CAMPAÑA ELECTORAL

Ayuso polariza el debate en busca de una movilización que le lleve a la mayoría absoluta

El PP necesita repetir el éxito que tuvo en los municipios del sur para repetir o mejorar sus resultados en mayo de 2023

Génova evita la confrontación pública con la dirigente madrileña y fuentes de la formación reconocen que la estrategia moderada de Juanma Moreno no funcionaría en Madrid

Isabel Díaz Ayuso junto a los barones populares Alfonso Rueda y Juanma Moreno en el Comité Ejecutivo del PP

Isabel Díaz Ayuso junto a los barones populares Alfonso Rueda y Juanma Moreno en el Comité Ejecutivo del PP / EP/ Alberto Ortega

Elena Marín

Elena Marín

El día después de la manifestación en defensa de la sanidad pública, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, optó por hablar de cómo la política del actual Gobierno de la nación contamina la convivencia entre los españoles, principalmente por alentar y espolear el "imperialismo" de los independentistas catalanes. En ese "deterioro y asalto a las instituciones" que denunció la dirigente madrileña, que acusó a Pedro Sánchez de utilizar la mentira "por sistema como forma de hacer política", la dirigente popular incluyó toda una estrategia para llevar a los madrileños a la calle y confundir las reivindicaciones laborales de los sanitarios con el ataque político a su gestión.

El extremo al que llegan sus afirmaciones pueden ser una forma de huir de su responsabilidad en la gestión sanitaria, como apuntan desde la oposición e incluso desde su propio partido con la boca pequeña y en privado, pero, sobre todo, sirven para polarizar el discurso y buscar así una movilización de cara a las elecciones del próximo mes de mayo, en las que necesita mejorar sus resultados hasta lograr una mayoría absoluta, que ahora no tiene, si quiere seguir compitiendo en igualdad de condiciones con su homólogo andaluz, Juanma Moreno, por el poder en Génova.

La misma estrategia que con Pablo Iglesias

Fuentes del PP aseguran que sus encuestas internas solo se mueven hacia arriba y que movilizaciones como las de este domingo apenas tienen incidencia. En el sur, de hecho, donde se encuentran los municipios del cinturón rojo, Ayuso arrasó en las elecciones de 2021 y los sondeos les dan entre dos y tres puntos más ahora mismo, de modo que en el entorno de la presidenta están convencidos de que ese resultado va a repetirse.

Pero para conseguirlo necesita que se repita al menos la movilización de aquel 4 de mayo en el que hubo mucho voto a favor de Ayuso en pleno debate sobre la libertad, el comunismo y los bares, pero también mucho voto en contra de su némesis entonces, Pablo Iglesias. Y en mayo de 2023 la dirigente popular precisa repetir el éxito en el sur.

Su estrategia es justo la contraria a la de Moreno, que explota el tono moderado y huye de las hipérboles. Advierte una fuente del partido, en línea con lo que dicen quienes conocen las encuestas internas, que la manifestación del domingo "no le va a quitar un voto a Ayuso, pero pronostica que la mucha izquierda que se quedó en casa hace dos años va a ir a votar". La estrategia de exacerbar el debate sirve para congregar a los propios, apunta, pero al mismo tiempo "se corre el riesgo de movilizar al contrario".

En Génova han optado por no confrontar en público con Ayuso y arropar a su peso pesado en Madrid. Apuntan que la estrategia que siguió Juanma Moreno en Andalucía para arrinconar a Vox "no funcionaría en Madrid", donde la forma de hacerse con los votos de la derecha, desde Ciudadanos a Vox, pasa por un discurso más agresivo. De forma que tienen interiorizado que el modelo Ayuso es lo que deben seguir defendiendo, conscientes de que necesitan el voto que aglutina la dirigente madrileña para la convocatoria electoral siguiente, la de La Moncloa.

Miedo al contagio

Aunque en privado hay fuentes que se atreven a sugerir que hay que tener "cuidado con envenenar la convivencia o dividir en bandos de buenos y malos" y temen que la gestión de Ayuso con los sindicatos y profesionales sanitarios puede hacer que las protestas salten a otras comunidades del PP con mayor facilidad. En el Comité Ejecutivo que se celebró ayer en Génova, la dirigente madrileña no escondió su discurso frentista con las políticas de Sánchez y advirtió a sus compañeros igual que hace en público: "Han ido a por Madrid, pero van a ir a por todos vosotros", dijo en referencia a las manifestaciones por la sanidad pública.

En Cantabria, gobernada por PRC con la ayuda del PSOE, los médicos llevan una semana de huelga. En Andalucía, poco después de esa reunión en Génova, las mareas blancas convocaron una manifestación para el 26 de noviembre en Sevilla. En esta tesitura, tras una reunión sectorial de los consejeros de Sanidad reunidos con la vicesecretaria de Políticas Sociales, Carmen Navarro, el PP pidió ayer la convocatoria urgente de Consejo Interterritorial Extraordinario "para incorporar inmediatamente más médicos de familia en formación en la próxima convocatoria MIR". La nacionalización del conflicto sanitario por parte de los populares volvió a escenificarse así ayer.

Voto a la gestión

Desde uno de los municipios del sur confían en que en las próximas elecciones no se vote solo "en clave Ayuso", como ocurrió en mayo de 2021 cuando solo hubo una convocatoria autonómica. Dentro de siete meses las elecciones serán también municipales y creen estas fuentes socialistas que primará la gestión de los alcaldes sobre el voto ideológico que puede mover la presidenta regional. En ese contexto, apuntan que "la polarización" es una necesidad estratégica de Ayuso para movilizar a los suyos, pero que no tiene porqué ser eficaz esta vez.

Los populares, por su parte, basándose en sus sondeos, creen que los alcaldes socialistas arrastrarán el voto en favor de su candidato regional, Juan Lobato, y este crecerá más que Mónica García, candidata de Más Madrid. De modo que sus ataques a Mónica García tras la manifestación son una forma de intentar dividir el liderazgo de la izquierda.