DIRIGIÓ LA OPERACIÓN

Ciudadanos despide a Carlos Cuadrado, ideólogo de la moción de censura en Murcia

Llevaba toda la vida en el partido naranja, pero su nombre se hizo célebre por haber dirigido la operación en Murcia que provocó la repetición electoral en Madrid y que se considera el principio del fin de Ciudadanos

Este martes los nuevos líderes le comunicaron que no cuentan más con él y se despidió de su equipo

Carlos Cuadrado, el ex vicesecretario general de Ciudadanos.

Carlos Cuadrado, el ex vicesecretario general de Ciudadanos. / Europa Press

Paloma Esteban

Paloma Esteban

La nueva dirección de Ciudadanos, que encabezan el eurodiputado Adrián Vázquez y la parlamentaria balear Patricia Guasp despidió este martes a Carlos Cuadrado, dirigente veterano y considerado el ideólogo de la moción de censura en Murcia en marzo de 2021, que dio paso a la repetición electoral en la Comunidad de Madrid y que destrozó a la formación naranja tras perder dos gobiernos autonómicos de un plumazo.

Tres días después de aquella operación que en el partido consideran el principio del fin, Inés Arrimadas —que decidió seguir contando con él y con el otro veterano superviviente, José María Espejo, tras la marcha de Albert Rivera — tomó medidas y lo sacó de la ejecutiva permanente. Siguió, eso sí, ocupándose de las cuentas del partido, con un perfil político inexistente y lejos de la toma de decisiones. Ahora, la nueva ejecutiva que salió elegida en el congreso de enero ha dado por terminados sus servicios. Según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, la decisión se le comunicó este martes y él se despidió de todo su equipo de manera definitiva. En conversación con este diario, Cuadrado ha preferido no hacer declaraciones hasta ver a su abogado. Fuentes de la dirección, por su parte, aseguran que "el proceso de renovación" terminó tras las primarias y que "también afectó a cargos de responsabilidad" como Cuadrado porque su puesto ha sido cubierto por otra persona.

Cuadrado formó parte de Ciudadanos desde el principio, cuando todavía era un partido de ámbito catalán, y siempre estuvo en la cúpula de Rivera al frente del departamento de Finanzas, aunque no fuera de la estricta confianza del presidente nacional, como sí lo era José Manuel Villegas o Fernando de Páramo. Fue uno de los poquísimos dirigentes que se quedó a pesar de la dimisión del líder tras el desastre electoral de 2019, pero su nombre se hizo célebre después de aquella operación. 

El ya exdirigente naranja estuvo al frente de la estrategia del partido por decisión de Arrimadas, que optó por mantener a personas con experiencia que no saltaron del barco naranja para tratar de reflotar a la organización, herida de muerte. Él y en menor medida, Espejo (aún diputado en el Congreso) llevaban la vida orgánica del partido en el día a día, para disgusto de muchos otros dirigentes que integraban la ejecutiva y que a menudo discutían sus decisiones.

Con la llegada de Arrimadas al liderazgo, Cuadrado siempre defendió que Ciudadanos debía recuperar su condición de partido bisagra y abandonar una etapa en la que el PP había sido fuera de toda duda el socio preferente. La estrategia comenzó en el Congreso de los Diputados (y se hizo visible en momentos clave de la legislatura, como el apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez a los estados de alarma y otros muchos decretos, distinguiendo su posición de la del PP de Pablo Casado). Y después, la hoja de ruta se extendió a los territorios.

La moción de censura en Murcia tuvo consecuencias nefastas para el partido casi inmediatamente después de hacerse pública. Arrimadas siempre aseguró, a pesar de ser la presidenta del partido, que no contaba con toda la información y que Cuadrado tomó muchas decisiones unilaterales comprometiendo al partido entero y en negociaciones directas con Moncloa.

El primer paso pasaba por descabalgar al presidente regional, Fernando López Miras, aupar como nueva presidenta a la consejera Ana Martínez Vidal y cerrar una coalición con el PSOE. A cambio, otras alcaldías de la Región cambiarían de signo también. Con lo que no contaba Cuadrado era con una rebelión interna en el partido de Murcia, empezando por la vicepresidenta autonómica, Isabel Franco, que había sido la candidata a las autonómicas y que tenía una fortísima enemistad con Martínez Vidal y con el propio Cuadrado.

López Miras, ayudado por Teodoro García Egea, que fue quien realmente consiguió frenar aquella operación, consiguió mantenerse en el poder, desactivando la pretensión de Ciudadanos. La incomprensión de la mayoría del partido naranja fue absoluta, convencidos de que habían cometido el mayor error político posible. Y a las pocas horas, Isabel Díaz Ayuso, que también acumulaba una animadversión total por su socio de Gobierno, también Ciudadanos, decidió adelantar las elecciones en un golpe estratégico con el que tampoco nadie contó de inicio.

El resto de la historia es sabida: casi rozó la mayoría absoluta, Ciudadanos se quedó sin representación, el entonces vicepresidente, Ignacio Aguado, ya está fuera de la política, y el partido naranja rompió relaciones con el PP por completo. Casado y García Egea empezaron entonces una OPA hostil para hacerse con muchos cargos naranjas por toda España, de la mano de Fran Hervías, que había sido secretario de Organización del partido durante mucho tiempo, compartiendo dirección también con Cuadrado.

Tanto Cuadrado como Espejo dimitieron como vicesecretarios en una tensa ejecutiva el 15 de marzo de 2021, en la que Toni Cantó también dimitió (después se iría con Ayuso) y otros muchos dirigentes hicieron visible su malestar con Arrimadas. Desde entonces quedó apartado, pero siguió yendo a trabajar cada día a la sede. Hasta este martes, que los nuevos líderes naranjas decidieron poner punto y final.