SUELDO DIPUTADOS

España es el cuarto país de la Unión Europea que peor paga a sus diputados y senadores

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ha accedido a los datos de un informe interno del Centro Europeo de Investigación y Documentación Parlamentarias que, si bien con datos de mayo de 2019, dibuja un mapa muy completo de los sueldos más altos y más bajos de los diputados y senadores del continente

Archivo - Hemiciclo del Congreso de los Diputados durante la primera jornada de la 26 edición del Debate sobre el Estado de la Nación.

Archivo - Hemiciclo del Congreso de los Diputados durante la primera jornada de la 26 edición del Debate sobre el Estado de la Nación. / E. PARRA / EUROPA PRESS

Ángel Alonso Giménez

Ángel Alonso Giménez

La Mesa del Congreso aprobó el pasado 29 de septiembre una subida de los sueldos de los diputados de un 3,5%, en línea con lo que subirán los sueldos de los funcionarios y los empleados públicos. Esto supondrá que a partir de enero sus señorías cobrarán unos 100 euros más, euro arriba, euro abajo, y así, el total neto rondará los 3.000 mensuales. Usted, lector, lectora, puede pensar que es una cuantía excesiva y que sus representantes en la sede del poder legislativo son unos privilegiados. Puede que lo piense o puede que no.

Porque si entre los diputados hay debate, ¿cómo no va a haberlo fuera? Efectivamente, dentro del Congreso, hay quienes han criticado el aumento y hay quienes lo han defendido. En la misma reunión de la Mesa chocaron las posiciones. Uno de los integrantes del PP, Adolfo Suárez Illana (Ana Pastor, la otra, se ausentó por estar de baja médica), no lo apoyó, al igual que el miembro de Vox, Ignacio Gil Lázaro. Los tres diputados del PSOE se pronunciaron a favor, así como Gloria Elizo, de Unidas Podemos, que fue la única del grupo “morado” en la reunión de ese día porque los otros dos -Javier Sánchez y Gerardo Pisarello- decidieron asistir a sendos eventos fuera de la Cámara.

Argumento en contra: no puede ser que a los representantes de los ciudadanos se les mejoren las condiciones salariales cuando a la mayoría social les está costando llegar a fin de mes. Así, más o menos, se expresaron en Ciudadanos. Argumentos a favor: pues miren lo que dijeron Gabriel Rufián, portavoz de ERC, y Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso: la política remunerada es "una victoria de la clase trabajadora”, ya que que “hasta hace poco” sólo se dedicaban a ella los ricos.

López, además, puso contexto cuando le preguntaron en rueda de prensa, el martes pasado. Aunque no lo explicó del todo bien, se refirió a que desde 2010, cuando los sueldos se congelaron, las retribuciones de los diputados únicamente se han actualizado, y al 1%, que es muy poco, en los ejercicios 2017, 2018 y 2019. En 2020 no, ni el año pasado.

A años luz de Alemania

Un diputado cobra una asignación (es el nombre que da la Constitución a sus retribuciones) superior a lo que cobra la mayoría de los ciudadanos de este país. También es cierto que sus trabajos no son cualesquiera. Redactan las leyes, configuran y moldean nuestro marco de convivencia. La Constitución habla de ellos, les da un papel protagonista.

Ahora bien, ¿cuánto cobran los diputados españoles en comparación con sus pares europeos? Un avance del documento que lo explica, a cuyos datos ha accedido EL PERIÓDICO DE ESPAÑA: son los quintos por la cola. Sólo cobran menos los diputados y senadores de Polonia, los diputados de Croacia y los diputados letones. En otras palabras, España el cuarto país que peor paga.

El Centro Europeo de Investigación y Documentación Parlamentarios (ECPRD, en sus siglas en inglés) es un organismo encargado de facilitar el intercambio de información entre los parlamentos de la UE. Desde 1977, cuando se creó, funciona de una manera simple: por ejemplo, un diputado o senador de una Cámara de un país solicita un determinado material a través de esta entidad y las asambleas responden. De lo que se trata es de comparar experiencias parlamentarias europeas, pero, importante, en un plano sólo interno. Este material no es de dominio público.

