Negociación económica

Las reuniones entre Aragonès e Illa por los presupuestos: a la tercera no ha ido la vencida

El PSC exige ahora al 'president' que escoja si quiere pactar con ellos unas cuentas "de progreso" o bien con Junts para "continuar el 'procés'"

El 'president' Pere Aragonès, y el líder del PSC, Salvador Illa, en un pleno del Parlament.

El 'president' Pere Aragonès, y el líder del PSC, Salvador Illa, en un pleno del Parlament. / FERRAN NADEU

A la tercera no ha ido la vencida. La negociación de los presupuestos entre el Gobierno catalán y el PSC ha incluido tres reuniones presenciales del 'president' Pere Aragonès y Salvador Illa que no han servido para sellar un acuerdo. La última, la de este sábado, sirvió tan solo para constatar que están en el mismo punto en el que estaban antes de acabar el año: bloqueados por las discrepancias con el cuarto cinturón, la ampliación del aeropuerto y el complejo de ocio Hard Rock. Por ahora, ninguna de las dos partes cede y, de hecho, exige a la otra que dé su brazo a torcer, con el riesgo de que la precampaña de las municipales provoque que la interlocución acabe embarrancando. Pero es que además, los socialistas añaden ahora que, si ERC quiere pactar con ellos, tiene que renunciar a hacerlo con Junts.

Más de dos meses después de arrancar la negociación, el Govern en minoría de ERC no ha sido capaz todavía de sumar más apoyos en el Parlament que el de los ocho diputados de los 'comuns' para aprobar las cuentas, una suma de 41 que queda lejos aún de los 68 necesarios. Y que Aragonès pactara el proyecto con los sindicatos y las patronales tampoco ha supuesto para los socialistas, como esperaban en Palau, una presión suficiente como para acelerar su 'sí'. El 'president' ha visto postergado su calendario en al menos dos ocasiones. Su intención inicial era que los presupuestos superaran el primer trámite parlamentario antes de que acabara el año. Pero viendo que no lograba desencallar la alianza ni con los socialistas ni con Junts, acabó desplazando ese objetivo a las dos primeras semanas del 2023. Tampoco lo ha conseguido por ahora.

Pese a insistir que el acuerdo a cuatro bandas es posible y reclamar "responsabilidad" de forma reiterada, la oposición está dejando claro a Aragonès que, con su minoría, para continuar la legislatura va a tener que morder polvo. Este fin de semana tanto el PSC como Junts, que coinciden en la defensa de los macroproyectos que incomodan a ERC y que son un anatema para los 'comuns', han dado una vuelta de tuerca más al asunto y han emplazado al 'president' a escoger entre uno o el otro. Los socialistas, que hasta ahora no veían ningún problema con que los republicanos mantengan negociaciones con los posconvergentes, han acabado también situando al Govern ante una dicotomía que se explica por la marejada de fondo de la cumbre hispano-francesa del jueves y la manifestación independentista convocada para demostrar que el 'procés' "no se ha acabado".

Los republicanos participaran de la protesta con Oriol Junqueras al frente pese a que Aragonès ejercerá de anfitrión de los presidentes Pedro Sánchez y Emmanuel Macron, una decisión ante la que el PSC frunce el ceño y que tiene eco en la interlocución por los presupuestos. Ha sido el alcaldable socialista en Barcelona, Jaume Collboni, el encargado de verbalizar la nueva condición. El 'president', ha dicho, tiene que escoger entre "el progreso" que supone pactar con los socialistas o "continuar con el 'procés'" de la mano de Junts. Aún así, ha puntualizado que su partido no se levantará de la mesa pese que a las posturas continúan siendo "lejanas". A la espera de si hará falta una cuarta reunión entre Aragonès e Illa para salir del embrollo, así han sido los otros tres encuentros en un mes y medio de negociación: dos en la Casa dels Canonges, en el Palau de la Generalitat, el 24 de noviembre y el 14 de diciembre; y uno, el de este sábado, en Arenys de Mar, en el Maresme.

1. 24 de noviembre: se abre la veda

rechazaban la mano se reunían por primera vez en Palau

2. 14 de diciembre: el día que pactaron los 'comuns'

Illa volvió a estar en la Casa de los Canonges el 14 de diciembre, justo el día en que el Govern y los 'comuns' anunciaron su pacto a bombo y platillos. Por entonces, ERC ya había sellado la reforma de la malversación con el PSOE y parecía que se allanaba el terreno para que llegara de forma relativamente temprana la alianza con el PSC. El objetivo del Executiu era encarrilarlo todo antes de comerse las uvas. Pero los socialistas llevaban semanas advirtiendo de que no disponían de toda la documentación y, entre bambalinas, afeaban a ERC que hubiera priorizado a los 'comuns' y no al principal partido de la oposición. Desde el principio Illa dejó claro que no se sentía interpelado por las condiciones pactadas con los de Jéssica Albiach y que proyectos como el Hard Rock serían imprescindibles para el acuerdo, mientras que el Govern respondía que estos tenían que quedar al margen de la negociación presupuestaria. El jefe de la oposición empezó a advertir de que no tendría prisa porque ya era seguro que el año empezaría con una prórroga presupuestaria.

3. 14 de enero: el bloqueo sigue en Arenys de Mar

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plan director urbanístico.