Podemos se rearma frente a Yolanda Díaz con Iglesias como estandarte: “Ay de quien se atreva a faltar al respeto”

Podemos se rearma para la campaña electoral y organiza un baño de masas para su núcleo duro, con la vuelta a primera plana de su ex secretario general y líder espiritual, Pablo Iglesias, y de Juan Carlos Monedero, director de la fundación Instituto y República, presidida también por Iglesias. La formación ha puesto un broche final a su ‘Universidad de Otoño’ con un acto en el corazón de Madrid en el que también ha participado la ministra de Igualdad, Irene Montero, y en el que han lanzado un mensaje claro a Yolanda Díaz: “Quien quiera liderar tiene que respetar a la fuerza que más ha hecho por este país”, en palabras de Monedero. “¡Ay de aquel o aquella que se atreva a no respetar a Podemos”, ha advertido Pablo Iglesias, que ha ocupado un lugar privilegiado en el acto.

La vicepresidenta segunda del Gobierno ha sido la gran ausente en las jornadas que comenzaron el viernes en medio de las fuertes tensiones que vive con el partido, pero ha estado muy presente en el discurso de todos los dirigentes morados. Yolanda Díaz ha sido el elefante en la habitación, y las principales intervenciones han hecho alusión más o menos directas a la gallega. Si en el acto de apertura el viernes proclamaron que Podemos debía “liderar” la izquierda frente al proyecto amplio que busca la Díaz e Irene Montero repudió la lejanía hacia los partidos mostrada por la vicepresidenta, el mensaje ha sido aún más claro en el acto de cierre.

El partido dio un altavoz privilegiado a Juan Carlos Monedero, que intervino en segundo lugar y no escatimó en advertencias a la vicepresidenta. ”En Podemos siempre hemos querido sumar y hemos luchado por la transversalidad y la centralidad”, señaló, antes de advertir que "la centralidad está cada vez más a la derecha", y que "si alguien piensa que la centralidad es el centro se equivoca”. Defendió también que “se equivoca” quien “cede a las presiones”, haciendo referencia expresa a la negociación de CGPJ que a punto estuvo hace dos semanas de llevar a la ruptura pública de Díaz y Podemos, ante la negativa de los morados a aceptar cualquier acuerdo en el que no estuviera su candidata, Victoria Rosell, en contra de la vicepresidenta, que defendía el acuerdo. 

Monedero fue, con Iglesias, uno de los que se dirigió más expresamente hacia Yolanda Díaz: “Quien quiera liderar todo lo que no representan los grandes partidos tiene que estar a la altura de los retos y respetar a la fuerza política que ha hecho más en la España reciente”, continuó. “Quien no respete a Podemos (...) no puede entusiasmar a quienes se emocionaron con el proyecto de Podemos, y se equivoca”, sostuvo, antes de pedir que el partido tenga la voz cantante en la próxima candidatura para las generales: “Podemos debe ser la nave nodriza de unión de la izquierda”.

Monedero pidió "claridad ideológica" y aseguró que "en estas municipales Podemos vuelve a decir quién es”, volviendo a hacer gala de la dureza de Podemos frente a Díaz: “Es necesaria una organización firme y que no dé vaivenes, que no trague con quienes piensan que con ceder nos van a querer más”, señaló. “Podemos vuelve a estar en pie”. 

En la misma línea se pronunció Irene Montero, que defendió la “firmeza” de Podemos, que “dice la verdad frente al cinismo y la hipocresía de la progresía mediática y política que nos dice que no se puede. Somos una forma de hacer política que siempre consigue lo que se propone, más temprano o más tarde, pero no dejamos vencer ni ceder por la presión”, defendió la ministra de Igualdad, en una nueva referencia velada a Yolanda Díaz, a quien acusan de no defender con suficiente ahínco las posiciones del socio minoritario de Gobierno. 

Montero también ha insistido en el papel de Podemos para lograr entrar en el Gobierno. “Llegaron a vetar a Pablo Iglesias para intentar impedir un acuerdo de gobierno y nosotras estamos aquí gracias a la audacia y a la firmeza de Podemos, ¡de Podemos! —ha repetido—, gobernando nuestro país y saliendo a este ciclo electoral con más fuerza que nunca”.

Pablo Iglesias tuvo un papel de honor e intervino sólo después del resto de dirigentes internacionales que estaban invitados. El presidente chileno Gabriel Boric, que llegó al Gobierno gracias al acuerdo entre varias organizaciones de izquierdas, mandó un mensaje a través de vídeo en el que pedía a Podemos "aprender" de lo ocurrido en Chile, de lo que podía deducirse un llamamiento al entendimiento con Yolanda Díaz. En el mismo sentido se pronunció Fernando Pereira, presidente del partido Frente Amplio que gobierna Uruguay, que pidió abiertamente "la unidad de la izquierda". "Sin unidad no hay futuro", remachó.

Después de estas intervenciones, y en un tono fuertemente mitinero, Iglesias comenzó alabando los gobiernos de izquierdas en países latinoamericanos y decretó que “la democracia no es compatible con la ultraderecha” y que la monarquía “es el vínculo originario de nuestro sistema con el franquismo”.

En un discurso trufado de advertencias a Yolanda Díaz, Iglesias ha alabado la “generosidad” de Podemos, que “puso a una candidata que no era del partido”. Iglesias ha sido el único que ha hecho referencia explícita a la plataforma Sumar impulsada por la gallega: “Podemos ha sido una fuerza generosa como ninguna fuerza ha sido en este país, y tiene que apostar por confluir con Sumar en las generales y con todas las organizaciones de izquierda, pero Podemos debe ser respetada”. “¡Ay de aquello o aquella que se atreva a faltar al respeto a la militancia de Podemos!”, fue la advertencia y última frase de su discurso, que fue recibido con un aplauso cerrado del público, donde algunos lanzaban advertencias “¡Yolanda Díaz que se lo apunte!”.

El ex vicepresidente del Gobierno ha desdeñado la "ingenuidad estúpida" de algunas posiciones adoptadas por la vicepresidenta segunda del Gobierno, a quien no ha mencionado expresamente. “Podemos es una fuerza que está en el Gobierno pero no en el consenso”, ha señalado, alabando que el partido defendiera un acuerdo paz frente a “la ingenuidad estúpida de muchos sectores de la izquierda” que “tuvieron miedo de decir que no hacía falta mandar armas a Ucrania”. Se refería así a la pugna que se abrió entre Yolanda Díaz y el partido morado en torno a este asunto, después de que la dirigente apoyara el envío de armas y de que los morados le acusaran de aceptar el aumento del gasto militar.

Iglesias ha advertido contra la "ingenuidad sonrojante" de algunas tesis que abogan por una "nueva izquierda", atribuyéndolas sin citar a Yolanda Díaz: “En las municipales y autonómicas, hay quien piensa que es un buen momento para que podemos e IU desaparezcan para así dejar campo abierto para una nueva izquierda. El nivel de ingenuidad de tal planteamiento es sonrojante. ¿Quién piensa que le puede ir bien a una candidatura para las generales si a Podemos le va mal en las autonómicas?”. Además, Iglesias ha tildado de “reaccionario” el cuestionamiento del papel de los partidos, en una clara referencia a la dirigente, que se ha alejado de las organizaciones políticas. “Claro que los partidos son necesarios, no hay discurso más reaccionario que el que dice que el problema son los partidos”.