RUIDO INTERNO

El PSOE andaluz ordena no elevar el ruido con malversación pese al temor de sus alcaldes

La preocupación de los regidores que deben someterse a las urnas en mayo existe por Cataluña y por asuntos como la ley del sí es sí pero se impone el silencio

Pedro Sánchez y Juan Espadas.

Pedro Sánchez y Juan Espadas. / EFE

El PSOE andaluz tiene clara la consigna: cierre de filas con Pedro Sánchez y “no contribuir al ruido” por la reforma del delito de malversación. Los socialistas andaluces tienen orden de ponerse detrás del secretario general y han trasladado a los líderes provinciales y a sus alcaldes que cualquier otra cosa alimentaría la estrategia del PP contra el Gobierno. Se impone el silencio y aguantar el chaparrón.

Sí existe preocupación entre quienes tienen que someterse a las urnas el próximo mayo, que admiten que la coyuntura no es la más favorable. Alcaldes socialistas consultados por este periódico lamentan que la agenda vaya “de polémica en polémica” o que “cuando todavía no hemos salido de la ley del sí es sí nos encontremos esto”, admitiendo las dificultades que entraña para vender su gestión o limitarse a hablar de los asuntos de sus pueblos o sus ciudades. “Puede que esto no interese a nadie a la hora de escoger su voto en mayo pero de momento es de lo que se habla a todas horas”, admite una alcaldesa socialista. Sí que preocupa más la erosión por la ley del sí es sí que por la reforma de sedición y malversación, según transmiten desde el partido en Andalucía, pero el ambiente es tenso y hay malestar.

Fuentes de la dirección andaluza admiten que “hay preocupación por el telón de fondo”, aclarando que no es tanto por una reforma del Código Penal a medida de los independentistas de Cataluña y de la mano de ERC, sino por el ruido que se está generando y porque este tema se apodere ahora mismo de toda la agenda de actualidad política. El mensaje es que los alcaldes están en “su día a día”, en amarrar los logros de su gestión, en defender inversiones o proyectos para sus territorios más que en la reforma de malversación. “El ruido preocupa”, admiten en el PSOE andaluz, pero porque “quita del primer plano de la actualidad lo que debería interesar, la subida de las pensiones, las medidas anticrisis, los datos económicos que están siendo buenos… lo que afecta en el día a día de los ciudadanos”, señalan fuentes de la dirección del PSOE andaluz. "Nadie sabe de qué estaremos hablando dentro de tres meses, calma", aseguran en las filas andaluzas, abonándose a las tesis del Gobierno de que tras la Navidad, Cataluña volverá a un segundo tema de la actualidad.

Espadas, tras Sánchez

El secretario general, Juan Espadas, no ha mostrado ningún tipo de discrepancia ni duda en público sobre la reforma del Código Penal de acuerdo con ERC ni siquiera acerca de la oportunidad, del momento elegido ni de las prisas y las formas veloces que se han impuesto en el Congreso. La vicesecretaria general del PSOE de Andalucía, Ángeles Férriz, compareció en rueda de prensa con un solo mensaje sobre este asunto: “La reforma no despenaliza ningún delito de malversación e incluye un nuevo tipo de enriquecimiento ilícito”. Insistiendo en "la legitimidad" del Gobierno para tomar sus decisiones e impulsar las reformas que considere oportunas.

De ese guion trató de no salirse pese a las muchas preguntas sobre las consecuencias políticas de esta decisión del Gobierno, la preocupación de los alcaldes que se tienen que someter a las urnas o la agitación interna en el PSOE por este asunto. Espadas acudió el pasado lunes a la Ejecutiva Federal como miembro de esta dirección y, como el resto de asistentes, no expresó ninguna duda ni posición discrepante sobre la agenda de Moncloa y la dirección federal.

