LAS DOS ALMAS DEL PP

Ayuso cortocircuita la estrategia de Feijóo de volver a la moderación tras el fiasco del CGPJ

El líder del PP recoge el guante de los barones moderados e insiste en que es tiempo de "pactos, consensos y moderación" desde Buenos Aires

Ayuso no cede y mantiene el discurso duro con acusaciones directas a Sánchez e insistiendo en su discurso nacional

Fuentes de Sol reconocen que hay tensiones "que empiezan a aflorar otra vez"

Ayuso y Feijóo David Mudarra

Ayuso y Feijóo David Mudarra / David Mudarra / PP.

La negociación fallida para renovar el Consejo General del Poder Judicial en su recta final ha dejado más rasguños de los que se ven a simple vista en las filas populares. Mientras en la dirección nacional pelean por pasar página y volver al discurso económico, en línea con la petición de los barones considerados más moderados —que insisten en que toca regresar “a la centralidad y al discurso de la gestión” y no dejar que ningún elemento radical impregne al partido— Isabel Díaz Ayuso sigue marcando el paso con un discurso duro contra el Gobierno de Pedro Sánchez en clave nacional y que dinamita el mensaje centralista de los conservadores.

Alberto Núñez Feijóo lleva cuatro días de gira por Latinoamérica esforzándose por apelar a la moderación como gran bandera política y romper la idea de que el PP es el culpable de que no se haya producido el primer pacto de Estado. Este lunes lo volvió a hacer con total claridad desde Buenos Aires, donde defendió sin tapujos los pactos entre partidos diferentes. 

En la política hay que pactar. España necesita, sin duda, unos nuevos pactos de La Moncloa”, aseguró, culpando a Sánchez que no puedan producirse. “En el Gobierno hay instalada una parte populista con acuerdos con el independentismo y eso es lo contrario del pacto. Es un contrasentido gobernar la nación española con gente que no cree en la nación española”.

Las afirmaciones pactistas chocan de lleno con la realidad que viven hoy PP y PSOE después de que el acuerdo sobre el Poder Judicial saltara por los aires de un día para otro. Los populares insisten en que la futura reforma del Código Penal para rebajar las penas del delito de sedición comprometida por Sánchez hacían imposible culminar el pacto de la justicia. La realidad es que las presiones externas y muy especialmente las internas, en el propio partido, no se pudieron reconducir. Ayuso fue la dirigente autonómica más clara al respecto, abanderando la idea de que el presidente del Gobierno “engañaba” al PP y llamando a no firmar ningún pacto.

Después de esa ruptura, como publicó este diario, los barones moderados exigieron reconducir el discurso. Y Feijóo recogió el guante nuevamente desde Argentina, mientras Ayuso mantenía el discurso más duro contra Sánchez, elevando el tono todavía más. Dirigentes populares reconocieron un cierto asombro al escuchar por boca de la presidenta madrileña la comparación del Gobierno español con el de Nicaragua para blindarse y "tener a la oposición en la cárcel”. 

Fuentes de la Comunidad de Madrid aseguran que la brecha entre Sol y Génova empieza a percibirse otra vez como antaño, en tiempos de Pablo Casado. Más allá de las declaraciones públicas de la presidenta intentando justificar que las diferencias entre las dos sedes son cosas de la izquierda, entre los populares hay quienes entienden que las “tensiones” comienzan otra vez a aflorar y que “no puede ser bueno” para ninguna de las dos partes. 

Lo que Ayuso afirmó ayer mismo en una entrevista en ‘Telecinco’ fue que el Gobierno “pretende destrozar a la oposición porque en las dictaduras no puede haber ni oposición”. “Hay que matar también a la oposición porque yo me he de perpetuar, no sé con qué proyecto porque Sánchez no ha hecho nada bueno por España", zanjó.

Las declaraciones, poco antes de que Feijóo apelara a los pactos, evidenciaron de nuevo las dos almas del partido. Ayuso argumenta en público que todo son invenciones dirigidas incluso desde el Gobierno, asegurando que buscan un argumento distinto “cada semana” para “matar a la oposición”, ahora a Feijóo, y que esta semana ha tocado apuntarle a ella como elemento de conflicto con la dirección de su partido. “¿Tú crees que el PP tiene un problema de liderazgo?” se preguntaba irónica para después recordar que “se están matando entre los socios del Gobierno”.

En esa misma entrevista, la presidenta madrileña no tuvo reparos en reconocer las dudas que siempre ha tenido con el pacto judicial, “y lo sabe todo el partido”. En un intento por suavizar las hipótesis de fricciones, señaló a Feijóo como “mi jefe” en distintas ocasiones y culpó a la izquierda de elevar las exigencias contra el conservador “cuando solo lleva seis meses en el cargo”. 

“Una de cal y otra de arena”, reflexiona un dirigente autonómico de peso que, sin embargo, sigue alertando del “peligro” de que Ayuso entre en escena en momentos delicados para el partido.

Como publicó este diario, en el PP sentó mal el rechazo público y rotundo de la madrileña días atrás porque, aunque el partido encaraba riesgos por pactar con Sánchez, consideran que “pensó en ella, en su mayo y en sus elecciones”, y se quejaron de que piense más en las elecciones madrileñas que en la formación.

Todos los dirigentes consultados por este diario insisten en marcar diferencias con la anterior etapa, pero todos reconocen que “con estas cosas” empezó la crisis más salvaje que ha vivido el PP.