IMPULSO LEGISLATIVO

Semana grande de Yolanda Díaz en el Congreso: un decreto, una ley y consenso hasta con ERC

La ministra de Trabajo afrontará el jueves la convalidación del decreto sobre las trabajadoras del hogar, así como la defensa del proyecto de ley de Empleo

Superará ambos escollos con holgura y su bagaje legislativo se verá reforzado

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762164b45054163537012f9a8160c5c69c7181ccw / EFE/Juan Carlos Cárdenas

Ángel Alonso Giménez

Jordi Salvador es un diputado de ERC de origen sindicalista que se llevaba muy bien con Yolanda Díaz y que ahora no se lleva tan bien. Tampoco es que intercambien golpes de rencor cada vez que debaten, pero se nota que algo entre los dos se ha estropeado. Ese algo nació en la negociación de la reforma laboral. La relación entre la ministra de Trabajo y el grupo que dirige Gabriel Rufián no es precisamente de buen rollo desde entonces.

Este lunes, Díaz comenzó la semana parlamentaria a tope. Compareció ante la Comisión del Congreso que fiscaliza su área. No es que diera anuncios de alto voltaje, acaso que instará a la Fiscalía a que investigue a Glovo por mantener a sus trabajadores como falsos autónomos, contraviniendo la llamada "ley Rider". Pero salió en defensa de su gestión y enumeró las leyes y planes y estrategias que aún tiene que ultimar.

La ministra gallega es una de las protagonistas de la legislatura y puede que también sea de la próxima. Habrá que esperar a ver cómo se va construyendo ese espacio que ha llamado "Sumar", y sobre todo, en qué dimensión electoral se instalará. ¿Será candidata en las generales de 2023? Aparte del aura política que se ha ido vistiendo estos tres años, conviene reparar en su maleta legislativa. No es ninguna tontería. En su haber, los decretos de los ERTE cuando la pandemia nos encerró en nuestras casas, la ley del trabajo a distancia o el decreto de la reforma laboral. Éste es uno de los hitos del Gobierno de coalición.

Sánchez y su "lapsus imperdonable" al llamar Abascal a Rufián

Sánchez y su "lapsus imperdonable" al llamar Abascal a Rufián / epe

Este lunes, Díaz defendió el nuevo modelo, ya no sólo porque es elogiado en los organismos internacionales y puesto como ejemplo, según dijo, sino principalmente porque ha consagrado el contrato indefinido. Acabar con la precariedad era un reto de país y una exigencia europea, y las cifras iluminan de momento un proceso satisfactorio.

Pero llegó Jordi Salvador, que es uno de los diputados más a la izquierda del grupo de ERC, como reconocen en sus propias filas, y oscureció tan fulgurante paisaje. Usó cifras también. Cifras que en su opinión alejan de la panacea a la reforma laboral de Yolanda Díaz. Por ejemplo, los 118.000 contratos indefinidos a tiempo parcial que se firmaron en agosto, o los 160.000 indefinidos fijos discontinuos. "Es evidente que ha habido mejora" en el mercado laboral, afirmó, "pero también que hay contratos parciales indefinidamente parciales y fijos continuos indefinidamente fijos discontinuos". Añadió que los primeros han aumentado en un 305% y los segundos, en más de un 1.000%.

"Sensación agridulce"

Salvador se ha remontado a la primera comparecencia de Díaz ante la Comisión de Trabajo del Congreso, febrero de 2020, para recordar que entonces prometió "diálogo y negociación" y que ese diálogo se manifestaría en "una interlocución continua y fluida con los diputados", en concreto con los portavoces de la mencionada Comisión. Según las palabras del diputado de Esquerra, la ministra comenzó el proceso con la patronal y los sindicatos, cara a pactar la reforma laboral, en febrero de 2021. Desde entonces, la nada. "Durante 10 meses no tuvimos contacto, sólo al final, pero fue para una negociación que estaba ya quemada", ilustró.

"Nos queda una sensación agridulce", enfatizó. Su formación no comparte las formas ni el fondo del asunto, que es el contenido de las políticas laborales del Ministerio. Lanzó entonces un órdago para cambiar esa sensación: pidió a Díaz que favorezca, como integrante del Gobierno, la tramitación de la proposición de ley que ERC y EH Bildu registraron en mayo con la finalidad de acabar por completo con el modelo laboral del Gobierno del PP. La propuesta de las formaciones independentistas aguarda la inclusión en el orden del día de un pleno para su admisión a trámite.