En junio de 2019, la Asamblea Nacional de Hungría redactó un informe sobre la remuneración de los diputados y senadores europeos, sobre el número de pagas anuales y sobre demás complementos que pudieran percibir para ejercer sus funciones, tales como ayudas o dietas en viajes de trabajo, pluses para alojamiento, derecho de acceso a viviendas oficiales, bonos de descuento o de gratuidad para el uso del transporte público y planes de pensiones específicos.

Banderas de la UE en la sede de la Comisión Europea en Bruselas.

Banderas de la UE en la sede de la Comisión Europea en Bruselas. / ALEXEY VITVITSKY

Aportaron información un total de 30 cámaras, lo que no significa que hayan contestado 30 países. En la mayoría, los sistemas son bicamerales. España, sin ir más lejos, aportó datos del Congreso y del Senado. No todas las naciones se prestaron, por tanto. Italia, por ejemplo, no desvela nada. Pero sí Alemania, Francia y Reino Unido.

Este documento, aunque de hace tres años, refleja con precisión las condiciones laborales de los representantes de los ciudadanos, en concreto sus asignaciones básicas. Como los complementos varían tanto, la entidad no entra en comparativas aquí. Se centra en las retribuciones mensuales.

La tabla, con números recabados en mayo de 2019, indica que los senadores y los diputados polacos son los peor pagados de Europa. 1.869 euros al mes cobran, una cantidad sensiblemente inferior a la retribución de los parlamentarios de Croacia, de 2.770 euros. En Letonia, los representantes de los ciudadanos alcanzan los 2.963 euros, ligeramente por debajo de los 2.973 euros que, según dicha tabla, cobran los diputados españoles (14 pagas al año). Nueve euros más perciben los senadores.

Un parlamentario eslovaco gana más que uno español, más de 50 euros al mes, y un parlamentario húngaro, cuya asignación se eleva a los 3.083 euros. Casi 3.200 cobran los representantes checos y 3.365, los lituanos. En Portugal (14 pagas al año), los parlamentarios rebasan los 3.600 euros, igual que los rumanos y los eslovenos. Por encima de los 4.000 euros al mes, los estonios y los senadores austríacos; y ya sobre 5.000, los griegos (aunque no perciben complementos en ningún caso) y los suecos.

Más de 6.000 euros cobran los finlandeses, y más de 7.000, por este orden, cobran en Luxemburgo, los comunes británicos, los belgas (sin incluir las bonificaciones anuales), los diputados franceses, los senadores del mismo país, los holandeses y los irlandeses.

El podio de los que más ganan lo forman los parlamentarios daneses (8.261 euros), los diputados austriacos (8.931), y como ganadores, primeros de la lista con diferencia, los diputados alemanes (9.780 euros, aunque a partir de julio de 2019 el monto superó los 10.000 euros debido a la aplicación de una nueva metodología de ajuste).

Viajes y alojamientos

El documento pone negro sobre blanco complementos y facilidades que las respectivas legislaciones dispensan a sus diputados y senadores. Igual que en España son la Constitución y el reglamento del Congreso las disposiciones que anclan el régimen económico de sus señorías, todos los países de la UE, al menos los que han dado información al Centro Europeo de Investigación, cuentan con resortes similares. 

Actualmente, tal y como consta en dicho régimen económico, los diputados tienen atribuida una asignación común ligeramente superior a los 3.000 euros brutos. Cobran menos, claro, porque padecen las retenciones fiscales que correspondan. Luego, sobre ello, perciben complementos según el puesto que ejerzan en la Mesa, en la Junta de Portavoces o en las comisiones, y además, lo que el régimen llama “indemnizaciones”, es decir, pluses por provenir de fuera de Madrid. No obstante, los diputados por Madrid también cobran: más de 900 euros concretamente. Por último, las dietas de los viajes oficiales y por kilometraje si se mueven en vehículo propio y una tarjeta con 3.000 euros anuales para taxis.

