DIVISIÓN EN LA IZQUIERDA

Podemos evoca Vistalegre 2 ante un horizonte de ruptura

“Sin Podemos la izquierda lo tendría muy difícil”, ha adveritdo Pablo Iglesias, planteando la posibilidad de que el partido concurra en solitario 

errejon yolanada acto salud mental

errejon yolanada acto salud mental / EFE

La izquierda se prepara para un nuevo choque de trenes. Esta semana se cumple un año desde que Yolanda Díaz comenzó a distanciarse de Podemos en su primer acto público como líder del espacio. Un primer aniversario que llega marcado por los reproches dedicados por Pablo Iglesias y el partido. Después de meses de un pulso soterrado, la guerra es ya abierta y tiene visos de fragmentar el espacio en dos. Por un lado, Podemos y por otro, Yolanda Díaz. Un horizonte que retrae al partido a la batalla descarnada de Vistalegre 2 que enfrentó a su secretario general con Iñigo Errejón y que en los últimos días ha sido evocada por el propio Iglesias, que ha emergido de nuevo como líder oficioso del partido.

El ex dirigente y tertuliano aprovechó su papel destacado del domingo para evocar Vistalegre 2, el enfrentamiento más cruento de la formación. Para ello aludía a la “progresía mediática”, en un bis de lo que hace cinco años vino a llamar “máquina del fango”. “Podemos fue la primera fuerza política en señalar a los medios de comunicación. Y les hemos hecho mucho daño porque han perdido legitimidad. (..) Se terminó con esto de que un periódico diga quién gana un congreso de un partido de izquierdas”, defendió en el acto de cierre de la Universidad de Otoño de Podemos, en una clara referencia a la refriega.

Un día después, en Rac 1, insistió en la misma idea. “Hay sectores mediáticos en la izquierda que no quieren que exista Podemos y van a tratar de vender que apoyan a Yolanda Díaz para que no exista Podemos. (...) No les gusta que exista una izquierda como Podemos, y han tratado de influir en procesos internos como en los nuestros, donde La Sexta y el grupo Prisa apoyaron a Errejón sin ningún tipo de matiz”, defendió Iglesias, retrotrayéndose de nuevo a aquel febrero de 2017. Equiparaba así a Errejón y a Díaz, advirtiendo de que el respaldo a cualquiera de ellos buscaba en realidad la destrucción del partido. 

Yolanda Díaz en el acto de Pamplona.

Yolanda Díaz en el acto de Pamplona. / EFE

 Ahora Podemos toma de nuevo posiciones para un escenario de ruptura. En el grupo confederal hay voces desacadas que advierten de que el espacio de la izquierda "está roto", y la organización morada busca hacerse valer en una contienda que parece cada vez más próximas y que amenaza con desembocar en dos candidaturas distintas a la izquierda del PSOE. La de Yolanda Díaz, que ya ha advertido de que "no hay marcha atrás" en su proyecto Sumar, y la de Podemos, que también ha dejado claro que no aceptará cualquier papel en ese eventual acuerdo para las generales del próximo año.

En este contexto, Iglesias se ha encargado de recordar a Díaz este miércoles que está donde está gracias a su partido. En una entrevista en TV3, aseguraba que la correlación de apoyos en la izquierda obliga a Yolanda Díaz a la “humildad”, “Podemos se hace valer y estos números del CIS implican que es la fuerza hegemónica en la izquierda y que aun así es muy generosa. Es la formación que puso a Yolanda como ministra, no la pusieron sus ministros, la que consiguió la entrada en el Gobierno”, antes de dejar en el aire una nueva advertencia. “Sin Podemos la izquierda lo tendría muy difícil”, añadió el ex dirigente, planteando ya de manera abierta la posibilidad de que el partido concurra en solitario

Los ecos de Vistalegre 2

Aquella Asamblea de Podemos, la primera tras el congreso fundacional,  culminó con la victoria de Iglesias y la derrota de Errejón, cuyos cuadros afines fueron laminados. Por entonces Irene Montero era jefa de gabinete de Pablo Iglesias y diputada rasa, y tras el cese de Errejón como portavoz, la ahora ministra ocupó su puesto. El vencido, purgado de las comisiones en el Congreso y de cualquier espacio de visibilidad institucional, aceptó ir de candidato a la Comunidad de Madrid dos años después. Forzado a pactar después con Ramón Espinar, entonces considerado pablista, y sin espacio en Podemos, Errejón lanzó por sorpresa y a cuatro meses de las elecciones un nuevo partido junto a Manuela Carmena.

Fue la salida del ex número dos morado después de meses en los que Iglesias había seguido el mismo modus operandi que se ha venido reproduciendo después; primero haciendo gala de la generosidad mostrada al ceder la candidatura para, de puertas para adentro, tratar de marcarle los pasos y, de facto, vaciar de poder al candidato. Las rupturas de Iglesias sin embargo no se limitan a Errejón o Yolanda Díaz. Manuela Carmena, Carolina Bescansa, Teresa Rodríguez, José María González Kichi, Ada Colau, Mónica Oltra o Compromís son algunos de los divorcios sonados en la corta historia del partido.

