TEMOR A QUE BENEFICIE A CORRUPTOS

Gobierno y ERC dudan ahora con la malversación tras ver los efectos del 'sólo sí es sí'

En los dos ámbitos preocupa que no se pueda limitar la reforma al delito de sedición y las penas del procés y que pueda favorecer a condenados en casos de corrupción

Desde el Ejecutivo se sugiere incluso que ERC no presentará la enmienda, aunque desde este partido mantienen que las negociaciones "están abiertas"

PILAR

PILAR / Mariscal / EFE

Los efectos no deseados de la ley del 'sí es sí' han puesto en alerta al Gobierno por las consecuencias que podría acarrear una reforma del delito de malversación en las penas de corrupción. Bastante escándalo está suponiendo la rebaja de condenas a delincuentes sexuales, tras la reducción de horquilla mínima de prisión, para afrontar ahora un goteo de beneficios penitenciarios a los condenados en algunas de los casos más conocidos por la opinión pública como los ERE, Gürtel o Nóos.

Un temor que tienen en la Moncloa y también en ERC. Aunque los republicanos aseguran que las negociaciones prosiguen y que se ha impuesto la discreción, en los últimos días se ha extendido la preocupación por las dificultades legales para encajar un cambio en la malversación ligado únicamente al delito de sedición, según confirman fuentes de ambos lados.

En la última reunión de la mesa de diálogo en julio pasado, el Gobierno y la Generalitat pactaron tomar medidas para desjudicializar el conflicto catalán antes de final de año. Como consecuencia de ello, PSOE y Unidas Podemos registraron hace dos semanas una modificación del Código Penal para sustituir el delito de sedición por uno de desórdenes públicos agravados que disminuye las penas. Su toma en consideración se debate este mismo jueves en el Congreso.

Una vez que se acepte su tramitación se abrirá un plazo de enmiendas. ERC ya ha hecho público que presentará una para tocar también el delito de malversación. El cambio en la sedición beneficiará al presidente de los republicanos, Oriol Junqueras, y sobre todo a su secretaria general, Marta Rovira, huida de España. Si se amplía también a la malversación, Junqueras vería mermada la pena por inhabilitación, lo que adelantaría su rehabilitación política y la posibilidad de que pueda presentar de nuevo a unas elecciones. Pero, además, y este es otro de los objetivos, se podría librar de la cárcel a los altos cargos de la Generalitat procesados por el 1-O, que desviaron dinero para los actos destinados a la celebración del 1-O, con causas abiertas en los juzgados 1 y 13 de Barcelona y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

La pretensión de ERC es circunscribir un cambio en la malversación sólo a estos hechos. Ya que hacerlo sin restricciones, para atenuar la pena de quienes no hayan obtenido un enriquecimiento personal, obligaría a revisar centenares de sentencias, entre ellas la de los ERE de Andalucía, Gürtel o el caso Nóos. Sobre todo, señalan fuentes conocedoras, "tras lo que ha pasado con la 'ley del sí es sí'". Esta consecuencia es la que los republicanos quieren evitar, pero hay serias dudas de que se pueda lograr.

Esto no significa que ERC no lo vaya a pelear hasta el final o que la enmienda no se presente. Se está tratando de sacar adelante el cambio en la malversación, pero en ningún caso eso puede acarrear que se beneficien condenados por asuntos que no sean el procés. Esta es la sombra que en estos momentos planea en las negociaciones. El encaje legal de este propósito.

"NO VAMOS A QUEMARNOS A LO BONZO"

La traducción que hace el Gobierno es que esta modificación ha ido perdiendo fuerza y ha pasado a un segundo plano. "Ha ido muriendo", sostienen. No es estrictamente así por dos razones. La secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta, defendió este lunes que las conversaciones "están abiertas". Y el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha cerrado la puerta a esta reforma.

Pero en privado desde el Ejecutivo se sugiere que finalmente Esquerra no presentará la enmienda. Tras el clamor en el PSOE en contra de tocar la malversación y de que se actúe ya para corregir las consecuencias de la entrada en vigor de la ley del 'sí es sí', fuentes del partido apuntan a que "no vamos a quemarnos a lo bonzo". "No nos da igual lo que opinen unos u otros", añaden, en referencia a las críticas de los barones.

Aunque el discurso oficial del Ejecutivo es que su compromiso era únicamente con la reforma de la sedición, la última palabra la tiene Sánchez. El presidente se enfrenta este martes en el Senado a una sesión de control que protagoniza junto al dirigente del PP, Alberto Núñez Feijóo. Un debate en que se podrá comprobar si sigue sin descartar la modificación de la malversación o si, por el contrario, se muestra en contra.