CONSEJO DE MINISTROS

El Gobierno abre Rota a dos nuevos destructores del escudo antimisiles de la OTAN

La base gaditana se convierte en la principal pata naval del paraguas europeo contra cohetes

El destructor con capacidad Aegis USS Donald Cook llega a Rota en una travesía de 2019. En la esquina inferior izquierda, su batería lanzamisiles.

El destructor con capacidad Aegis USS Donald Cook llega a Rota en una travesía de 2019. En la esquina inferior izquierda, su batería lanzamisiles. / US NAVY

Juan José Fernández

La base naval de Rota pasará a ser el principal vértice de disparo de misiles antimisil de la OTAN en Europa, con hasta seis destructores Aegis norteamericanos atracados y desplegables desde su muelle. 

Un acuerdo del Consejo de Ministros tomado este martes abre el trámite final para que en la base gaditana se asiente el pie naval del escudo antimisiles de la Alianza. El Ejecutivo decidió arrancar la negociación (solicitada por Estados Unidos) para una adenda al tratado de colaboración hispano-norteamericano de Defensa que permita la llegada de dos nuevos buques lanzamisiles americanos, supuestamente de la clase Arleigh Burke, dotados con baterías capaces de interceptar cohetes balísticos o bombarderos estratégicos que busquen objetivos en Europa y sus mares. 

Es una mera formalidad; no hay mucho que acordar. En mayo pasado, de visita en Washington y con la guerra de Ucrania calentando la oratoria nuclear de Moscú, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ya trató con el Pentágono esta ampliación del escudo antimisiles, sistema que Vladímir Putin ha considerado siempre hostil. 

El 28 de junio, aprovechando el encuentro entre Pedro Sánchez y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante la cumbre de la OTAN, el Gobierno español desveló su intención de acoger dos destructores más. El Ejecutivo no precisa llevar su decisión al Congreso, pues 552 militares más (las dotaciones de los nuevos destructores) no traspasarán el tope de 4.250 militares que permite el tratado en Rota, donde actualmente la US Navy tiene desplegados 3.200 marinos y 450 civiles de apoyo.

El escudo

El atraque de los dos nuevos destructores, que no empezará antes de 2024 y ha de culminar en 2025, incrementa la potencia de fuego antimisil de la base un 50%. Rota, con seis destructores Aegis, pasa a ser el principal punto estratégico de proyección de buques antimisil en Europa. Actualmente alberga a los destructores Bulkeley, Paul Ignatius, Arleigh Burke y Roosevelt. Todos ellos llevan el apellido Aegis. 

Con esa adaptación del término griego para referirse a "escudo" se conoce a una combinación de computadoras, radares y tubos lanzacohetes de base naval, aunque también instalable en tierra. El software con que está equipado, coordinado desde un centro de mando en la base aérea germano-estadounidense de Ramstein, es capaz de integrar la detección y punto de mira sobre 200 objetivos a la vez, y alcanzar aviones, radares, barcos, búnkeres u otros misiles a hasta 200 millas de distancia. 

El sistema Aegis viaja a bordo también de las cinco fragatas españolas más avanzadas, las F-100 o clase Álvaro Bazán, como la Blas de Lezo que movilizó la Armada en enero pasado para integrarse en un disposición naval de la la OTAN adelantado por la invasión rusa de Ucrania. 

Otros movimientos rusos han marcado el desarrollo del escudo. En 2014, con la anexión de Crimea por Moscú, Estados Unidos decidió obviar su acuerdo antimisiles balísticos con Rusia y acordar con España el atraque en Rota de los dos primeros destructores Aegis. Gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero.

Hoy el escudo antimisiles de la OTAN tiene cuatro patas. Rota es el vértice naval. La base aérea de Deveselu, en Rumanía, con 24 tubos para misiles SM-3 es la pata oriental, aunque la mayor proximidad a territorio ruso del escudo está en los lanzacohetes de la misma clase instalados en la base polaca de Rezikowo, próxima a la franja de Kaliningrado. En Turquía está el radar que detecta movimiento de misiles o bombarderos hacia Europa desde Rusia, Irán o, quizá, Corea del Norte.

El incremento de destructores antimisil en la costa gaditana aumenta también la capacidad de intercepción de misiles balísticos que, instalados o no por Rusia, pudieran partir de Libia o el Sahel hacia Europa occidental.

Los misiles SM-3 del sistema Aegis son por el momento la protección más tupida -y estratosférica- contra un ataque con cohetes de que dispone la OTAN, pero permanece como secreto militar de la Alianza si el sistema es capaz ya de incorporar cohetes capaces de interceptar a tiempo los misiles hipersónicos Kinzhal que, supuestamente, posee Rusia.