Intentó así "tocar" a Díaz donde más le duele, en la falta de ambición de su reforma laboral, y expuso por tanto la clave de bóveda de su discurso: reconocer el avance y a la vez cuestionar los logros de los que se enorgullece el Gobierno. ERC lleva tiempo diciendo que en el modelo de Díaz no es oro todo lo que reluce. Salvador lo expresó este lunes: "Hay agujeros en la reforma que se podían haber evitado. Nosotros vamos a intentarlo. Con mi intervención no quiero aumentar la distancia, y de hecho esta semana vamos a coincidir en muchas votaciones, pero queremos recorrer un camino y por ello pido la tramitación de esa ley. Seguro que no puede estar en contra de nuestra propuesta. ¿Tenemos su mano tendida?".

Sin problemas con las nuevas leyes

El diputado de ERC afirmó efectivamente que su grupo y el Gobierno iban a coincidir en muchísimas votaciones durante la semana. Son días importantes para la ministra gallega, sin duda. En el Congreso, en la misma semana, comparecencia, defensa de un decreto ley para la convalidación por el Congreso y defensa del proyecto legislativo de empleo.

El jueves será el día grande. Esto del lunes ha sido un aperitivo, aunque aperitivo suculento, porque ha servido al menos para comprobar que la "bestia negra" de Díaz entre los partidos de la izquierda, ERC, no quiere torpedear. Fuentes del grupo parlamentario republicano indican a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que no rechazarán el decreto de las trabajadoras del hogar, ya que cubre una carencia histórica. Intentarán, no obstante, que se tramite como proyecto de ley para aspirar a incluir una serie de cambios.

Asimismo, casi con total seguridad, facilitarán la tramitación de la ley de Empleo en el debate de totalidad de ese mismo día, aunque con actitud vigilante, pues la norma suelta ondas competenciales y la Generalitat no quiere interferencias.

No habrá sustos aquí, por tanto, y dan ganas de celebrarlo porque últimamente, en el Congreso, se le acumulan los sobresaltos al Gobierno. Es más que probable que el temblor de piernas venga por otra norma en liza, quizá el debate de totalidad sobre la proposición de proxenetismo que está moviendo el PSOE. Pero en las dos leyes que afectan a Yolanda Díaz directamente, no.

Porque el decreto que regula el trabajo de las empleadas del hogar elimina dos discriminaciones: que no tuvieran derecho a paro y que se las pudiera despedir sin justificación alguna. NI siquiera en formaciones del centro-derecha pondrán pegas, apuntan fuentes de una formación incrustada en este bloque parlamentario.

Por su parte, la ley de empleo pone los cimientos para la mejora de la empleabilidad desde los servicios públicos, de modo que los demandantes de puestos de trabajo conozcan todos los mecanismos de protección, dispongan de perfiles individualizados y cuenten con tutorización. Además, en cumplimiento de los compromisos asumidos para la recepción de fondos europeos, las políticas activas de empleo se orientarán a los vectores de transformación de la sociedad, en particular a la digitalización. Salvo sorpresa, el decreto seguirá en vigor y el proyecto de ley, su trámite. "No parece que haya ningún tipo de problema", sentencia una fuente de un grupo que sostiene al Gobierno.

El contento de la ministra

Díaz proclamó este lunes que el decreto que previsiblemente avale el Congreso dentro de dos días es la medida de la que "más orgullosa" se siente. Con la reforma laboral en el equipaje, o con la subida del Salario Mínimo Interprofesional, una afirmación como la que pronunció la diputada gallega al menos invita a leer las líneas maestras del decreto. Como aseguró ante la Comisión, la regulación pone fin a una exclusión de derechos fundamentales, el de las personas que trabajan al servicio de un hogar.

Su intervención estuvo llena de guiños a la negociación salarial, a "la ley rider" y a la reforma laboral. Precisó que su departamento está ultimando el Estatuto del Becario y puso énfasis en la necesidad de atajar el paro de larga duración entre las personas de más de 45 años.

En el terreno eminentemente político se comportó tal y como es. "A la oposición le pediría que presuma un poco de país", dijo. "A riesgo de que me castiguen en la izquierda, incluso en mi formación, estoy dispuesta a llegar a un acuerdo incluso aunque no coincida con mi posición, y lo haré porque es el bien de mi país", afirmó.

Y a ERC les devolvió algunas "puyas". "No voy a desvelar lo que Esquerra podría haber conseguido en esa negociación" de la reforma laboral", manifestó enigmática. Sobre esa proposición de ley cuya tramitación Salvador pidió apoyar, apuntó: "Me la he estudiado y les tengo que dar las gracias porque no tocan ni una sola coma de la reforma laboral".