SIETE ACTOS ANTES DE TERMINAR EL AÑO

Feijóo prioriza 'ciudades clave' en su gira de mítines como trampolín a las municipales

El PP condensa siete actos antes de que acabe el año y esta semana el líder visitará Zaragoza y Albacete. Lo siguiente será Logroño, Oviedo y Valencia, todas objetivos del 28 de mayo

En Génova insisten en mantener la intensidad de su gira de mítines y no bajar los brazos tras una semana con cierto sinsabor para los conservadores y varios éxitos para Moncloa

Feijóo en el mitin de Madrid del sábado pasado.

Feijóo en el mitin de Madrid del sábado pasado. / CARLOS LUJÁN.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Mientras el Gobierno sigue celebrando el éxito parlamentario de la semana pasada, que preveía bastante más complicada por las distintas crisis acumuladas —en Moncloa ven con buenos ojos el resultado del cara a cara del Senado, la aprobación de los terceros Presupuestos con una amplia mayoría, el primer paso para eliminar el delito de sedición sin mayor dificultad e incluso la ayuda de Vox para aupar a Irene Montero en pleno escándalo de la ley del ‘sólo sí es sí’— el PP no baja los brazos y continuará con su ofensiva contra las políticas de Pedro Sánchez, especialmente lo que ven como una obsesión de continuar en el Gobierno “a toda costa”, “desprotegiendo al Estado” y “agasajando a los independentistas y a la izquierda abertzale que le sostienen”. 

Con esos mensajes Alberto Núñez Feijóo inauguró su campaña de calle por distintas provincias esta semana, primero en Badajoz y este sábado en Madrid, donde se apoyó del discurso duro de Isabel Díaz Ayuso. Y Génova pretende hacer un total de siete visitas antes de que termine el año para intensificar su presencia por toda España. El calendario deja poco margen pero el PP da prioridad a seguir presionando con estos actos, mítines con afiliados y abiertos a otros ciudadanos “decepcionados con el PSOE”, que además ven como un arranque oficioso de la precampaña de las elecciones autonómicas y municipales.

Esta semana que arranca el líder popular visitará Zaragoza y Albacete, dos territorios clave para los conservadores. También celebrarán actos en Logroño, Oviedo y Valencia en los próximos días, todas ellas objetivos claros pensando en el 28 de mayo.

En el caso de Aragón y Castilla-La Mancha, son dos comunidades en las que el PP quiere exprimir al máximo el discurso del delito de sedición, igual que en Extremadura, conscientes de que son las autonomías gobernadas por el PSOE más sensibles a ese asunto. De hecho, las apelaciones al votante socialista son constantes desde hace semanas, como también a sus presidentes, sobre todo, Javier Lambán y Emiliano García-Page, que se han mostrado contrarios a la reforma del Código Penal. Como publicó este diario, son también autonomías en las que el efecto de la victoria de Juanma Moreno jugará un papel clave al entender el PP que su estrategia en Andalucía es perfectamente exportable a esos territorios.

El mantra que repiten en Génova una y otra vez es que “el PSOE es más que Pedro Sánchez” y que eliminar el delito de sedición (que contó con luz verde en su primer paso el jueves pasado en el Congreso) recae en la responsabilidad de cada uno de los diputados de la bancada socialista. De ahí la campaña de “cómplices” lanzada por los conservadores y que fue contestada con un cierre de filas completo desde el partido de Sánchez.

A pesar de todo, los conservadores calculan que en torno al 70% de los votantes del PSOE ve con malos ojos la reforma del delito de sedición que beneficia a los condenados por el procés. El rechazo es mucho mayor al hablar del delito de malversación, que no ha tenido novedades al respecto pero que Sánchez no descarta modificar más adelante.

Y por eso el PP entiende que “el momento actual y las circunstancias políticas del momento” requieren una respuesta contundente a nivel político. Feijóo no es partidario de manifestaciones que agiten la calle como las que propone Vox, pero sí ha dado orden de elevar el tono y para ello se ayudará de los dirigentes más duros como Ayuso, tal y como quedó claro el sábado en Madrid. La ausencia de dirigentes que hagan de “polis malos” preocupa en el núcleo duro del presidente, porque saben que Feijóo “no dejará de ser Feijóo nunca” y que su perfil político está ligado a un capital de moderación y centralidad que jamás perderá. Sí reconocen que necesitan contrapesos que en la dirección nacional no terminan de visualizarse.