GRUPO PARLAMENTARIO

IU ve "imprescindible" cambiar el nombre de Sumar para reunificar a la izquierda de cara al próximo ciclo electoral

El partido de Antonio Maíllo asume que no habrá movimientos en este sentido hasta que pase la asamblea de Sumar, prevista para marzo

El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, durante una rueda de prensa.

El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, durante una rueda de prensa. / Rocío Ruz

Ana Cabanillas

Ana Cabanillas

Cuando se cumple un año desde que Podemos rompiera con Sumar en el Congreso de los Diputados, ya empieza a dibujarse el mapa de cómo será el próximo acercamiento. La posibilidad de volver a estar bajo el mismo paraguas no genera a día de hoy entusiasmo alguno ni en el partido morado ni en las filas de Yolanda Díaz, pero todos son conscientes de que es la única vía para evitar que, en unas generales, la izquierda más allá del PSOE se fracture en dos papeletas, algo que pasaría una importante factura en términos de representación, al penalizar la ley electoral a las formaciones minoritarias.

En este contexto, Izquierda Unida se ha lanzado a la tarea de preparar el terreno para la reconciliación, con contactos de su coordinador federal, Antonio Maíllo, con dirigentes tanto de Sumar como de Podemos. Y una de las tesis que considera "imprescindible" para llevar a buen puerto esta reunificación es cambiar las siglas de la coalición y eliminar la marca 'Sumar' del nombre del grupo parlamentario que comparten. Un cambio que, creen en IU, será condición sine qua non para afrontar las próximas generales con ciertas garantías, al dar por hecho que Podemos no aceptará la marca de Yolanda Díaz en su papeleta y que el nombre de una eventual coalición con los morados estaría muy alejado de la marca Sumar.

Hasta el momento, el nombre es el mismo para la coalición de partidos (Sumar) y para el partido fundado por Díaz (Movimiento Sumar), lo que genera una "confusión" que ha sido denunciada en múltiples ocasiones por IU, que busca desvincularse de una marca a la que ya dan por amortizada como un proyecto integrador, después de la mala gestión de Yolanda Díaz al frente de la coalición y tras encadenar varios fracasos territoriales.

Y sin embargo, esta petición ha generado gran malestar en el partido Sumar, donde han cerrado hasta ahora la puerta a ninguno de estos cambios. "No es el momento de poner esta cuestión encima de la mesa", zanjó la secretaria de Organización, Lara Hernández, cuando se abrió el debate. También quiso defender el liderazgo de Yolanda Díaz como "la referencia política de este espacio" después de que la vicepresidenta segunda haya sido también cuestionada por IU.

Maíllo aseguró tras las europeas que su dimisión del partido facilitaba el entendimiento con otras fuerzas y en las últimas semanas ha alabado su gestión en el Gobierno pero ha asegurado que en otros aspectos "debe mejorar". Estas críticas han sentado especialmente mal en las filas de Sumar, donde creen excesivas las declaraciones del líder de IU, al que atribuyen un intento de ganar relevancia en el espacio a costa de desacreditarles.

Hasta primavera

La petición de cambiar la marca de Sumar en el Congreso -el nombre oficial es Grupo Plurinacional de Sumar- abrió un debate a lo largo y ancho de la coalición, y generó cierta división: salvo los Comunes, que se alinearon con Yolanda Díaz y vieron innecesario el cambio, el resto de formaciones sí se abrió a la posibilidad de repensar la marca, siempre y cuando existiese acuerdo.

En Izquierda Unida admiten que, pese a haber abierto el debate, no será posible abordar los cambios hasta al menos primavera, ya en estos momentos Sumar "no puede afrontar el debate" dada la proximidad de su asamblea constituyente, prevista para finales de marzo. Una vez pasado el cónclave interno, donde el partido de Díaz deberá fijar sus nuevas coordenadas y su relación con el resto de fuerzas, aseguran que ya no habrá excusa para abordar el cambio nominal y desterrar de la coalición una marca que en IU creen fallida.

El partido de Maíllo considera que conforme se vaya aproximando la cita electoral de las generales, será necesario un "cambio de nombre drástico", algo que "va a caer por su propio peso" y que a su juicio debería realizarse más pronto que tarde. Argumentan que tener una nueva marca permitiría "capitalizar la gestión de Gobierno para volcarla en la próxima candidatura", que aspira a ser de unidad. "Si queremos que vuelvan a votarnos con el nuevo nombre, debemos construir ya la marca para poder identificarnos y volcar ahí nuestro capital", vienen a señalar.

Podemos pone condiciones

En las últimas semanas Podemos ya vienen admitiendo la necesidad de volver a unir fuerzas en la izquierda para evitar la penalización electoral. Sin embargo, los de Pablo Iglesias piensan poner un alto precio a un eventual acuerdo, aprovechando el momento de extrema debilidad de Sumar y las dudas sobre el liderazgo de Yolanda Díaz que también han venido expresando en IU.

Los morados han venido deslizando alguna de las condiciones que exigirían para llegar a un acuerdo de unidad. Todas ellas van encaminadas a un objetivo común: la "reparación" a Podemos, que fue excluido por Díaz del Gobierno y cuya máxima representante, Irene Montero, también fue vetada en las listas de las generales. Es por esto que en el partido están decididos a que una de las condiciones sea la presencia de la exministra de Igualdad, hoy eurodiputada, en las listas, con la salida de Yolanda Díaz del liderazgo de una eventual coalición.