Los planes de Génova

El PP de Alberto Núñez Feijóo, en construcción

El líder conservador tiene una hoja de ruta para el año electoral: fortalecer el partido antes de las elecciones de mayo, potenciar la Fundación Concordia y Libertad y rematar con los fichajes más relevantes

Alberto Núñez Feijóo, con la cúpula del partido, el pasado lunes en la reunión del comité de dirección.

Alberto Núñez Feijóo, con la cúpula del partido, el pasado lunes en la reunión del comité de dirección.

Cuando en abril nombró a la nueva dirección del PP, Alberto Núñez Feijóo avisó de que ese equipo sufriría modificaciones. Nueve meses después de llegar a la presidencia, el nuevo líder de los conservadores ha empezado a concretar lo que advirtió y este mes de enero ha activado ya un calendario con incorporaciones y cambios internos que, según fuentes de la dirección, se alargará hasta las elecciones generales, que se celebrarán a finales de año si Pedro Sánchez no cambia de opinión. “Los fichajes gordos están por llegar y será en el último tramo”, adelantan estas fuentes.

Feijóo se plantea este 2023 en varias fases: la primera incluye la activación de la campaña de las municipales y autonómicas de mayo, la segunda es más a largo plazo y afecta a la Fundación Concordia y Libertad y la tercera irá dirigida a rematar los fichajes para consolidar la imagen de que el PP es un partido que, después de perder una moción de censura por la corrupción y sufrir una batalla interna, está preparado para volver a la Moncloa y gobernar.

Primera fase. Estos días, Feijóo ha incorporado a dos políticos de cariz moderado, el exministro y exalcalde de Santander Íñigo de la Serna y el exdirigente del PP en Euskadi Borja Sémper, para preparar los comicios municipales y autonómicos de mayo. De la Serna coordinará los programas electorales y Sémper será portavoz. Con estos fichajes, Feijóo manda dos mensajes. A nivel interno, muestra su voluntad de ‘coser el partido’, ya que ambos fueron ‘sorayistas’; y, a nivel externo, el presidente del PP refuerza la moderación que dice defender, aunque estos meses ni él mismo la haya representado. Dos ejemplos: mantiene el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y ha llegado a acusar a Pedro Sánchez de “cambiar el régimen democrático”, una invectiva habitual de Isabel Díaz Ayuso.

“Necesitábamos tener más caras y tener más barreras antes de llegar a Feijóo”, afirma un diputado

"Necesitábamos tener más caras y tener más barreras antes de llegar a Feijóo", analiza un miembro de la dirección del grupo parlamentario. En el equipo del líder del PP, subrayan que tanto De la Serna como Sémper les ayudarán a conquistar no solo a los votantes de Cs, sino también a "los socialistas desencantados con Sánchez". 

La dirección del PP también quiere arreglar su posición en Navarra. Para ello quiere que se incorporen a sus filas Sergio Sayas y Carlos García Adanero, los dos diputados tránsfugas de Unión del Pueblo Navarro (UPN) que rompieron la disciplina de voto y se aliaron con el PP de Pablo Casado para intentar tumbar la reforma laboral del Gobierno. La dirección en Pamplona les expulsó y ese episodio dinamitó los puentes con el PP. Por esa razón, UPN no reeditará con los populares y Cs la coalición Navarra Suma que presentaron en las anteriores autonómicas.

Segunda fase. No pensando solo en los programas electorales de mayo, sino sobre todo en el de las generales, Feijóo quiere fortalecer la Fundación Concordia y Libertad, creada en 2018 por Casado y que tuvo a Adolfo Suárez Illana como primer presidente. Suárez Illana abandonó la política el pasado noviembre.

Los populares lanzaron esa fundación después de años de choques con la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), presidida por José María Aznar, y con ganas de convertirla en su nuevo laboratorio de ideas. Ahora Feijóo retoma esa idea de Casado, para “pensar, debatir y servir de oráculo” al PP. La idea, cuentan en Génova, es facilitar un espacio para que "exministros, exsecretarios de Estado, expertos en economía, en ciencias sociales, profesores de universidad, sindicalistas..." puedan aportar sus reflexiones desde fuera de la política activa y no tengan remilgos a hacerlo porque "no estarán dándoselas a un partido con unas siglas sino a una fundación".

Tercera fase. Uno de los lamentos que más repetían en la cúpula de Casado es la dificultad de fichar cuando todo el mundo sabe que te quedan años de travesía del desierto. Ahora, con el PP primero en las encuestas y con la Moncloa al alcance, Feijóo tiene más fácil "atraer talento", como suele decir él. Los fichajes más llamativos y de mayor peso, según fuentes de la dirección, llegarán "para las generales" y tendrán que ver especialmente con "la economía y la esfera internacional". En el primer asunto el nombre que ya ha empezado a circular es el de Luis Garicano, antiguo eurodiputado y exdirigente de Ciudadanos, ahora con contrato de profesor universitario en EEUU hasta otoño. En el segundo tema, Feijóo mantiene contactos con algunos diplomáticos que trabajaron cerca de Mariano Rajoy para que le ayuden a formar a su propio equipo.

Más allá de la estrategia de dejar los nombres más potentes para el final, hay una razón también económica para hacerlo. Nadie quiere renunciar a un puesto bien remunerado en la empresa privada o en una institución internacional a falta de tantos meses para las elecciones. "Feijóo tiene claros algunos nombres, a algunos los ha sondeado, a otros, no; pero sobre todo sabe esperar", asegura uno de sus colaboradores más cercanos.