presidente electo, algunos manifestantes le abuchearon por haber comenzado su intervención en euskera. “Independentista, traidor”, le gritaron, mientras el dirigente vasco trataba de decir, con cierta emoción que el pueblo vasco “nunca olvidaría el acogimiento de Venezuela durante el exilio por la dictadura de Franco”. Otros manifestantes venezolanos trataron de compensar los insultos con aplausos y agradecimientos.

Casi al término del acto subió al atril el cantante venezolano Carlos Baute, aclamado por la multitud, mostrando “orgullo por su pueblo bravo” y comprometiéndose con la lucha compartida de derrocar al chavismo. Mientras los participantes en Madrid se entregaban a la música y reclamaban libertad, mostrando respeto y tributo a los que sufren represión, en las calles de Caracas todo se iba recrudeciendo. La esperanza reclamada en la manifestación se desvanecía -en parte- al término del propio acto, cuando los asistentes lamentaban con sus amigos y familiares que realmente Maduro vaya a continuar este viernes en el poder.