Juan Carlos Monedero.

Juan Carlos Monedero. / EFE

Es llamativa la extremada similitud en el discurso que Iglesias lanzó contra Yolanda Díaz al que dedicó a Manuela Carmena en la campaña electoral de las municipales de 2019, donde la alcaldesa de Madrid aspiraba a revalidar su mandato. Era el 23 de marzo. Faltaban dos meses y seis días para las elecciones autonómicas y municipales e Iglesias volvía a la vida pública después de tres meses fuera de la política por permiso de paternidad. El regreso había sido anunciado por un polémico cartel. En su primera intervención a su vuelta, Iglesias cuestionó a la entonces alcaldesa de Madrid. 

En aquella intervención, el ex vicepresidente puso encima de la mesa uno de los argumentos que ahora dedica a Yolanda Díaz: el de la "generosidad". “Podemos ha sido una fuerza generosa como ninguna fuerza ha sido en este país, ha nombrado candidata a alguien que no es del partido”, advirtió el pasado domingo a la gallega, un razonamiento que también aplicó a Carmena. Desde la plaza de Reina Sofía en marzo de 2019, el entonces líder morado señaló directamente a la entonces alcaldesa madrileña. “Algunos nos llamaron ingenuos, dijeron que no teníamos que ser tan generosos, que cuando eres demasiado generoso luego algunos no se acuerdan”, comenzó.

Generosidad, exigencia y represalias

Esta “generosidad”, según el esquema aplicado por Iglesias, no es gratuita: exige una contrapartida y deja a la otra parte en situación de deuda. “Podemos está siendo inmensamente generoso en su planteamiento aunque no recibe la misma generosidad”, aseguró Iglesias en referencia a Díaz este lunes en Cadena Ser, en una de las múltiples entrevistas de esta semana donde ha querido repetir su mensaje.

En este sentido, el ex dirigente también se atribuye el eventual éxito o posición de los dirigentes a quienes se dirige, asegurando que “si Podemos no existiera, Yolanda Díaz no sería vicepresidenta del Gobierno”, “te hemos hecho vicepresidenta, te hemos hecho ministra”, repitió el lunes en la citada entrevista de Aimar Bretos. 

Una argumentación que Iglesias ya empleó con Manuela Carmena. “¿Quién la puso ahí? (...) Estoy orgulloso de que Podemos hiciera a Carmena alcaldesa de Madrid”, dijo en su esperado regreso, ligando a Podemos el éxito de la edil. Carmena finalmente no logró revalidar su puesto, después de que los morados evitaran respaldarle activamente y apoyaran a Carlos Sánchez Mato (IU), que logró poco más de 40.000 votos, sin llegar al umbral del 5% mínimo para obtener representación. La desmovilización hizo el resto en la izquierda, que quedó a 103.000 votos del bloque de la derecha, perdiendo también uno de los llamados 'ayuntamientos del cambio'.

Después de ‘ajustar cuentas’ tanto con Díaz ahora, como con Carmena entonces, las similitudes del esquema discursivo continúan, y llega la fase final: el planteamiento de exigencias por parte de Iglesias. “A pocas semanas de unas elecciones históricas -señaló en marzo de 2019- me voy a permitir preguntarle a la alcaldesa a quién va a votar en las elecciones generales, porque creo que los madrileños merecen saberlo”, aseguraba, exigiendo que desvelara su voto y cuestionando que la dirigente fuera a votar a Podemos -Errejón entones no se presentó entonces a las generales-.

Pablo Iglesias se dirige al público ante la mirada de Irene Montero.

Pablo Iglesias se dirige al público ante la mirada de Irene Montero. / EUROPA PRESS

Advierte Iglesias en sus discursos que, en caso de no atender sus exigencias, habría consecuencias al tiempo en que descargaba las represalias a un tercer actor, en otro elemento típico del dirigente. "En unas elecciones históricas, la gente no va a tolerar que alguien se ponga de medio lado y no diga quién va a votar". Así, ”los madrileños” y "la gente" serían quienes ejecutarían su amenaza; un actor que en el caso de Yolanda Díaz ha terminado por ser “la militancia de Podemos”. 

"Había muchos militantes de Podemos que le decían a Díaz 'respétanos', que lo que has hecho en el Ministerio de Trabajo, que es histórico, es gracias a que había un partido que te defendió como ministra y fue Podemos", sostuvo de nuevo Iglesias en la Cadena Ser este martes, después de que el domingo lanzara una advertencia clara: “¡Ay de quien se atreva a faltar al respeto a la militancia de Podemos!”.