CANDIDATA DEL PSOE EN LA CAPITAL

Maroto promete no irse hasta ser alcaldesa y lanza su campaña pidiendo a Almeida su postura sobre la sanidad

La ministra de Industria confirma que seguirá en el Gobierno "hasta las elecciones", lo que aleja seis meses la remodelación

Asegura que se va a quedar aunque pierda porque "soy muy perseverante" y "cuando me lo propongo intento llegar al objetivo"

Maroto

Maroto / Jesús Hellín

El socialismo madrileño podría haber encontrado, por fin, una candidata con voluntad de permanecer en el Ayuntamiento de Madrid hasta conseguir la alcaldía. Esta es al menos la disposición que muestra la ministra de Industria, Reyes Maroto, que este lunes anunció oficialmente su disposición a encabezar la lista municipal en la capital, en unas jornadas de Europa Press. "Soy muy perseverante y cuando me lo propongo intento llegar al objetivo", dijo, en declaraciones a los medios de comunicación, en las que confirmó también que seguirá al frente del Ministerio "hasta las elecciones", como hizo Salvador Illa en Sanidad, antes de dar el salto a la candidatura autonómica del PSC.

La ministra defendió que "hay mucha Reyes para rato", lo que supone que tiene interiorizado la apertura de una nueva etapa en su vida política, que pasa ahora por la política municipal. Una las razones de los malos resultados que el PSOE acumula en Madrid es, precisamente, que nunca ha aguantado con un candidato. Ahora la apuesta por Juan Lobato, como cabeza de cartel autonómico, y la de Maroto, como aspirante al Ayuntamiento, apuntan a una corrección.

A pesar de las dificultades a las que se enfrenta -el PSOE es cuarta fuerza en Madrid por detrás del PP, de Ciudadanos y de Más Madrid- la ministra lanzó su campaña con fuerza, afirmando que tiene un proyecto alternativo a "la falta de proyecto" del alcalde popular, José Luis Martínez-Almeida, a quien reclamó este lunes que se posicione, tras la multitudinaria manifestación el domingo contra el estado de la sanidad pública en Madrid. Maroto no perdió ocasión de contar que asistió a esa protesta y de mostrar su "apoyo" a los sanitarios.

Frente a quienes ven en ella una debilidad por su bajo grado bajo de conocimiento -sólo la identifican la mitad de los españoles- la ministra esgrime que "conozco muy bien Madrid" y que está decidida a "estar a la calle" lo que, dijo, supondrá que "cuando arranquemos habrá mucha más gente que me conozca". Encara el resto, señaló, "con ilusión, con determinación y con ganas de ganar". "Me motivan las ganas de cambiar la ciudad".

ASEGURA QUE LA ANIMÓ LA MILITANCIA

"Afronto la candidatura con mucha ilusión, voy a trabajar duro para compatibilizar mi cargo de ministra, que me exige mucho tiempo, pero también convencida de que con la capacidad de trabajo voy a poder hacer muy buena campaña, centrada en la gente, en proponer soluciones", insistió.

Pese a que todo el mundo es consciente, en el PSOE y fuera de él, de que su candidatura es una iniciativa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de que el propio Lobato había puesto todos los focos en ella al adelantar hace unos días que el candidato sería una mujer, la ministra trató de enmascararlo como una decisión personal, que ha tomado después de que la militancia se lo haya pedido. Según reveló, ayer domingo lo decidió y fue entonces cuando se lo comunicó al Sánchez, a Lobato y a la secretaria general de los socialistas en la ciudad, Mercedes González, que hasta hace unos meses era la aspirante más probable a la alcaldía.