Sánchez anuncia una ley que obligará a la paridad en el Gobierno y en las grandes empresas

A las puertas del 8M y a tres días de que el Gobierno escenifique en el Congreso, salvo sorpresa de última hora, su fuerte división por la reforma de la ley del 'solo sí es sí', este sábado estaba llamado a ser de alta tensión con actos de

Pedro Sánchez

e 

Irene Montero

 programados a la misma hora. La jornada no ha defraudado. El jefe del Ejecutivo ha restado importancias al choque con sus socios y ha desviado la atención anunciando la aprobación en el próximo Consejo de Ministros de una ley de representativa paritaria que obligará a que haya un 40% mínimo de mujeres en los futuros gobiernos y en los consejos de administración de las grandes empresas. A la par y a tan solo siete kilómetros de donde estaba Sánchez, Montero y la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, han lanzado críticas veladas a esta iniciativa y han reclamado al PSOE alcanzar un acuerdo sobre la ley del 'solo sí es sí' para evitar la "alegría" de PP y Vox.

"Si las mujeres representan la mitad de la sociedad, la mitad del poder político y la mitad el poder económico tiene que ser de las mujeres", ha sentenciado Sánchez en un acto celebrado en la Casa de Campo de Madrid antes de explicar que la ley que aprobarán el próximo martes. El anteproyecto que maneja el Gobierno, y que no ha sido impulsado por el Ministerio de Igualdad, establece la obligación de que en los futuros consejos de ministros deba haber un 40% mínimo de mujeres. "Ellas eran mucho mejor ministras que ellos", ha bromeado el expresidente 

Jose Luís Rodríguez Zapatero

, que también ha participado en el acto, recordando a su gabinete.

El mismo porcentaje mínimo se aplicará a los consejos de administración de sociedades cotizadas y de entidades de interés público; así como a las juntas de gobierno de los colegios profesionales y los jurados de premios financiados con dinero público. Si la ley sale adelante, tendrán de plazo hasta mediados de 2026 para cumplir este requisito. Además, la norma recoge una modificación de la Ley orgánica del Régimen Electoral General para obligar a los partidos a presentar listas cremallera. Es decir, que haya siempre alternancia entre hombres y mujeres.

Nueva diferencia

"En realidad, al hacer esto, no solamente estamos dando un paso más allá y nos situamos a la vanguardia feminista del conjunto de Europa, sino en favor del conjunto de la sociedad española, porque instituciones no tan sospechosas de ser progresistas como el 

Fondo Monetario Internacional

 nos dicen que si participara el conjunto de la población femenina en el desarrollo económico de nuestro país, el PIB subiría entre un 15% y un 20% más", ha defendido Sánchez.

Sus socios morados no han recibido la iniciativa con tanta alegría. Antes incluso de que el jefe del Ejecutivo hiciera el anuncio y sin hacer mención concreta de la propuesta, Montero ha aseverado que el objetivo "no es que unas pocas mujeres consigan reventar el techo de cristal", sino que "hasta la mujer más machacada se pueda despegar del suelo pegajoso". Un reproche similar ha lanzado Belarra: "Feminismo no es que Ana Patricia Botín y Marta Ortega dirijan una gran empresa, es topar las hipotecas de tipo variable".

Martes intenso

Con esta nueva discrepancia, el proyecto de ley se aprobará el próximo martes en el Consejo de Ministros. Esa jornada dejará una imagen curiosa. Por la mañana, el Gobierno impulsará esta iniciativa para enviarla al Congreso y, por la tarde, ambas formaciones votarán por separada en la aceptación a trámite de la reformar de la ley del 'solo sí es sí'. 

Unidas Podemos

rechazará la propuesta de sus socios salvo que se produzca una negociación en los próximos días.

"Este gobierno de coalición tiene una agenda que supera con mucho cualquier discrepancia que podamos tener. Nos unen más cosas que las que nos separan", ha sido la única alusión de Sánchez a estas discrepancias. Las mismas palabras que ya empleó el viernes. Los socialistas dan por asumido el 'no' de los morados y tanto el jefe del Ejecutivo como la secretaria de Igualdad del

PSOE

, Andrea Fernández, y Zapatero han evitado referirse a la norma en cuestión.

Montero, por su parte, si ha hecho un llamamiento a los socialistas para alcanzar un entendimiento antes de la votación del martes y no llegar a un 8M en el que "den palmadas de alegría los adversarios de los derechos de las mujeres". "Tenemos que llegar a un acuerdo para que el día 7 de marzo no se vote en el congreso de los diputados la vuelta al Código Penal de La Manada y le demos la oportunidad al 

PP

 y 

Vox

 de sumar sus votos al PSOE para retroceder en los derechos que hemos conquistados", ha sentenciado.

Con una dureza menor a la que ha exhibido en días anteriores, Montero ha señalado que el Gobierno y la mayoría feminista del Congreso "tiene que dar una respuesta a la preocupación social y a las víctimas que están viendo como algunos jueces rebajan las condenas a los agresores". En este sentido, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha cerrado filas con las dirigentes moradas: "Todo nuestro apoyo, desde ERC, para intentar cambiar las cosas hacia donde deben ser cambiadas. Gracias, gracias y gracias. Tenéis todo nuestro apoyo".