En muchos países europeos, sus respectivos sistemas despliegan regímenes parecidos. Los diputados austriacos, que son de los que más cobran de la UE, reciben un reembolso por los gastos de viaje, hotel u oficina en los que incurran, aunque con un límite de hasta 566 euros al mes.  

En Bélgica, los parlamentarios perciben una asignación extra de unos 2.000 euros para el ejercicio de sus funciones, así como un complemento para vacaciones (de 7.000 euros en 2019) y lo que en el documento se denomina “aguinaldo”, que en 2018, refleja el informe, fue de más de 3.300 euros. Los gastos por viajes les son reembolsados.

Dinamarca, medalla de bronce en este particular podio, confiere a los portavoces de los grupos un complemento de más de 18.000 euros al mes. Además, cada integrante del Parlamento cuenta con una partida específica para sus viajes. Y pueden ir gratis en transporte público, siempre y cuando se enmarquen en su rutina laboral y en sus funciones. Así, si es para ir del Parlamento a la residencia en la que se alojen, podrán usarlo sin problemas.

Ser parlamentario en Dinamarca supone acceder a numerosos servicios. Así, la Cámara pone a disposición apartamentos (90 en total) para diputados de fuera de la capital, y es así porque en 2009 aprobó un Plan de Vivienda específico. Si no, se les da 10.489 euros al año para que se paguen uno que elijan a su gusto o disponibilidad, o bien se les facilita una habitación de hotel. Esto lo justifican así, según queda recogido en el informe: “El propósito del esquema es que los miembros recién elegidos que cumplan con las condiciones no tengan que gastar tiempo y energía” en la búsqueda de una vivienda en Copenhague, sino que “desde el primer día puedan concentrarse en el trabajo político”.

Por si fuera poco, los diputados/as que accedan a un apartamento del Parlamento cobrarán “un subsidio” para el servicio de limpieza. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, en una visita en marzo pasado a París.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, en una visita en marzo pasado a París. / Ludovic Marin

Los vecinos franceses y los líderes alemanes

En la Asamblea de Francia las asignaciones a los diputados se calculan en función de los sueldos de los funcionarios que ocupan puestos llamados “fuera de escala”, que son también los embajadores o los integrantes del Tribunal Supremo.

Aparte del subsidio parlamentario básico, cobran otros dos: el residencial y el de asistencia. A 1 de enero de 2019, la cuantía básica era 5.623 euros brutos al mes; la residencial, 168,70 euros; y la asistencial, 1.447. En total, y siempre antes de impuestos, casi 7.300 euros al mes. En el documento del Centro Europeo se enumeran los complementos según cargos, y además, las coberturas de los viajes. Si van en tren, la Asamblea costea billetes en primera clase. Se gestiona mediante una tarjeta nominal. Dentro de París, la Cámara pone a disposición 12 vehículos con chófer. Sólo pueden recurrir a ellos para desplazamientos derivados de sus funciones. Además, tiene contratado servicio de taxis y, opcional, ofrece una tarjeta para el uso gratuito del transporte público.

Un capítulo aparte merecen los viajes en avión, ya que la Asamblea cubre al año hasta 80 viajes entre París y la circunscripción en la que ha sido elegido. Si no es a su ciudad de origen, la Cámara cubre 12 viajes.

Como en Dinamarca, Francia cuenta con una Residencia con 51 habitaciones disponibles. Sin embargo, es llamativo el paquete de comunicaciones que da a los diputados por cuanto las que hagan dentro del país, con territorios de ultramar y con otros Estados de la UE, tanto en telefonía fija como móvil, las cubre la Asamblea, y según unas tarifas especiales.

En Alemania, los diputados, líderes europeos en esta particular escala de sueldos, suman a su asignación mensual de 10.000 euros un complemento de más de 4.400 destinado a sufragar los gastos que les provoque el mantenimiento de su oficina, la residencia que necesiten en Berlín y viajes interiores. Pueden viajar gratis en los trenes del operador alemán.

Visto lo visto, los diputados y senadores españoles no ganan mal, pueden apañarse incluso en crisis y en recesiones, pero, en el contexto europeo, están muy lejos de ser unos privilegiados. Que no pare el debate.