Sandro Rosell confía en que el Estado tome medidas contra la corrupción ahora que "Sánchez ha probado la medicina"

El expresidente del Fútbol Club Barcelona Sandro Rosell se ha mostrado confiado en que la comisión de la Operación Cataluña abierta en el Congreso sirva para acabar con la corrupción en el Estado que denuncia, porque, aseguró, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "ha probado la medicina", lo que a su juicio también ocurrió con el Govern de Carles Puigdemont o los Jordis, condenados por su responsabilidad en el 1-O, pero también con la familia Pujol y los empresarios investigados en el caso abierto contra el expresidente catalán.

Rosell, que se declaró víctima de las cloacas del Estado y de la jueza Carmen Lamela, que considera "una corrupta o una inútil", aseguró que después de ser absuelto, tras estar dos años en la cárcel, únicamente por ser presidente del Barça "en un momento en el que el equipo iba muy bien", le han abierto otros seis procedimientos penales y se le han hecho hasta 75 inspecciones de Hacienda, "la última hace dos o tres semanas", porque "cambian los de arriba, pero no los de abajo".

Deseó que la comisión sirva para poner fin a las prácticas corruptas que denuncia ahora que "el jefe del Gobierno ha probado la medicina y no porque sea el PSOE", porque añadió que también le podría pasar al PP, a Alberto Núñez Feijóo o "a cualquiera de esta sala", si le montan un caso y después tiene que demostrar su inocencia, con lo que ello supone de muerte de su vida social. De ahí que instó a los diputados a poner los medios para no permitir que se repita el episodio de persecución al independentismo que se conoció como Operación Cataluña, de la que se declara víctima y que dice haber conocido con las grabaciones del excomisario José Manuel Villarejo. A su interpelación directa, de que le podía pasar a cualquiera, porque hasta "el fiscal general está probando la medicina", el diputado de Junts Josep Pagès respondió que él también "la había probado".

Junto con su socio Joan Besolí y otras cuatro personas, Rosell acabó siendo absuelto por la Audiencia Nacional de los delitos de blanqueo de capitales por los que pasó 22 meses en prisión provisional acusado de formar una estructura estable con la que se suponía que había 'lavado' cerca de 20 millones de euros. Rosell aseguró que cuando llevaba un año en prisión le ofrecieron un pacto para abandonar la cárcel, "porque todo el mundo sabía que era víctima de un montaje", y le advirtieron de que sería condenado, pero no llegó a serlo, porque dijo haber dado "con tres jueces justos".

La querella que interpuso el expresidente del Barça contra el propio Villarejo y otros mandos de la Policía por la Operación Cataluña fue la primera en ser admitida por la justicia, pero acabó archivada, al no ratificar el principal imputado en la causa en la que se investigan las cloacas policiales lo que afirmaba en medios deccomunicación

El empresario, que se declaró víctima de la "parte pequeña de la corrupción del Estado" que a su juicio existe, recordó que a él también le denunció el autodenonimado Manos Limpias, al igual que ha ocurrido con la esposa del presidente del Gobierno. El diputado del PSOE Manuel Arribas aprovechó para comentar que la causa seguida contra el compareciente era muy similar a la abierta por el juez Juan Carlos Peinado contra Begoña Gómez. Rosell dijo que lo intuía al partir de una denuncia de esa organización, pero que no disponía de pruebas de ello.

Respecto a la causa que lo llevó a prisión, Rosell señaló que se investigó a todo el mundo, incluido él, por el mundial de Qatar, porque "todo el mundo del fútbol prefería cualquier país a EEUU". A partir de ahí se utilizó una información sobre sus supuestas cuentas estadounidenses que Rosell calificó de "falsa" y una empresa que había cerrado en Brasil 13 años antes para que la fiscalía presentara la denuncia que le llevó a la cárcel. "El Estado español atacando a un español para defender a una entidad brasileña que no quería ser defendida", se burló.

Explicó que se recurrió a una persona que está en tratamiento psiquiátrico y que tiene ojeriza al Barça, para iniciar la causa por la que se le encarceló, y cargó contra la jueza Lamela, de la que llegó a decir que fue recompensada con una plaza en el Tribunal Supremo pasando por delante de otros jueces. Rosell se querelló contra ella sin éxito y aseguró que le gustaría preguntarle quién le ordenó "apretar el botón rojo por casi destruir" su vida.

"A esta señora hay que sacarla del sistema", afirmó al recordar que no dejó salir a Besolí de prisión pese al grave accidente que había sufrido su hijo, al considerar que había riesgo de fuga dado que es andorrano. La diputada de ERC Inés Granollers le respondió que "estamos en España, donde por mantener la unidad de España se hace cualquier animalada" y "una jueza corrupta es premiada" con el Supremo.

El diputado de Sumar Gerardo Pisarello aprovechó para atribuir a la derecha judicial el que no se haya aplicado la amnistía más que a los policías que cargaron el 1-O, lo que le hace pensar que la Operación Cataluña puede hacer "víctima de las derechas judicializadas a cualquiera hoy", si no se producen "reformas estructurales por las mayorías legislativas".

"Yo no creo que sea el PP. Son manzanas podridas. Unas serán del Partido Popular, otras del PSOE y otras de CDC, para que quede claro", respondió Rosell a la pregunta del diputado del PP Agustín Parra relativa a por qué creía que el partido que entonces dirigía Mariano Rajoy había decidido perseguirle con la causa por la que terminó siendo absuelto.