TRIBUNALES

El juicio acaba con Cursach ovacionando al fiscal que pidió perdón entre lágrimas a los acusados

El fiscal afirma que "los acusados han sufrido la injusticia" y que la retirada de la acusación "obedece a un intento mínimo de reparar el daño"

El fiscal del caso Cursach pide perdón a los acusados porque todo ha quedado en nada.

Agencia ATLAS | EFE

Broche de oro para el juicio del caso Cursach. El fiscal Tomás Herranz ha acabado su informe entre lágrimas, pidiendo perdón a los acusados y ovacionado por el propio Cursach, el resto de procesados y sus abogados defensores. Todos han estallado en un sonoro aplauso cuando Herranz ha justificado, tras un largo alegato, por qué él y Juan Carrau han retirado todas las acusaciones.

"Es un hecho extraordinario, grave. Se produce muy pocas veces. Este informe más que justificar ante la sala la retirada de acusación, tiene otro objetivo. Reconocer ante los acusados que han sufrido la injusticia. El cambio de la Fiscalía obedece a un intento mínimo de reparar el daño", ha sentenciado.

Durante dos horas, Herranz ha desgranado uno por uno los hechos que la Fiscalía mantenía al inicio del juicio y que ha acabado retirando. "La prueba es que no hay prueba", ha asegurado sobre los hechos delictivos que sostenía cuando comenzó la vista oral.

El fiscal se ha mostrado muy duro con los encargados de la instrucción, el juez Penalva, el fiscal Subirán y el grupo de Blanqueo de la Policía Nacional. Les ha acusado de perder "el sentido" y de aceptar de forma "acrítica" las denuncias de las acusaciones particulares. También ha asegurado que se abusó de las declaraciones de testigos protegidos, que ha equiparado con "denuncias anónimas".

"Quien llevó la instrucción de esta causa en 2016 y 2017 o desconocía la jurisprudencia o hizo olímpico desprecio de la misma. Aquí se han producido detenciones y decretado prisiones en base a las declaraciones de testigos protegidos, anónimos, sin la verificación de la credibilidad", ha expuesto sobre Penalva.

También ha criticado que las acusaciones contra los sospechosos "se publicaran continuamente e inmediatamente y no se hiciera nada para impedirlo, si es que no se alentaba". "Se consiguió ese efecto hasta hoy: la muerte civil de los acusados. Este procedimiento es un fracaso total de la Administración de Justicia", ha dicho Herranz.