ANÁLISIS

Una magistrada progresista será la ponente de la recusación de los dos jueces del Tribunal Constitucional

El PSOE plantea, como Unidas Podemos, que Pedro González-Trevijano y Antonio Narváez sean apartados de la votación por interés directo en paralizar las reformas del Congreso porque continuarían así en sus cargos caducados

Inmaculada Montalbán Huertas, en la Comisión Consultiva de Nombramientos para el Tribunal Constitucional, en el 2021.

Inmaculada Montalbán Huertas, en la Comisión Consultiva de Nombramientos para el Tribunal Constitucional, en el 2021. / DAVID CASTRO

Ernesto Ekaizer

La tramitación de los incidentes de recusación presentados por los grupos parlamentarios del

PSOE

y de

Unidas Podemos

para apartar a los magistrados Pedro González-Trevijano, presidente del

Tribunal Constitucional (TC)

, y Antonio Narváez, cuyos mandatos vencieron el 12 de junio de 2022, en el recurso de amparo del PP, corresponderá, por turno, a la magistrada del sector progresista Inmaculada Montalbán.

El pleno del Tribunal Constitucional deberá resolver el próximo lunes, 19 de diciembre, el incidente en la admisión a trámite del recurso, y antes de resolver sobre la suspensión solicitada por el

PP

de las enmiendas legales -ya aprobadas por el Congreso de los Diputados el pasado jueves por 184 votos a favor, 64 en contra y 1 abstención- y la prohibición de su tramitación en el Senado.

Fuentes próximas a la coalición gubernamental señalaron a El Periódico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica, que al escrito de personación presentado por el PSOE el miércoles 13 se une una petición en el sentido de que los citados dos magistrados se abstengan o resulten recusados por tener un interés directo o indirecto en el pleito y causa.

Interés directo

Ya Unidas Podemos señala en su escrito del pasado miércoles, que “los magistrados respecto de los que se solicita su abstención o recusación son aquellos cuyo mandato se encuentra caducado y se verían directamente afectados por la reforma planteada en la proposición de ley que busca precisamente cumplir con la Constitución”. Esa proposición de ley ya ha sido aprobada en el Congreso al día siguiente de la presentación del escrito.

¿Qué significa en román paladino? El próximo jueves 22, al conocer la norma aprobada en el Congreso su pase por el Senado -permite renovar parcialmente el TC, en este caso con los magistrados Juan Carlos Campo y Laura Díez, propuestos por el Gobierno- se publicará al día siguiente en el Boletín Oficial del Estado. Eso provoca dos decretos de cese de los magistrados caducados González-Trevijano y Narváez, y dos decretos de nombramiento de Campo y Díez. Si González-Trevijano y Narváez votan este lunes junto con los otros cuatro magistrados conservadores anular la norma aprobada y prohibir al Senado su conversión en ley, ambos continuarán indefinidamente en sus puestos. He aquí, pues, su interés directo en el asunto.

Ya en el intercambio de puntos de vista en el atípico pleno del TC el pasado jueves, el sector conservador expresó su posición contraria a admitir la personación de los dos partidos y someter el incidente de recusación al pleno con el argumento de que, en realidad, no hay recurso, porque todavía no ha sido admitido, lo que valdría, se dijo, para la recusación.

Cambio relevante

El sector conservador quería el jueves abortar la proposición de ley. Pero habida cuenta del escaso tiempo para estudiar el recurso y los informes contradictorios de los letrados, el presidente sugirió que los cinco magistrados del sector progresista pidieran el aplazamiento y que él lo concedería, lo que ha pospuesto el pleno al lunes 19.

Pero este retraso implica un cambio relevante. Lo que el PP buscaba era paralizar la tramitación de unas normas. Esas normas ya han sido aprobadas en el Congreso; ahora solo falta que pasen por el Senado. Por tanto, la confrontación que el PP impulsa del TC con el poder legislativo ha crecido de dimensión con algo más que una injerencia. Un veto en toda regla creando una especie de derecho de veto del TC a través de un “superrecurso de amparo” para cortocircuitar leyes antes de que se aprueben.

Los magistrados del sector conservador estiman que el PSOE y Unidas Podemos no deben ser oídos ya que el PP pide medidas cautelarísimas inaudita parte, extraordinarias y sumarísimas, sin dar la posibilidad que la parte contraria, la que ha impulsado la ley, puede aportar sus argumentos.

Posible vulneración de derechos

¿Será posible ignorar el lunes próximo la existencia de los escritos de personación y de recusación, y poner la directa entrando en la aprobación de las medidas cautelarísimas?

Cualquier alegación a favor de inadmitir esos escritos o de no tenerlos en consideración vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva. Y el TC no debería ser el instrumento para vulnerarla.

El trámite de la recusación requiere nombrar a un ponente que asume la tarea de dictar un auto en el que propone la admisión o no de la recusación, habida cuenta de que ambos magistrados, por lo que ya es conocido en el tribunal de garantías, no se abstendrán voluntariamente. Al nombrar a la ponente, todo el procedimiento del amparo del PP queda suspendido y los dos magistrados deben ser apartados cautelarmente hasta que se resuelva la recusación.

Carrera contrarreloj

El auto, en este caso, el de la magistrada Montalbán debería ser sometido a un pleno que será necesario convocar. Todo esto supone tiempo e implica que las medidas de suspensión y prohibición al Senado de que convierta en ley las reformas aprobadas en el Congreso no pueden materializarse. Fuentes consultadas señalan que el citado auto de la ponente debería ir al pleno posterior al de este lunes 19, es decir, para después de Navidades. Pero, en ese caso, ni González-Trevijano ni Narváez volverían al TC porque cesarían el 23 o 24 de diciembre, después de convertirse las nuevas normas en ley. Solo con el mero hecho de designar ponente en la recusación, pues, sería suficiente paralizar el golpe.

Por eso la batalla en torno al incidente de recusación será crucial. Porque al debatirse la admisión a trámite del recurso de amparo -antes de resolver sobre las medidas cautelarísimas, habrá que hacer una pirueta por parte del ponente, Enrique Arnaldo, para saltarse la recusación. Es curioso que, precisamente, al dar traslado del expediente a los magistrados la noche del miércoles 14, Arnaldo no incluyó los escritos del PSOE y de Unidas Podemos.

Problema con inventar piruetas no intimidan a Arnaldo. Tiene una muñeca que funciona. Es un hombre que se caracteriza, que diría Pérez Galdós, por formar parte de aquellos que han hecho grandes carreras por saber contar cuentos, referir bien o plantear con arte los asuntos y cuestiones de todas clases. De ahí el desafío que él, con el apoyo de su grupo conservador, está dispuesto a poner sobre la mesa de la sala de plenos de Doménico Scarlatti el próximo lunes, a saber, crear un superrecurso de amparo y transformar al tribunal de garantías en un órgano superior. Bernd Rüthers, el jurista alemán, ha alertado contra los 'arnaldos' alemanes, quienes, según escribió, han llevado al TC germano a convertir el sistema político en un Estado judicial, un sistema de origen parlamentario transformado en uno donde los jueces son quienes ya no solo deciden el derecho, sino quienes también lo crean.