RECONFIGURACIÓN DE LA IZQUIERDA

Podemos cobra a los comuns su apoyo a Yolanda Díaz y torpedea desde dentro la reforma exprés de la sedición

Yolanda Díaz cierra filas con Jaume Asens y defiende que informó a Ione Belarra de la negociación, después de que Podemos le acusara de secretismo

Jaume Asens en el Congreso.

Jaume Asens en el Congreso. / EFE

Podemos marca distancias con los comuns, la facción catalana del espacio liderada por Ada Colau que se ha confirmado como uno de los principales apoyos de Yolanda Díaz en su proyecto político. La guerra abierta del partido morado contra la vicepresidenta segunda del Gobierno ya deja entrever nuevos damnificados y pone en jaque la derogación exprés del delito de sedición. Si en verano fue Enrique Santiago -de IU- quien fue apartado del Gobierno por su respaldo a la gallega, ahora la formación ha pasado a cuestionar a los comuns, principales impulsores de esta reforma del Código Penal. 

El espacio confederal de Unidas Podemos lleva desde comienzos de legislatura abogando por eliminar la figura de la sedición o rebajar las penas para los condenados del procés. Y ahora que el Ejecutivo ha culminado estas negociaciones y prevé sacar la norma en tiempo récord, con la idea de que el próximo jueves se apruebe en el Congreso, los morados ahora ponen en duda el nuevo texto. La cúpula de Podemos no ha dudado este lunes en volver a seguir la línea argumental marcada por Pablo Iglesias, que el pasado viernes desveló el malestar existente en el partido por el “secretismo” de las negociaciones

En la rueda de prensa de este lunes tras la ejecutiva, la formación ya ha hecho suya esa acusación pública, acusando a Díaz de no informar sobre las conversaciones, y cuestionando algunos aspectos de la norma. Consideran que la nueva redacción abre la puerta a penalizar las protestas callejeras y movilizaciones sociales, y no descartan aprobar enmiendas que ralentizarían su aprobación definitiva, puesto que el texto habría de pasar una segunda vuelta en el Congreso de los Diputados. 

Podemos acusa y Asens desmiente

Este lunes se ha producido un cruce de declaraciones entre Podemos, que decía desconocer la existencia de negociaciones, y el desmentido de Asens y de Yolanda Díaz, que aseguran haber informado al partido sobre las conversaciones, aunque no sobre la letra pequeña. "No, no conocíamos la negociación porque se había llevado desde la vicepresidencia", criticó este lunes Teresa Pérez, la coportavoz de la ejecutiva y directora del Injuve -adscrito al Ministerio de derechos Sociales de Ione Belarra-.

El ministro de Consumo, Alberto Garzón; la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz y el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos y En Comú Podem en el Congreso, Jaume Asens, conversan durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 27 de octubre de 2022.

Alberto Garzón, Yolanda Díaz y Jaume Asens, conversan durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados. / Jesús Hellín / Europa Press

El viernes, Podemos ya guardó silencio y evitó valorar la propuesta presentada junto a los socialistas, a la que sólo han reaccionado a preguntas de los periodistas en rueda de prensa. La dirigente también aseguró que el partido morado está "preocupado" ante la introducción del delito de desórdenes públicos agravados porque podría "criminalizar la protesta política". Así, adelantó que en la tramitación parlamentaria "se podrá estudiar y se podrá mejorar el texto, como en multitud de ocasiones". Unas enmiendas que retrasarían la aprobación de la norma, que no llegaría a aprobarse antes de final de año. 

Este lunes, minutos después de la rueda de prensa del partido, Asens justificaba la discreción de las negociaciones, alegando que era necesario para que saliera adelante. "Podemos no estaba informado de los detalles de la negociación y tampoco lo estaban IU ni los comunes, por una cuestión de discreción para evitar filtraciones", justificó desde el Congreso de los Diputados. "Sánchez anunció la reforma sin que hubiera una filtración antes, eso es inédito...", se felicitó el diputado.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. / EFE

"Tanto Podemos como IU y los comunes sabían que se estaba negociando", "hemos sido muy cuidadosos con los detalles, pero todos sabíamos que se estaba negociando", aseguró. Fuentes próximas a Yolanda Díaz aseguran que la vicepresidenta segunda trasladó a la secretaria general de Podemos el estado de las negociaciones, al tiempo que desnaturalizan las críticas de Podemos, alegando que Asens también pertenece al partido morado.

Frialdad en Podemos

En Podemos han optado por el silencio y han rehuido de celebraciones públicas a esta medida, después de años reivindicándola. Evitan también exhibir cualquier reconocimiento a Jaume Asens, el negociador del espacio en esta materia y el principal impulsor dentro del ala morada del Ejecutivo. Los comunes consideran esta reforma como un éxito propio, después de haber abogado desde 2017 por la despenalización de los hechos del 1 de octubre en Cataluña. Tanto es así que han venido a bautizar este cambio legislativo como la ‘vía Asens’, en alusión al dirigente catalán. 

La propia Yolanda Díaz mostró el pasado jueves su apoyo sin ambages al dirigente catalán, que es también presidente del grupo parlamentario Unidas Podemos en el Congreso. "Este Gobierno cumple lo que dice y lo va a hacer con la modernización del Código Penal y la reforma del delito de sedición. Gracias a Jaume Asens por el trabajo", publicó en Twitter en la misma noche del viernes. Sin embargo, en Podemos se ha hecho el silencio total sobre esta medida y, lejos de exhibir cualquier logro -que podría atribuirse a la rama catalana- han optado por buscar los peros a esta proposición de ley. 

Se da la circunstancia de que Asens forma parte de la dirección de Podemos. El catalán era una persona de total confianza de Pablo Iglesias durante su mandato y el dirigente ha mantenido el apoyo del partido hasta los últimos meses. Pero los recelos de Podemos hacia el proyecto Sumar obligan a tomar posiciones, y no parece haber huecos para lugares intermedios. 

En uno de los momentos de más conflicto interno en el espacio confederal, cuando el acuerdo con el PP para renovar el CGPJ parecía inminente, Asens trató de abrir una vía entre las dos facciones. Por una parte estaba Podemos, que aseguró que iba a descolgarse del acuerdo al no estar incluida su candidata Victoria Rosell; y por otra, IU, Yolanda Díaz y los propios comunes. Asens intentó ejercer de mediador, proponiendo una fórmula por la que UP conservase los puestos en el órgano judicial pero sin apoyarlo expresamente -los números salían con PSOE, PP y PNV-. Aquella propuesta no cuajó, y la ruptura de las negociaciones por parte de Alberto Núñez Feijóo salvó de una implosión interna al socio minoritario del Gobierno. Una implosión que, advierten voces autorizadas del espacio, se producirá tarde o temprano.