POLÉMICA ANTIABORTO

Feijóo defiende el derecho al aborto dentro de la ley de plazos tras el revuelo del PP

Tras las presiones del ala dura y la inquietud dentro del partido, Feijoo confirma su defensa a la ley de plazos y considera el aborto un derecho dentro de esa norma

Feijóo defiende el derecho al aborto dentro de la ley de plazos

PI Studio

Paloma Esteban

Paloma Esteban

El aborto es una decisión de la mujer que se puede solo adoptar de acuerdo con la legislación”. Alberto Núñez Feijóo se pronunció así ante las insistentes preguntas de los medios de comunicación sobre si su partido considera o no que el aborto es un derecho. El vaivén de posturas y las presiones del ala más conservadora habían llevado al partido a un debate sin fin. Y el líder del PP lo que hizo finalmente fue reafirmarse en su defensa a la ley de plazos de Zapatero (avalada por el Constitucional), asumiendo el aborto como un derecho dentro de esa ley, y después de que su portavoz electoral, Borja Sémper, dijera el pasado lunes que no era un derecho.

Sí quiso dejar claro que para su partido el aborto no es “un derecho fundamental” como sí piensa la izquierda, tal como ya explicaban fuentes de la cúpula a este diario el lunes, porque “no está recogido así en la convención de Derechos Humanos”, y que por tanto, “el aborto es exclusivamente el derecho que tiene una mujer de acuerdo con la ley, y fuera de esa ley no puede producirse”.

“Mi opinión la he dado y no voy a cambiarla. Es clara y diáfana”, dijo en una respuesta evidente a algunas declaraciones de exministros como Jorge Fernández Díaz o Jaime Mayor Oreja, que después de la asunción de la ley de plazos por parte de Feijóo, pidieron una “reflexión” por ver un giro evidente.

En el entorno del líder popular recuerdan que aunque su partido recurrió la ley de Zapatero en 2010, Mariano Rajoy no cambió esa norma con mayoría absoluta y que, por tanto, en los últimos años el PP ha dado ese giro “por omisión”.

Con la intención de calmar las distintas sensibilidades que conviven en el partido, Feijóo volvió a reiterar que “apoyarán a todas las mujeres en sus procesos de maternidad de manera incondicional” y “no coaccionaremos a ninguna mujer que quiera interrumpir su embarazo”. Y continuó: “En una interrupción del embarazo confluyen cuestiones éticas, morales, de conciencia, religiosas… Cuando confluyen todas esas cuestiones hay que buscar consensos, no hay que criticar a nadie y hay que respetar la opiniones”, afirmó. Las declaraciones las hizo en una visita a la Fundación Infantil Ronald Mcdonald (situada junto al Hospital Infantil Universitario Niño Jesús) después de que el martes evitara a toda cosa pronunciarse sobre el asunto.

Y de entrada, no lo hizo. A la primera pregunta sobre el aborto, Feijóo respondió: "Yo comprendo que en la España actual haya tanto interés en desviar los asuntos importantes que raya lo cómico. En una España en la que el Gobierno está en una implosión, en la que el Gobierno está roto porque ni siquiera se pone de acuerdo en las leyes que aprueba, que rompe su disciplina de voto ayer de nuevo y que no tramita de forma urgente lo que debe para frenar la sangría de rebaja de penas a agresores sexuales...". Con la frase se quejaba de la presión que su partido está sufriendo con el asunto del aborto mientras, a su juicio, hay otros asuntos de más relevancia encima de la mesa. A renglón seguido trató de zanjar su posición: "El aborto haya que regularlo", dijo.

La realidad es que el revuelo llevaba días instalado en el partido, sobre todo por las distintas versiones de dirigentes. Si Feijóo aseguró la semana pasada que la ley de plazos es “correcta", exministros del PP como Jorge Fernández Díaz pedían una “reflexión” más profunda ante el cambio de posición. Miembros de la Iglesia llamaron “traidor” a Feijóo. En días sucesivos ni Borja Sémper, ni Cuca Gamarra o Elías Bendodo fueron capaces de explicar una postura común. Fue Sémper el que afirmó primero que el aborto "no era un derecho". El portavoz electoral sí dijo el pasado lunes que el partido no había modificado su posición y que no consideraba el aborto un derecho.

La cuestión es que la ponencia política del PP en vigor (aprobada en 2017 aún con Mariano Rajoy y que no se ha vuelto a actualizar en un congreso) es nítida al respecto. En su punto número 54, el texto aprobado en el último congreso dice: “El Partido Popular está firmemente comprometido en la defensa y protección del derecho a la vida. Por eso consideramos que el aborto no debe entenderse como un derecho sino como un fracaso de la sociedad". En la cúpula popular reconocen que más adelante el ideario podría tener que actualizarse.