Opinión | ANÁLISIS

Ernesto Ekaizer

Tribunal Constitucional: esperando a Godot… María Luisa Segoviano

En dos retratos sobre la situación del TC, Ernesto Ekaizer describe el paisaje después de la batalla del bloqueo por parte del PP, el sector conservador y del CGPJ, ante la nueva mayoría progresista y el cambio de la presidencia la semana que comienza. He aquí la primera entrega sobre lo que es una tensa espera

La jueza María Luisa Segoviano, en un acto.

La jueza María Luisa Segoviano, en un acto.

María Luisa Segoviano (Valladolid, 1950), la flamante magistrada del 

Tribunal Constitucional elegida por el 

Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que tomará posesión de su cargo, junto con los otros tres magistrados -Juan Carlos Campo y Laura Díez, por el Gobierno, y César Tolosa, también por el CGPJ-, este lunes día 9 de enero, a las 12:30 horas, es quien tiene el as en la manga para decidir quién será el nuevo presidente o presidenta del máximo tribunal de garantías.  

¿Por qué? 

La mayoría del TC cambia después de nueve años del dominio del sector conservador al del llamado sector progresista. Si se incluye a Segoviano dentro de este último, la nueva mayoría sería de siete magistrados y la minoría de cuatro. El Partido Popular sostiene que es una mayoría aplastante, pero es un partido olvidadizo con la aritmética. Porque los conservadores llegaron a tener mayoría de ocho a tres, antes de los nombramientos de noviembre de 2021 en el TC. 

El caso es que, desde hace unos meses, una de las magistradas del sector progresista, María Luisa Balaguer (Almería, 1953), ha lanzado su propia campaña, independiente de su sector, para ser la próxima presidenta. Balaguer, catedrática de Derecho Constitucional, profesora de periodismo y escritora, ha hecho como slogan principal de esta campaña la idea de que sería la presidenta de consenso. Porque, tanto Pedro González-Trevijano Enrique Arnaldo, presidente saliente y magistrado, respectivamente, ambos del sector conservador le habrían alentado, segun fuentes del propio tribunal, a encabezar dicho proyecto. Si los cuatro, incluyendo al nuevo magistrado Tolosa, votasen a favor de ella, con el voto de la candidata (Balaguer) y de María Luisa Segoviano, se redondearían los seis votos, dejando al sector progresista en cinco. Es decir, una magistrada enrolada desde 2017 en el grupo progresista se elevaría por encima de su sector para ser la presidenta y dejar en minoría al grupo progresista. 

La reencarnación

No sería, si eso ocurre, la primera vez en la cual el sector conservador rompe al sector progresista, ni en el CGPJ ni en el TC. Carlos Lesmes

, el expresidente del CGPJ, fue el maestro de la estrategia de decidir él quien era el “progresista” preferido del sector conservador y proceder a su nombramiento, aparte del conservador purasangre (fue el caso del vicepresidente del Tribunal Supremo y CGPJ Ángel Juanes, en 2013).  

Pero en el TC se trataría, nunca mejor dicho, de la reencarnación, a una escala nunca vista, claro, de lo que pasó con la magistrada Encarna Roca, quien cuando los progresistas decidieron nominar vicepresidente del TC Fernando Valdés Dal Ré, cambió de bando y aceptó ser vicepresidenta con los votos conservadores. Esa cooptación tuvo un precio elevado, porque Roca se alineó en múltiples sentencias con la derecha de las cuales algunas de las últimas fueron las de inconstitucionalidad de los estados de alarma por la pandemia que pedía Vox al no haberse declarado el estado de excepción. 

Y mira por dónde una carambola para terminar con el bloqueo deliberado del TC por parte del PP y los magistrados conservadores del TC y el GGPJ -la elección de María Luisa Segoviano- la ha convertido en la Godot a la que los diez magistrados restantes esperan porque de ella -si los cómputos de la otra María Luisa, la Balaguer, son fehacientes-, sí cuenta con los cuatro votos conservadores. 

Segoviano fue propuesta en septiembre pasado -después de sugerirle al vocal Álvaro Cuesta el 7 de septiembre que el sector progresista la incluyera entre sus candidatos, según declaró dicho miembro de la Comisión Permanente del CGPJ a EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, del grupo Prensa Ibérica, cosa que ocurrió. 

En la primera lista de cinco candidatos, los progresistas introdujeron a Segoviano, pero como el sector conservador exigió, sin avanzar ninguno de sus propios candidatos, que se concretara la propuesta en un solo candidato, los progresistas propusieron al magistrado de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, José Manuel Bandrés. Ya allí se anclaron. 

La estrategia del coordinador del grupo conservador en el CGPJ seguía siendo de bloqueo y aguantar hasta las próximas elecciones generales, pero quiso mostrar que quienes ponían palos en las ruedas de la renovación del TC eran los progresistas. Convencidos de que estos no aceptarían un veto tan arbitrario, ostensible y personal del magistrado Bandrés, introdujeron a Segoviano en una nueva lista. 

Pero, según dijo el presidente del CGPJ, Rafael Mozo a EL PERIÓDICO, la nueva propuesta dejó al sector del que forma parte aquél, “sin opción”. 

Evitar la agonía

¿Por qué? Porque a la luz del nuevo auto de intromisión del TC en el Congreso y el Senado con la admisión de las medidas cautelarísimas a favor del PP contra las normas para desactivar el bloqueo, este asunto no se podría replantear a través de una proposición de ley. Porque Enrique Arnaldo, el ponente, dejó negro sobre blanco que no se podía renovar parcialmente el TC (por ejemplo, con los dos magistrados designados por el Gobierno). Siempre se aplicaría dicha resolución. 

Tanto los magistrados del sector progresista del TC como del CGPJ decidieron, pues, encajar el veto de Bandrés y evitar un año más de agonía o estado de coma del TC. 

Y en eso, como en la canción del compositor cubano Carlos Puebla, llegó María Luisa Segoviano. 

Pionera como primera mujer presidenta de la Sala Cuarta de lo Social del Tribunal Supremo

, el perfil de Segoviano encaja en las necesidades del TC, es decir una experta en derecho laboral, porque se ha quedado sin ellos (Fernando Valdés y Alfredo Montoya), habida cuenta de que la reforma (de la reforma laboral de Mariano Rajoy) es uno de los grandes asuntos pendientes. 

El sector progresista, según fuentes próximas a dichos magistrados, se reunirá para designar su propuesta de candidato progresista único. Esas fuentes señalan que será el magistrado Cándido Conde-Pumpido. Será el primer paso, pero no el definitivo. Porque la posición de Balaguer es la espada de Damocles. 

¿Por quién votará para la presidencia del TC en el Pleno que deberá convocar esta semana el magistrado de mayor edad, Ricardo Enríquez

El pasado lunes, día 2 de enero, antes de salir de vacaciones, María Luisa Segoviano anticipó que este lunes quería conocer “el plan o previsión que pueden tener cada uno de los aspirantes”. Y añadió: “Aparte de las facultades de gestión y organización de quien preside, también hay un elemento que es estrictamente personal, y es el carácter que uno tenga, la facultad de relacionarse con los demás, la empatía. Limar asperezas entre los miembros que componen el tribunal, tratar de acercar posiciones, ser capaz de en un determinado momento calmar los ánimos y suavizar. Creo que esto es muy importante a la hora de que el tribunal funcione. He escuchado opiniones de distintas personas”. 

¿Fue un mensaje sobre su inminente voto?

Esta semana en este caso Godot María Luisa sí llegará y, a diferencia de la canción, se acabará la especulación.