Yolanda Díaz aplaca los amagos de desobediencia al TC en una reunión sin Podemos

Yolanda Díaz reúne a las distintas facciones del espacio confederal para pedirles "calma" y "serenidad" tras la resolución del Tribunal Constitucional, que este lunes noche paralizó la votación en el Senado de las enmiendas que pretendían acelerar su renovación. La vicepresidenta segunda del Gobierno convocó a los distintos representantes este martes a mediodía en el Ministerio de Trabajo, en un encuentro donde les instó a no respaldar ningún pronunciamiento relacionado con la desobediencia y al que no acudió ningún representante del partido Podemos.

La líder del espacio ha asistido con preocupación a los acontecimientos de los últimos días. Considera la dirigente que llamamientos como el lanzado por Podemos, alentando a la Mesa del Senado a desatender la decisión del TC, abrían una senda peligrosa en la democracia, al dar pie a una espiral de insubordinación entre los poderes del Estado. "Los demócratas acatan", es la tesis de Díaz, que este martes trasladó esta misma idea a los principales representantes del espacio, tanto a nivel parlamentario como de Gobierno.

Al encuentro asistió el ministro Alberto Garzón como miembro del Ejecutivo, además de Jaume Asens como representante de los comuns en el Congreso, Enrique Santiago por parte del PCE, Antón Gómez Reino como portavoz de Galicia en Comú y Juantxo López de Uralde como líder de Alianza Verde, además de la propia vicepresidenta y su equipo.

No acudieron, sin embargo, ni las ministras de Podemos, Irene Montero y Ione Belarra, ni su portavoz parlamentario, Pablo Echenique, aunque la parte convocante asegura que sí recibieron invitación.

El encuentro se enmarca en las reuniones de coordinación de Gobierno y Congreso que Yolanda Díaz viene convocando cuando la situación lo requiere, aunque algunas fuentes del espacio apuntan a que la Mesa confederal -el órgano oficial de coordinación- no se reúne desde hace más de un año.

En esta ocasión, el principal asunto era abordar de manera conjunta la reacción a la decisión judicial, después de que las distintas voces del espacio se hayan referido como un "golpe de Estado" a la suspensión de las votaciones. Este término no gusta nada en absoluto a la vicepresidenta segunda de Gobierno, que este martes pidió a los asistentes "mantener la calma y la cordura" en los próximos días, según fuentes conocedoras, así como afrontar con "serenidad" los próximos pasos.

La vicepresidenta también se mostró abiertamente contraria a los llamamientos a la desobediencia lanzados en las últimas horas. Podemos ha sido el principal actor que ha alentado esta vía, al defender el lunes en rueda de prensa que había "elementos jurídicos suficientes" para desatender al TC. Díaz cree firmemente que "los demócratas acatan la resoluciones judiciales" y que ir en sentido contrario deteriora la democracia.

Después de un debate sobre este punto, se llegó a un "acuerdo generalizado" para "no participar en ningún llamamiento a la desobediencia". Se consideró que se trata de un "falso debate" y una vía "inútil", más aún cuando los presidentes de las cámaras que deben tomar estas decisiones -Ander Gil en el Senado y Meritxel Batet en el Congreso- adelantaron en la misma noche del lunes que acatarían la suspensión.

Esta petición formal llegaba unas horas después de que Pablo Iglesias defendiera abiertamente el desacato. Minutos después del pronunciamiento del TC, el dirigente presumió en Hora 25 de que eran "los únicos" que se encontraban en rebeldía, y afeó la falta de arrojo del resto de posiciones. "Es un pronunciamiento que estaría llamando a la insubordinación de sectores del Estado", consideró el fundador de Podemos, una de las voces con más ascendencia en el partido.

"Ni siquiera todo el espacio de Unidas Podemos está en la misma posición", criticó, "los únicos que están diciendo 'es una decisión golpista' es Podemos. Los demás están diciendo 'acabamos como Junqueras si planteamos una resistencia a lo que viene", apuntó, en una referencia velada a las posiciones adoptadas por la vicepresidenta segunda.

El dirigente defendió también que este mismo martes "debería haber una reunión de todos los partidos que encarnan el congreso para diseñar una estrategia de defensa". Y así se hizo. Unidas Podemos convocó en la mañana del martes a todos los grupos del bloque de investidura, que han apoyado al Gobierno en los últimos años, para adoptar una estrategia conjunta.

"Coordinación con el PSOE" de Díaz y "brainstorming" de UP

La vicepresidenta segunda informó de la "coordinación total con el PSOE" que se iba a llevar a cabo para dar los siguientes pasos, con el objetivo de hacer efectiva la reforma del TC que permita su renovación; una interlocución directa de Díaz con el ala socialista que a última hora del día cristalizó en la presentación de una iniciativa conjunta para vehicular la reforma del TC a través de una proposición de ley. Podemos no tardó en marcar distancias con la iniciativa y pidió esperar a conocer el auto del Constitucional antes de registrarla en el Congreso, según informó Efe.

Y es que en paralelo a los contactos de Díaz con el PSOE, Podemos ha movilizado a numerosos grupos parlamentarios para tratar de allanar la aprobación de una propuesta de este tipo. El portavoz Pablo Echenique convocó una reunión en el Congreso este martes por la mañana a la que acudieron representantes de Podemos, IU, ERC, Bildu, PNV, PdeCat, Junts, BNG, Más País-Equo o la CUP; partidos que han formado parte del bloque de investidura y que, de una manera u otra, han facilitado sus votos al Gobierno de coalición.

No acudió al encuentro el PSOE. Su portavoz Patxi López mantuvo una conversación informal con Echenique y aceptó que éste último le enviase la última propuesta de Unidas Podemos para rebajar las mayorías del Consejo General del Poder Judicial para desbloquearlo definitivamente.

En la reunión parlamentaria se abordó la nueva situación y, aunque no se llegó a ninguna conclusión, sí se puso sobre la mesa la presentación de una iniciativa para facilitar la renovación de los órganos judiciales. El portavoz vasco Aitor Esteban llegó a calificar la reunión como un "brainstorming" (tormenta de ideas). Aunque a priori todos estaban de acuerdo en esta posición, algunos de los presentes, como PNV o Junts, mostraron ciertas reservas a la hora de aceptar una propuesta concreta, puesto que tendrían que coordinarse primero con su dirección nacional.