Ruiz Escudero, el consejero que navega en la crisis sanitaria y ha sobrevivido a tres presidentes

Llegó a la Consejería de Sanidad con Cristina Cifuentes como presidenta del Gobierno regional, pero antes había sido ya viceconsejero de Medio Ambiente con Ignacio González. Ángel Garrido lo mantuvo al mando de la gestión sanitaria e Isabel Díaz Ayuso, a falta de una, lo ha ratificado en el cargo dos veces. Ha visto pasar la peor crisis sanitaria que se ha vivido en España, la pandemia del Covid, desde la ventana de su despacho y ahí sigue después de dos huelgas consecutivas de los médicos de las urgencias extrahospitalarias y de la atención primaria. De él depende que el próximo miércoles los profesionales sanitarios se levanten de la mesa para volver a la huelga o firmar la paz.

De él depende orgánicamente, pero sus detractores aseguran que las decisiones de impacto político en materia sanitaria hace tiempo que no las toma él, sino que se adoptan en otros despachos del Gobierno de la Comunidad. Y no lo dicen para descargar de él la responsabilidad, sino en sentido contrario, acusándole de dejar hacer esté o no de acuerdo.

"Es un superviviente", así lo definen hasta cuatro personas consultadas para saber cómo ha sido su labor al frente de la Consejería de Sanidad en los últimos años y especialmente en la última legislatura.

Templanza y moderación formal

Después de seis años como con Ruiz Escudero como máximo responsable de la gestión sanitaria en la región, Ayuso saca hoy pecho de que "la Comunidad de Madrid cuenta con 5.000 profesionales más que antes de la pandemia", en total, 92.000 profesionales. "Nunca Madrid había tenido tantos profesionales sanitarios ni tanta estabilidad laboral, nunca en su historia", dijo la presidenta el 29 de diciembre al hacer balance del año. Ni tantos hospitales punteros, remató después.

Ruiz Escudero salió indemne de la pandemia y Ayuso ensalzó su figura en una campaña que giró en torno al coronavirus; ahora, año y medio después, está por ver si vuelve a sobrevivir a la huelga sanitaria y si se confirma la idea que sobrevuela en el PP desde hace meses, que la presidenta le designe candidato a la alcaldía de Pozuelo.

Sus formas son "exquisitas", es extremadamente educado y "nunca se le oye una palabra más alta que la otra", asegura una persona que ha trabajado con él. De estos rasgos se da cuenta cualquiera que lo haya tratado, es lo primero que se percibe de él. Su templanza formal, sin embargo, no necesariamente está ligada a la moderación ideológica o el liderazgo negociador, apuntan las fuentes consultadas.

Interlocutores interpuestos

De esto último habla abiertamente Ángela Hernández, secretaria general de Amyts, el sindicato médico que ha puesto a la Consejería y al Gobierno de Ayuso en tensión en los últimos tres meses y que volverá a los despachos de Sanidad el día 11 de enero para arrancar una serie de mejoras profesionales a las directoras generales que Escudero, y también Ayuso, ha avalado como interlocutores válidos. Él, el consejero y máximo responsable en la materia, aún está virgen en la primera línea de esta negociación.

"Durante la pandemia estuvo desaparecido en los primeros meses en relación con los problemas que le trasladábamos desde AMYTS. Cada vez nos resulta más distante", detalla Hernández. En relación con la huelga de médicos de familia y pediatras de atención primaria, "unos 5.000 médicos", remarca, "no ha acudido a una sola de las reuniones ni se ha puesto en contacto con nosotros como organización convocante, pero sí ha realizado declaraciones que poco tenían que ver con la marcha de los encuentros".

Por eso este sindicato ha pedido la dimisión de Escudero y ha comenzado a apuntar a Javier Fernández Lasquetty, hoy a la cabeza de las cuentas públicas madrileñas y antaño consejero de Sanidad con Esperanza Aguirre.

