CONVERSACIÓN SIN ACUERDO

Nuevo fracaso de acercamiento: Bal pide a Arrimadas que deje la portavocía en el Congreso

Arrimadas y Bal volvieron a hablar este domingo sin que se produjera ningún acercamiento y la ruptura en primarias sigue cogiendo fuerza

El abogado del Estado pidió a la presidenta apartarse de la portavocía en el Congreso para avanzar en una única lista

Arrimadas y Bal durante el pleno de esta semana de diciembre.

Arrimadas y Bal durante el pleno de esta semana de diciembre. / EFE/Javier Lizón

Paloma Esteban

Paloma Esteban

A dos semanas de que llegue la fecha oficial para presentar las candidaturas para el nuevo liderazgo de Ciudadanos (que luego se enfrentarán en primarias a principios de enero), las posturas entre los dos sectores públicamente enfrentados —el de Inés Arrimadas, actual presidenta; y el de Edmundo Bal, único dirigente conocido que se ha postulado— están más alejadas que nunca. Según ha podido confirmar este diario, este domingo fracasó un nuevo intento de acercamiento entre ambos, que compartieron una conversación sin posible avance.

En el entorno de Arrimadas aseguran que el abogado del Estado “se niega a hablar de lista de unidad” y pone como condición esencial que la actual líder deje de ser la portavoz en el grupo parlamentario del Congreso. Se trata de una idea que los fieles a Bal (el grupo casi al completo con la excepción del diputado Guillermo Díaz) llevan días barruntando bajo la idea de que si hay un cambio de caras y se persigue un cambio en el liderazgo, también se debe hacer visible en la Cámara Baja. 

El núcleo duro de la presidenta afirma que el objetivo de la candidatura de Bal y la insistencia por que Arrimadas se aparte de la portavocía parlamentaria tiene que ver con “su idea de pactar con el Gobierno su acción legislativa” y recalcan que si el abogado del Estado se hiciera con las riendas del partido sería “para llevarlo a esa colaboración con el Gobierno”. En el entorno de Bal niegan ese extremo, aunque el número dos del grupo parlamentario ha criticado abiertamente lo que considera una derechización de su partido y, especialmente, el hecho de que Ciudadanos coincida de manera constante en la posición de voto con otros partidos como PP o Vox.

Ayer mismo Arrimadas coincidió con Santiago Abascal y otros dirigentes populares en Pamplona durante la concentración en apoyo a la Guardia Civil y contra el acuerdo entre el Gobierno y EH Bildu para ceder las competencias de tráfico al Ejecutivo de Navarra a cambio del apoyo abertzale a los Presupuestos Generales del Estado.

En el lado de Bal continúan muy molestos por la reacción que la presidenta tuvo tras conocer su paso al frente y el hecho de que Arrimadas dijera que si el abogado del Estado no reculaba ella presentaría una lista propia, a la espera de saber si la encabezará definitivamente o no. Además, el portavoz adjunto en el Congreso rechaza que “la única lista de unidad pueda ser la de Inés”, asegurando que su propuesta también persigue unir el partido y abrir una nueva etapa.

Para el núcleo duro de Arrimadas, la decisión de Bal (comunicada pocos minutos antes de hacerla pública) y que tiene como piedra angular que la actual líder “se aparte por completo” es “lo más alejado que hay de la unidad”, denuncian a este diario. El mar de fondo ideológico no es un asunto menor y, de hecho, amenaza con convertirse en la cuestión central en unas primarias que ahora mismo parecen irremediables.

El enfrentamiento que Arrimadas y Bal tuvieron por la ley del ‘sólo sí es sí’ (no tanto en la posición inicial, sino después, al conocerse el goteo de rebaja de condenas y la defensa que el abogado del Estado continuó haciendo del voto a favor) fue muy fuerte. Los dos lados reconocen que la conversación “muy desagradable” supuso un antes y un después en la confianza que ambos tenían. 

Pero no es el único episodio. Las diferencias ya existían y se han ido recrudeciendo después. Hasta el punto de que en el entorno de Arrimadas aseguran que la presidenta no renunciará  a dar la batalla si Bal no retira su candidatura porque no está de acuerdo en que él dirija el partido “hacia donde quiere llevarlo”. “Eso no lo va a permitir. O al menos va a pelear porque no sea así”, zanjan. Los partidarios de Bal, sin embargo, ponen en valor su decisión: “Alguien tenía que plantar cara ya y poner encima de la mesa una alternativa. Y lo hizo”, zanjan.

Los dos sectores aseguran estar haciendo llamadas y estar teniendo conversaciones con otros dirigentes para configurar una lista. Arrimadas, insisten en su entorno, “sigue trabajando por una candidatura de unidad y transversal”. Pero ninguno de los dos han hecho público ningún nombre.