Desde el Gobierno, la ministra de Hacienda María Jesús Montero y desde la ejecutiva federal, el vicepresidente del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, son los que más influyen en las posiciones de Andalucía. “Nosotros hemos estado bien informados desde el primer minuto. La comunicación es fluida con el PSOE y con Moncloa”, defendió la vicesecretaria general del PSOE-A.

“No estamos en elecciones municipales ni generales. Estoy convencida de que la mayoría de los andaluces está más preocupados de la cesta de la compra, la luz y el gas que de estos temas que son epicentro de la política nacional pero no afecta a nadie. Nadie me para por la calle para preguntarme de la malversación”, sostuvo la número dos del PSOE-A en su rueda de prensa, que eludió valorar las duras críticas del presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page, reprendido este miércoles por la ministra Montero. Desde Andalucía aseguran que no tienen nada que comentar de lo que diga otro presidente autonómico. “Hay gente interesada en echarle muchos cubos de gasolina a esto. Las elecciones serán cuando sean y la gente valorará a la hora de votar lo que considere conveniente”, zanjó la vicesecretaria general del PSOE-A.

Sin críticos

Los socialistas andaluces, una federación que siempre ha sido clave en el partido, que ha actuado como “fiel de la balanza” frente a las cuestiones territoriales y como contrapeso al PSC, ahora están en una posición de debilidad. Es la federación más numerosa pero está lejos de ser la más poderosa desde que en 2018 perdieron la Junta de Andalucía. Sánchez marca sus pasos mirando mucho más a los 48 diputados que elige Cataluña al Congreso que en los 61 que salen de Andalucía, donde el PP selló el pasado junio su primera mayoría absoluta de la historia.

La elección de Espadas, en primarias frente a Susana Díaz y con el respaldo de Ferraz, ha desactivado las voces críticas en las filas del PSOE andaluz. La etapa 'susanista' pasó a la historia, las voces discrepantes con Sánchez, también. En el último congreso regional del partido, en noviembre de 2021, se escenificó el fin de una larga etapa de desencuentros entre Andalucía y Ferraz y la conquista de Pedro Sánchez del PSOE andaluz. Espadas fue ratificado por el 84% del partido. Muchos admiten ahora que sin ese paso previo Sánchez hoy no tendría manos libres para ejecutar su hoja de ruta en Cataluña.

Desde entonces el ruido interno se limita a lo que en San Vicente, sede regional, llaman “los viejos rockeros”, es decir los primeros espadas de Díaz que sí toman la palabra alguna vez, aunque difícil que lo hagan en público y con micrófono. Susana Díaz va y viene al Senado pero evita las declaraciones públicas que alimenten el enfrentamiento. En este asunto de la reforma del Código Penal su única intervención en abierto se produjo en Cuatro, ‘En boca de todos’, cuando defendió al expresidente andaluz, José Antonio Griñán, y lamentó que de nuevo se vea envuelto en la polémica de si la rebaja de malversación beneficia o no a los condenados en los ERE. “Me cabrea mucho”, sostuvo, insistiendo en que “no está condenado por malversación”.

Es otro de los frentes que abre en Andalucía la reforma del delito de malversación, la doble vara de medir entre los líderes independentistas del ‘procés’ y los condenados en los ERE. Desde el primer momento, el PSOE dejó claro que de esta reforma no se iba a beneficiar “ningún condenado” en el caso de corrupción de Andalucía. Así lo transmitieron desde el principio tanto desde el partido como desde el Gobierno. También fueron puntualmente informados los dirigentes del PSOE de Andalucía. A este respecto, los socialistas andaluces se limitan a lamentar que Griñán, “con todo el daño personal que supone”, vuelva a estar muy a su pesar en las portadas, algo que, insisten, él mismo abomina porque “no quiere ser comparado con los líderes de ERC o Junts”. “Nos han mantenido siempre informados”, sostienen desde la ejecutiva del PSOE andaluz, que sabía “desde el principio” que esto no iba a afectar a los condenados por los ERE. “Ellos no son corruptos ni han malversado, lo importante es que les quiten el delito de malversación”.