Pasado político

Cuando Ayuso llegó a la presidencia del Gobierno en 2019, Pablo Casado fue uno de los valedores de Ruiz Escudero y probablemente la causa por la que fue nombrado en aquel primer gobierno de coalición con Ciudadanos. Era "muy próximo" al entonces presidente del PP nacional y "la interlocución con Génova era muy fluida", tanto que las visitas a la sede nacional fueron habituales, según constatan fuentes del partido.

Antes de llegar a ese nivel de confianza con los entonces responsables del PP, sin embargo, Ruiz Escudero formó parte de otro partido más conservador, el Partido Demócrata Español (PADE), una escisión del PP surgida en 1996 y de la que su padre fue uno de los fundadores. El actual consejero fue número uno de la lista del PADE para Pozuelo en 2003, en la que también iba su hermana Ana Almudena Ruiz Escudero, actualmente concejal del PP en este municipio, y número cuatro para la Asamblea de Madrid, justo detrás de Jorge Arturo Cutillas Cordón, hoy diputado de Vox en el parlamento autonómico. Un año más tarde volvió a presentarse por esta formación para las europeas y aquí también compartió candidatura con otro diputado actual de Vox, José Ignacio Arias.

Esta transición de una formación a otra, aun siendo entre partidos hermanos y ser una práctica ya poco sorprendente en la política actual, es utilizada por una persona que ha trabajado con él, pero opta por el anonimato: "La primera impresión es de persona moderada, pero es alguien que por su propia supervivencia no se juega su carrera por defender lo que cree".

Lo dice justo después de criticar su "falta de coraje" durante la pandemia, por haber aceptado decisiones con las que no parecía estar de acuerdo y por seguir sin sentarse con los sindicatos cuando la situación ha llegado a un punto "tan grave" que es "alucinante" que permanezca en la sombra y no se haya sentado. Pero, reflexiona esta misma fuente, esta actitud "juega en su beneficio a la hora de sobrevivir".  En sus intervenciones parlamentarias y públicas "se ve", dice, "no se moja" y mantiene una "actitud aparentemente moderada".

Mónica García, portavoz de Más Madrid en la Asamblea y médico de formación como él, aunque Ruiz Escudero no ha ejercido la medicina, decía algo similar sobre sus comparecencias, pero su opinión hoy, después de ver la evolución del consejero tras la pandemia es radicalmente opuesta: "Al principio era así en sus comparecencias, tranquilo, educado y moderado, no se metía en argumentos sobre el socialcomunismo, ETA o el 8-M para atacar a la oposición, pero ahora sigue siempre los dogmas del PP de Madrid". Ella también opina que esta actitud se debe a su instinto de supervivencia. "Es un hombre de hojalata, como el del Mago de Oz que no tiene corazón. Un tipo frío", critica desde la oposición.

Su eterno sustituto

La verdad es que durante la peor parte de la pandemia pareció que su labor en el Gobierno tendría fin, se llegó incluso a especular con que Antonio Zapatero, a quien Ayuso nombró viceconsejero de Asistencia Sanitaria y Salud Pública para gestionar personalmente la crisis del coronavirus, había llegado para sustituirle. Pero mientras los cambios se han repetido en la Consejería sin cesar durante esta legislatura, él sigue a los mandos.

"Se percibía la amenaza que suponía Zapatero para él, era evidente, pero la sustitución nunca se produjo. Las circunstancias le mantuvieron", explica una persona que trabajó en el primer Gobierno de Ayuso, pero en plena tensión con Ciudadanos y a las puertas de una posible campaña electoral se entendió que no iba a ser positivo cambiar de consejero de Sanidad, apuntala. Y la estrategia se ha comprobado acertada porque Ayuso arrasó en aquellas elecciones y Ruiz Escudero es ya el consejero de Sanidad más longevo del gobierno madrileño.

"A pesar de su aparente ausencia de liderazgo y de plan sanitario es el consejero que más tiempo ha permanecido en su puesto, de lo que se deduce que debe estar haciendo bien el papel que le han encomendado hacer además de demostrar habilidad de supervivencia política", concluye la secretaria general de Amyts. En su partido, en cambio, a ese papel lo llaman “profesionalidad” y dicen que eso es lo que justifica que lleve tanto tiempo en el cargo.