RENOVACIÓN DEL PODER JUDICIAL

El parón del CGPJ da un respiro a Unidas Podemos, que baraja descolgarse del acuerdo ante el riesgo real de fractura

El grupo confederal valora distintas opciones para evitar el desgarro del espacio tras la amenaza de Podemos de rechazar el pacto si no está Victoria Rosell

Yolanda Díaz e IU son partidarios sumarse con su voto, dada la envergadura del eventual acuerdo y ante el riesgo de perder los dos representantes que les corresponden

El nuevo órgano judicial, de acordarse finalmente, podría salir adelante en el Congreso sólo con los votos de PSOE, PP y PNV

El ministro de Consumo, Alberto Garzón; la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz y el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos y En Comú Podem en el Congreso, Jaume Asens, conversan durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 27 de octubre de 2022.

El ministro de Consumo, Alberto Garzón; la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz y el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos y En Comú Podem en el Congreso, Jaume Asens, conversan durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 27 de octubre de 2022. / Jesús Hellín / Europa Press

El parón decretado por el PP en las negociaciones del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) da un balón de oxígeno a Unidas Podemos, que vive con convulsión las últimas horas, en plena batalla interna por la estrategia a seguir en caso de acuerdo. La discusión se elevó este jueves, cuando se reunieron en el Congreso de los Diputados representantes de todas las facciones del grupo, según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Allí mantuvieron un "intenso debate" sobre la hoja de ruta, llegando a abordar abiertamente la opción de descolgarse del acuerdo y no votar a favor de la renovación de los jueces, que estaría garantizada con los votos favorables de PSOE, PP y PNV.

El espacio confederal atraviesa una honda fractura, y el objetivo pasa por adoptar una postura común dentro del espacio para evitar su escenificación en la votación del eventual acuerdo, ante la amenaza del partido Podemos de oponerse al CGPJ si no está su candidata, Victoria Rosell. La formación continuará presionando por situarle en el Poder judicial, aunque el resto del grupo asumía este jueves que la magistrada quedará fuera del órgano de los jueces tras el pacto inicial de PP y PSOE para dejar fuera a los perfiles más politizados.

La propuesta puesta sobre la mesa este jueces, sobre la que aún no hay una decisión y que cuenta con la oposición de Yolanda Díaz e Izquierda Unida, consistiría en abstenerse de votar en el Congreso de los Diputados la renovación. Otra de las opciones planteadas para evitar un desgarro en el grupo sería hacer una 'fractura controlada', dando a los diputados libertad de voto. La decisión definitiva, en todo caso, se tomará una vez que se anuncie el acuerdo y siempre antes de la votación.

La reunión de la dirección parlamentaria celebrada este jueves ha tenido lugar en un momento especialmente delicado en el espacio de Unidas Podemos, donde conviven distintas sensibilidades y donde ya se contempla un “riesgo real” de que se rompa la unidad en la votación de los jueces. Es por eso que la suspensión de las negociaciones por parte de Alberto Núñez Feijóo ha dado un respiro a Unidas Podemos, que ha encontrado en el PP un enemigo común por bloquear de nuevo la renovación del Poder Judicial.

Fuentes parlamentarias del espacio adelantan que la ruptura de voto va a producirse y advierten de que “si no es en esta votación será más adelante”, porque “el grupo está roto”. Por una parte, está Podemos, que intenta ganar protagonismo en los últimos tiempos para tener un papel preponderante en la futura candidatura de la vicepresidenta segunda, y por otra, el resto de facciones, que respaldan a Yolanda Díaz.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, en el Congreso.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, en el Congreso. / ARCHIVO

Consideran que las razones de Podemos para plantear su rechazo al acuerdo no responden al contenido político sino a una estrategia interna para debilitar a Yolanda Díaz, dibujándola como un perfil que se pliega al bipartidismo. "La renovación del poder judicial es una obligación democrática y legal. No es creíble la enésima excusa del PP, en esta ocasión, de Núñez Feijóo. El bloqueo permanente de la renovación del CGPJ degrada nuestra democracia", opinaba Yolanda Díaz en la noche del jueves, tras conocerse el parón sobre el CGPJ.

La vicepresidenta segunda ha sido la principal valedora del acuerdo dentro del espacio, y ha apostado internamente por desbloquear por encima de los nombres, enfrentándose en este punto a Podemos, que quería a toda costa situar a Rosell. Ahora, el frenazo en las negociaciones dan tregua a Unidas Podemos, que tendrá que retomar la discusión en caso de que se reanuden las conversaciones.

Urías, candidato

El terremoto ha llegado después de que este lunes EL PERIÓDICO DE ESPAÑA sacara a la luz el nombre de Joaquín Urías como candidato de Yolanda Díaz para el órgano de los jueces, frente a la apuesta de Podemos para situar a Rosell en el turno de juristas. Aunque los distintos miembros del espacio apostaban por postular a la magistrada, todos dan por hecho que su nombre ha caído en las negociaciones. Todos salvo los morados. 

La publicación por parte de este medio del nombre del profesor de Derecho Constitucional como la apuesta de Díaz ha tensado aún más las costuras en el grupo confederal, admiten las fuentes consultadas, que consideran que la ruptura del grupo sería "un desastre".

Las opciones son tres: que todo el grupo vote a favor del eventual acuerdo -una tesis en la que estaría Yolanda Díaz-, abrir la disciplina de voto para que Podemos pudiera descolgarse en solitario o que todo el grupo evite apoyar el nuevo órgano. Sin embargo, la decisión "no está tomada" y no se tomará hasta después de que se anuncie el acuerdo, algo que parecía inminente hasta hace unas horas y que entró en stand by este jueves noche. Sólo después de pactarse el nuevo CGPJ, en el que Unidas Podemos contará con dos sillones, decidirán sobre los pasos a seguir.

Sin embargo, la opción de descolgarse del CGPJ se considera inviable tanto para IU como para la propia Yolanda Díaz, por lo que difícilmente saldrá adelante. La vicepresidenta segunda, que no estuvo presente en la reunión, considera que es una votación “de envergadura”, señalan fuentes próximas. Llegan a equiparar esta renovación con la aprobación de la reforma laboral, la medida estrella de la dirigente gallega, que siempre ha priorizado la consecución de acuerdos, aunque suponga hacer cesiones.

Aunque la propuesta pretende ser simbólica (no apoyar el nuevo CGPJ, pero manteniendo los dos asientos), también desde IU rechazan que esta opción sea posible. Aseguran que la condición para mantener representación en el órgano de los jueces es la de votar a favor y que, en caso de oponerse, se arriesgan a que sus dos candidatos queden fuera

Mientras tanto, el exvicepresidente del Gobierno y la principal voz autorizada en el partido morado, Pablo Iglesias, sigue marcando el paso a Podemos y en las últimas horas presiona para situar a Rosell dentro del órgano. “Aunque quisieran, ni Yolanda Díaz ni Enrique Santiago se pueden prescindir de una jueza prestigiosa que ha sido víctima de las cloacas”, “no creo que tengan las intenciones de aceptar el veto”, “y si les preguntan seguro que bajo ningún concepto aceptarán ese veto”, defendió en su programa de La Base este miércoles.