APOYOS A CASTILLA Y LEÓN

Un cargo del PP andaluz se alinea con Vox sobre el aborto: "Es asesinato"

Un miembro del PP de Huelva y la ejecutiva regional escribe en redes mensajes a favor del protocolo aprobado en Castilla y León defendiendo que hay que “evitar asesinatos” y que abortar “no es un derecho”

Moreno cierra filas con Mañueco y asegura que la máxima autoridad en la comunidad es su presidente, pidiendo a PSOE y Vox que no alimenten "polémicas estériles"

Juan Manuel Moreno.

Juan Manuel Moreno.

El protocolo del aborto impulsado por el Gobierno de PP y Vox en Castilla y León y que ha sido impugnado por el Ejecutivo de la nación ha tenido repercusiones en el debate político andaluz. El portavoz del PP en la Diputación de Huelva, Juan Carlos Duarte, miembro de la dirección andaluza de Juan Manuel Moreno y coordinador provincial, ha dejado escrito en redes varios mensajes de apoyo a las medidas impulsadas en Castilla y León. Duarte sostiene que “el aborto no es un derecho”, añadiendo “que se lo pregunten al niño que matan”. “En Castilla y León quieren evitar asesinatos. Tenlo claro campeón”, publica en otro mensaje en Twitter. Su cuenta está plagada de mensajes antiabortistas. El PP no se ha pronunciado públicamente pero fuentes del partido en Andalucía aclaran que esa es una opinión personal que no se corresponde con la posición oficial.

Los mensajes han sido señalados por el coordinador andaluz de IU, Toni Valero, y por la portavoz parlamentaria de Por Andalucía, Inma Nieto, que ha pedido a Juan Manuel Moreno que cese Duarte y se posicione “contra las medidas anunciadas por Castilla y León”. “Con su silencio se alinea con los ultras y se sitúa al margen de los derechos humanos”, insiste Nieto. Valero añade que esos mensajes son “violencia contra las mujeres”.

El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, se ha pronunciado sobre la polémica por las medidas anunciadas por Castilla y León, que diseña un protocolo antiabortista que ofrece a las mujeres la posibilidad de una ecografía 4D o de oír el latido fetal antes de tomar la decisión de interrumpir su embarazo. Unas medidas que el Gobierno de la nación ha amenazado con llevar a los tribunales si no se frenan por considerar que vulnera el derecho, consagrada por ley, al aborto en España. Después de la carta remitida por el Ejecutivo central con ese requerimiento, la Junta de Castilla y León ha defendido que seguirá adelante y ha denunciado una invasión de sus competencias autonómicas.

Moreno cerró filas con el presidente Alfonso Fernández Mañueco defendiendo que ya "explicó de manera clara y meridiana no es una obligación sino algo voluntario". Vox insiste en que el protocolo será de obligado cumplimiento por el personal sanitario y niega fisuras con el PP sobre este asunto. "La sensación que yo tengo es que tanto Vox como el PSOE se necesitan y se retroalimentan buscando polémicas que son absolutamente estériles. Pido a ambas formaciones serenidad y rigor en los planteamientos", asumió Moreno. "El máximo respresentante del Gobierno es el presidente de Castilla y León y ya ha dejado claro que no hay obligatoriedad. Vox está en su derecho de reclamar lo que estime oportuno pero no preside la comunidad", zanjó el presidente de Andalucía.

El PSOE-A ya impulsó una batería de preguntas en el Parlamento al Gobierno andaluz. Se inquiere a la consejera de Salud sobre si Andalucía seguirá los pasos de Castilla y León y ofrecerás a las mujeres que quieran interrumpir su embarazo oír el latido fetal. Hasta el momento tanto desde la Junta de Andalucía como desde el PP andaluz la respuesta ha sido el silencio.

Moreno ha evitado entrar en el fondo de este asunto, sin duda, incómodo. Hasta ahora, el presidente andaluz ha eludido pronunciarse sobre el aborto como en más de una ocasión le ha requerido Vox. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sí que se pronunció recientemente a favor de que las menores de 16 años puedan abortar sin necesidad de autorización de sus padres, posicionándose en contra del postulado clásico del PP, que en 2010 recurrió por ese supuesto la ley del aborto al Tribunal Constitucional. Es uno de los asuntos que deben resolverse con urgencia después de doce años en el órgano de garantías y se espera que sea una de las prioridades impulsada por el nuevo presidente del Constitucional.

Cuando Díaz Ayuso se pronunció en esa línea, el pasado septiembre, Moreno eludió entrar en la polémica pero sí que dejó claro, distanciándose así de Vox, que hace falta más educación sexual para conseguir reducir la tasa de abortos en España. Hasta ahora, quien se supone que, en la línea de Alberto Núñez Feijóo, representa el alma más moderada del PP ha evitado todas estas polémicas impulsadas por la extrema derecha como parte de la llamada guerra cultural o ideológico, donde Moreno siempre ha dejado claro que no se siente cómodo.

El PP logró el pasado junio en Andalucía una mayoría absoluta que le permite gobernar en solitario y que convirtió a Vox en una fuerza irrelevante en el Parlamento andaluz. Durante la anterior legislatura, Moreno sí firmó un pacto de investidura con Vox que le obligó a hacer concesiones al partido de Santiago Abascal durante esa etapa de gobierno y que acabó abruptamente después de sus socios retiraran el apoyo al último Presupuesto. El Gobierno andaluz concedió la puesta en marcha de un teléfono de atención intrafamiliar, que sigue vigente, y estrenó un paquete de ayudas de un millón de euros para asociaciones provida. Ambas medidas se han mantenido en el último Presupuesto del PP para 2023, aprobado en solitario por los votos populares.