CRÍTICAS DE EXMINISTROS SOCIALISTAS

El PP busca abrir abrir una grieta en el PSOE con la crisis del TC: “Teníamos la razón”

En Génova están convencidos de que existe un “fuerte malestar” dentro del socialismo por la reforma del Código Penal paralizada por el TC en lo que respecta a la justicia

Feijóo intentará ahondar en esa brecha tras declaraciones de exministros de González y Zapatero

Triunfalismo entre los conservadores tras el “éxito” de su recurso

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en Oviedo este lunes.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en Oviedo este lunes. / PP.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

La decisión del pleno del Tribunal Constitucional de aceptar las medidas cautelarísimas solicitadas por el PP en su recurso de amparo y que paraliza, de facto, la tramitación parlamentaria en el Senado de la reforma del Gobierno que buscaba acelerar la renovación del propio TC supone un éxito evidente para el primer partido de la oposición, que estaba dispuesto a dar la batalla hasta el final. En Génova insistían en defender su posición a pesar de las críticas del Ejecutivo contra los conservadores, a los que acusaron de “estar tensionando las instituciones democráticas” y formar parte de un “complot burdo”, según dijo Pedro Sánchez. Y en la noche de este lunes confirmaron su tesis: “Gana la democracia y el Estado de Derecho. Esperemos que en Moncloa lo acepten”.

Mientras el TC seguía reunido durante horas, en el PP insistían: “Tenemos la razón. El recurso está perfectamente armado y llevar a cabo esas reformas a través de dos enmiendas al código Penal es inconstitucional. Solo falta que nos den la razón”, repetían insistentemente. Y si dirigentes de peso como Alfonso Fernández Mañueco o José Luis Martínez-Almeida continuaban elevando el tono acusando a Sánchez de “caminar hacia una república bolivariana” o iniciar “un proceso constituyente”, el líder del PP decidía poner encima de la mesa un nuevo dilema electoral: “Este Gobierno o España”. La estrategia de los conservadores está íntimamente ligada a lo que perciben como un “fuerte malestar” dentro del PSOE, convencidos de que esta crisis institucional puede ahondar en una grieta importante dentro del socialismo.

De hecho, el discurso de Alberto Núñez Feijóo ante los suyos en la última Junta Directiva Nacional (máximo órgano entre congresos) tenía toda la intención: “Os convoco a poner a disposición de los españoles un proyecto sin etiquetas que recupere la política de verdad y la democracia de verdad. Ya no es Génova o Ferraz; no es derecha o izquierda. Esta vez no. Esta vez es este Gobierno o España”, dijo. Miraba, como es obvio, a los dirigentes socialistas que estos días han tenido muchas dudas sobre los movimientos del presidente del Gobierno y especialmente en todo lo que tiene que ver con la reforma exprés del Código Penal. Primero, la sedición. Después y para disgusto de muchos en el PSOE, la malversación. Y lo último, las dos reformas de leyes orgánicas del CGPJ y el TC para acelerar sus planes. 

A eso se suma, dicen con insistencia en Génova, el reciente manifiesto de exministros del PSOE clamando contra la iniciativa legislativa del Gobierno. Y que, lejos de ir a menos, ha ido a más con declaraciones en medios de comunicación en las que han subido el nivel de crítica. Hace solo unos días quien fuera ministro de Justicia e Interior con Felipe González (y que también fue vocal del CGPJ), Juan Alberto Belloch, insitía en que “esto no hubiera pasado” con González. “Se está jugando con piezas básicas del Poder Judicial” y “no se puede someter el Código penal al trueque de concesiones políticas”; afirmó.

El exministro de Cultura, César Antonio Molina, que estuvo en el gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó este lunes en la ‘Cope’ que los últimos movimientos del Ejecutivo son “un asalto a la democracia”, lamentando que “por primera vez en la democracia, los delincuentes sean quienes dan las pautas al Gobierno para hacer cosas tremendas”. En esa misma entrevista Molina afirmó que “el socialismo era una cosa y Pedro Sánchez es otra”.

En estas palabras de malestar de varios ex altos cargos socialistas y personalidades del mundo jurídico y académico, que se unieron en un manifiesto para rechazar los cambios en el Código Penal (y entre los que estaban también Virgilio Zapatero, García Vargas, José Luis Corcuera o Saenz Cosculluela) y en declaraciones como las del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, cuando dijo no coincidir “para nada en que esto pueda resolver el problema del independentismo, ni que sea de izquierdas apoyar privilegios o que se pacten con los delincuentes su propia condena) se apoya el PP en su intento de ahondar en la división del PSOE.

El convencimiento, según explican fuentes de Génova, pasa por que “hay muchos dirigentes socialistas que no pueden estar de acuerdo con lo que hace Sánchez”. Y, especialmente, afirman, “muchos votantes”. Por eso el discurso de Feijóo este lunes volvió a pivotar en esa clave y mirando al próximo ciclo electoral: “No voy a ofrecer a España más división, ni más ruido ni más caos. Voy a ofrecerle lo que creo que necesita: gestión, respeto y unión. Voy a ofrecerle lo que soy: un político que cree en la política y en los intereses generales y en los servicios públicos”, afirmó ante los principales cargos de su partido.

Justo por la tarde, acompañando al candidato a la presidencia de Asturias, Diego Canga, insistía en la posición del PP frente a la reforma del Código Penal. Un mensaje, aseguran en su entorno, “que mucha gente necesita oír”: “No nos van a coaccionar. Vamos a defender la democracia española en todas las jurisdicciones, por supuesto en el TC y explicaremos en Europa lo que está ocurriendo. Seguiremos trabajando y llegando a donde haga falta para que el Gobierno no invada las instituciones del Estado”, zanjó. 

En Génova creen que el Ejecutivo “se ha equivocado” en los últimos días con “ataques” directos a la justicia que “ponen en peligro” la separación de poderes y que "ya han embarrado cualquier decisión que tome el Constitucional". En la dirección nacional popular consideran “inéditas” las palabras de Sánchez desde Bruselas y tildan de “amenazas” las del ministro Félix Bolaños por asegurar este fin de semana que si el TC atendía al recurso de amparo del PP (y paralizaba un trámite parlamentario en marcha) “podían producirse consecuencias impredecibles”.