PESE A LAS CRÍTICAS MUTUAS

Gobierno y PP olvidan sus diferencias para repartirse los puestos del Consejo de Estado

Moncloa ofreció a Génova dos cargos y los populares dieron los nombres del ex presidente de La Rioja, Pedro Sanz, y el ministro Juan Carlos Aparicio

Las conversaciones se produjeron entre Félix Bolaños y Cuca Gamarra

El PP entiende que no es positivo perder presencia en los órganos institucionales tras la imposibilidad de pactar el CGPJ

Isabel

Isabel / Eduardo Parra / Europa Press

La distancia sideral entre el Gobierno y el PP, alimentada y promovida por ambos lados, no ha sido impedimento para que se pongan de acuerdo en los nombramientos de la renovación del Consejo de Estado. Apenas dos días después de un sonoro enfrentamiento, con la cumbre iberoamericana de Santo Domingo de trasfondo, el Consejo de Ministros ha aprobado este martes la designación de nuevos miembros del Consejo de Estado y la renovación de otros.

Entre los nuevos, Elena Valenciano, Javier Losada, Juan Carlos Aparicio y Pedro Sanz. Dos del ámbito socialista y otros dos del PP. Su elección es una prerrogativa del Ejecutivo que no estaba obligado a ofrecer estos puestos al PP, según fuentes del Gobierno. Pero, apuntan, se les hizo la propuesta y Génova aceptó. Pusieron sobre la mesa los nombres de Aparicio, ex ministro de Trabajo con José María Aznar, y Sanz, ex presidente de La Rioja, que cubre la vacante destinada a los dirigentes autonómicos. Aparicio sustituye a Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona, que fue ministro con la UCD.

Las conversaciones sobre los cambios en el mandato de los consejeros se produjeron entre el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y la secretaria general del PP y portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra. Fue Bolaños quien tuvo la iniciativa y no encontró ninguna resistencia, lo que demuestra que en algunos temas, el Ejecutivo y el PP son capaces de llegar a pactos. a pesar del ambiente de crispación reinante entre ellos. Los miembros electivos del Consejo de Estado no tienen un sueldo permanente pero cobran dietas por su asistencia a las reuniones.

En Génova también niegan una negociación formal y reconocen que desde hace semanas recordaban al Gobierno que las cuotas del PP en este órgano debían estar presentes. Hicieron lo mismo con el Banco de España. "Si no ocupas el espacio, te lo ocupan", explican fuentes de la dirección.

Los populares no esconden que sería negativo perder influencia y peso en los órganos constitucionales, teniendo en cuenta que el CGPJ es "imposible" de acordar en este momento y que el Gobierno decidió actuar en el Tribunal Constitucional garantizando una década de mayoría progresista. "En el Consejo de Estado ha habido un equilibrio histórico y la pluralidad tiene que garantizarse", zanjan dentro de la cúpula conservadora. Gamarra ha sido la que ha hablado en todo momento con Bolaños y Feijóo estaba convencido de que había que ocupar esos dos puestos.

Recuperación de Elena Valenciano

Los nombramientos tienen una lectura también netamente socialista ya que supone la recuperación de la ex vicesecretaria general del PSOE en la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Valenciano. Muy alejada de Sánchez, desde que se hizo con las riendas del partido y de su posterior llegada a la Moncloa, tiene vínculos muy cercanos con algunas personas que ahora son de la máxima confianza del presidente como su jefe de gabinete, Óscar López, y su segundo, Antonio Hernando, que también pasaron una larga temporada muy distanciados del jefe del Ejecutivo.

Valenciano entra en lugar de Amelia Valcárcel, antes próxima al PSOE pero que en los últimos meses se ha caracterizado por su beligerancia contra la 'ley Trans' e incluso ha participado en actos del PP y ha colaborado en el texto que sobre este asunto prepara el PP. Losada suple al ex presidente del Sendo, Juan José Laborda.

En la categoría de consejeros electos repiten Juan Carlos Rodríguez Ibarra, José María Michavila, Jordi Guillot, María Emilia Casas, Elisa Pérez y Soraya Sáenz de Santamaría. Estos contactos sobre el Consejo de Estado prueban que se mantiene un hilo de interlocución entre la parte socialista del Gobierno y el PP. Génova, en cambio, se ha negado a renovar el Consejo General del Poder Judicial con el argumento de que Pedro Sánchez les engañó porque no les dijo claramente que iba a eliminar el delito de sedición, en el momento en que se producían estas negociaciones.

En el día a día, lo que transmiten el Ejecutivo y el PP es que no existe ninguna sintonía entre ellos y que no hay canales de comunicación abiertos. Pero, por ejemplo, Moncloa informó a Génova de los planes sobre la información militar de la infanta Leonor, algo que no hizo con sus socios de coalición, Unidas Podemos.