CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

PP y Vox critican con saña a Irene Montero y la ministra responde: "Es violencia política"

La asistencia de Irene Montero al Congreso para defender los presupuestos del Ministerio de Igualdad ha derivado en un bronco y desagradable debate a raíz de la polémica generada por la aplicación de la 'ley del sólo sí es sí'

La diputada de Vox Carla Toscano ha dicho sobre la ministra: su "único mérito es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias"

La ministra de Igualdad, Irene Montero, interviene en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 23 de noviembre de 2022, en Madrid (España).

La ministra de Igualdad, Irene Montero, interviene en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 23 de noviembre de 2022, en Madrid (España). / Fernando Sánchez / Europa Press

Ángel Alonso Giménez

La diputada del PP Marga Prohens ha subido a la tribuna de oradores del hemiciclo del Congreso pasadas las 18.00 horas y ha comenzado así, aprovechando que la ministra de Igualdad, Irene Montero, había intervenido unos minutos antes para defender los presupuestos de su departamento previstos para el año que viene y que, por tanto, se encontraba en la Cámara. “Hoy usted no debería estar en la bancada azul del Gobierno. En la misma semana del 25-N (día internacional contra la violencia de género) es un insulto para las víctimas que siga sentada aquí. Este hecho inédito sólo se explica por su soberbia y por la incapacidad del presidente para echarla”.

No ha acabado aquí la diputada. Está el contexto político marcado por la polémica que se ha generado alrededor de la ‘ley del sólo sí es sí’ y de la aplicación que los jueces están haciendo de la misma, en muchos casos bajando las penas a los condenados por delitos sexuales. Prohens, una de las portavoces del PP en materia de igualdad, ha pedido a la ministra: “Más vale que no haga nada más; no haga más leyes, no apruebe nada más. ¿Dónde estaría usted si esto lo hubiera aprobado el Partido Popular? Estaría detrás de la pancarta, exaltada en las calles, pidiendo dimisiones”.

En alusión a las declaraciones de la ministra a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, en una entrevista en la que reprobó la “alarma social” que se había creado alrededor de la parte punitiva de la norma, la diputada de los populares ha destacado: “Alarma social no es difundir la realidad; es lo que ha provocado su ley y la de los que la apoyaron. Alarma social es que siga usted legislando”.

Tras alinearse con los jueces que está revisando las sentencias porque la ‘ley del sólo sí es sí’ lo permitiría, Prohens ha tachado esta regulación del “mayor retroceso en la protección de las mujeres en décadas”, lo que es en realidad una consideración hecha antes por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Prohens ha exigido a la ministra que “abandone la soberbia” y escuche a “las feministas de verdad”, o a “alguien” en general, para no seguir adelante con la ley trans, ya en trámite en el Congreso. 

Corolario de esta intervención, a su criterio, han sido estas palabras: “Hace un año le dije que usted no era el feminismo; le digo ahora que ni siquiera es feminista; deje de hacer políticas contra las mujeres y por dignidad dimita hoy mismo”.

“Obsesos sexuales”

El diccionario de la Real Academia define la palabra “saña” con dos acepciones. La primera es “furor y enojo ciego” y la segunda, “intención rencorosa y cruel”.

La diputada de Vox Carla Toscano ha intervenido pocos minutos después, aunque no para defender las enmiendas de su grupo, ya que no ha registrado en general ninguna enmienda a los presupuestos, sino para defender la posición de su grupo. Y la posición de su grupo ha quedado de manifiesto con expresiones como las siguientes, en alusión siempre a la ministra, que seguía sentada en su escaño de la bancada azul, porque es de decoro parlamentario que un ministro/a, en debates como estos, se queda a escuchar lo que la oposición tiene que decir. Vox, decíamos, quería decir cosas como estas:

“Es usted lo peor que le ha pasado a España en los últimos años”. “Impone la infame ideología de género, que como todos los totalitarismos se disfraza de libertad e igualdad”. “Su feminismo desquiciado”. “Su fin es destruir la naturaleza humana”. “Son unos obsesos sexuales”. “El único mérito que tiene usted es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias”.

Ya estaba la concurrencia (tres representantes de ERC, unos cuantos del PP, otros de Unidas Podemos, muchos del PSOE y también de Vox, unos cuatro de Cs…) bastante nerviosa por lo que se estaba oyendo, pero esa alusión a Pablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno, pareja de la ministra, ha sido el detonante de una trifulca importante. Esta legislatura se está caracterizando por varias cosas, una de ellas, por desgracia, un nivel de violencia verbal que no recuerdan los más veteranos del Congreso, tanto diputados veteranos como periodistas veteranos.

“¡Vergüenza!!, ha gritado la bancada de Unidas Podemos, en donde el diputado Rafa Mayoral era de los más enojados. Los de Vox estaban de pie aplaudiendo a su diputada, en silencio ya. Ejercía la presidencia en este lapso del debate el vicepresidente primero, el diputado socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que se las ha visto y deseado con Vox estos años.

Fue quien dirigía el debate cuando el diputado de esta formación José María Sánchez llamó “bruja” a Laura Berja, del PSOE, y también se lio una buena, hasta el punto de que Celis suspendió la sesión porque había expulsado al parlamentario tras llamarle al orden tres veces. Como el representante de Vox no se quiso ir, se detuvo el debate y Celis tuvo que hacer funambulismo parlamentario. Sánchez siguió en el escaño, pero al menos aceptó que se retirase el improperio que había lanzado.

Ha hecho algo parecido este jueves. Ha preguntado a Toscano si retiraba la expresión alusiva a Iglesias y la diputada de Vox ha dicho que no. Entonces Celis ha decidido retirarla, lo que puede hacer. De paso, ha llamado al orden a la parlamentaria. Su intervención ha continuado sin que rebajara el tono un ápice, lo que obviamente no ha aplacado los ánimos.

"Violencia política"

La ministra, en virtud de la potestad para tomar la palabra en cualquier momento del debate, ha pedido intervenir desde el escaño. Estaba ya emocionada. Ha pronunciado unas palabras que han sido las siguientes: 

“Quiero solicitar que se incorpore al diario de sesiones la violencia política que se ejerce en la sede de la soberanía popular; que no se borre para que después de mí, no venga ninguna más. Y para que se sepa que las feministas y las demócratas somos más y les vamos a parar los pies a esta banda de fascistas con más derechos”.

Tanto los diputados/as del PSOE y de Unidas Podemos, como los de ERC, se han puesto en pie para aplaudir a Montero, y así han estado un par de minutos. La ministra estaba emocionada, visiblemente emocionada. Cuando han acabado, se han puesto a aplaudir los de Vox.

Tras este momento, tan bronco y tan desagradable, han retomado el debate dos diputadas socialistas, Laura Berja y Lidia Guinart, quienes han denostado el “machismo” de Vox y han reprobado que el PP pacte con este partido en Castilla y León. Han defendido los presupuestos del Ministerio, sí, pero no han hecho alusiones directas de apoyo a la ministra de Igualdad.