NO ASISTIRÁ AL DEBATE

El PP intenta desactivar la moción de Vox: "Es un espectáculo al que Feijóo no irá"

El líder conservador sí ocupó el escaño de jefe de la oposición el pasado verano durante el debate sobre el estado de la nación aunque no pudiera intervenir, cosa que no hará en la moción de Vox

El objetivo es mostrar indiferencia e incluso dejan en el aire que sea Gamarra la que defienda la postura del grupo popular frente a Tamames y Abascal

Feijóo preside el comité de dirección en Génova.

Feijóo preside el comité de dirección en Génova. / DIEGO CRESPO.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Con la moción de censura de Vox ya registrada en el Congreso y que tendrá como candidato a Ramón Tamames, los grupos parlamentarios se plantean cuál será la estrategia que llevarán a un debate que todavía no tiene fecha y que es decisión de la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet. El PP, como publicó este diario, tiene claro que apostará por un perfil muy bajo e incluso navegará en la indiferencia. Que pase pronto y sin mucha repercusión es el objetivo. Y el portavoz electoral, Borja Sémper, tras la reunión del comité de dirección popular, no quiso dejar dudas sobre el papel que jugará Alberto Núñez Feijóo: no asistirá a ocupar el escaño de jefe de la oposición a pesar de que podría hacerlo.

El líder del PP no es diputado y, por eso, no puede intervenir en las sesiones del Congreso. Pero sí puede ganar foco asistiendo a sesiones solemnes como ya hizo el pasado mes de julio en el debate sobre el estado de la nación. La posición fue defendida por la portavoz parlamentaria y secretaria general, Cuca Gamarra, bajo la atenta mirada de su jefe de filas, que se llevó buena parte de la atención de los fotógrafos. Era la primera vez que asistía a una sesión.

“Por supuesto que no acudirá”, dijo sin un solo matiz Sémper, desvelando de nuevo el nulo interés que el PP tiene por dar relevancia a la moción de censura. Hasta el punto de que el portavoz quiso dejar en el aire, de manera intencionada, que su partido tomará más adelante la decisión de quién intervendrá. Con todo, en la formación dan por hecho que volverá a ser Gamarra.

Los populares están convencidos, como repitió el portavoz en Génova, de que la iniciativa de Vox será “un balón de oxígeno” para Pedro Sánchez “en el momento de mayor debilidad del Gobierno”. “Está achuchado por divisiones internas en todos los puntos, desde la ley del ‘sólo sí es sí’ a la ‘ley trans’, el escándalo del ‘tito Berni’, los precios de los alimentos o Ucrania. Y ahora Vox sale al rescate”, reprochó Sémper.

En el PP consideran además que el Congreso “lo último que necesita es otra bronca poco edificante”, dando por hecho que el debate que generará la moción “sólo servirá para ver ejercicios tácticos y partidistas”. “Lo que España necesita es rigor y seriedad, no espectáculos”, dijo el portavoz solo unos días después de que Feijóo calificara de “show” la propuesta que tiene al exdirigente del PCE al frente.

La posición del partido de Feijóo es que en año electoral y a solo tres meses de las elecciones autonómicas y municipales, una moción de censura ahora “desvía el foco y la presión” que tiene encima el Gobierno. “Vamos a acudir a las urnas y veremos. Esto es un flotador mediático”, repitió Sémper, que tampoco quiso entrar a las comparaciones con la postura que tuvo su partido en 2020, entonces presidido por Pablo Casado, y que finalmente decidió votar en contra de la moción planteada por Vox que tenía como candidato a Abascal. 

Feijóo optó por una estrategia distinta y desde el primer momento, ya en el mes de diciembre que Vox comenzó a hablar de la moción, dejó claro que se abstendría: no votará a favor porque no respalda a un candidato que no sea el del PP, pero tampoco se posicionará en contra de un instrumento que pretende poner punto y final al Ejecutivo de coalición de PSOE y Unidas Podemos.