El documento interno del Congreso que da pistas sobre cuándo serán las elecciones generales

La Comisión mixta para la Unión Europea, que forman diputados y senadores, se reunió el martes pasado para crear la ponencia que participará en los preparativos de la presidencia española de la UE, del 1 de julio al 31 de diciembre de 2023. El azar, el destino, lo que sea, ha querido que uno de los objetivos en los que Pedro Sánchez ha puesto más ambición coincida con un periodo electoral decisivo.

El presidente del Gobierno cogerá el testigo de su homólogo/a sueco un mes después de las elecciones autonómicas y municipales, que ahora mismo son para él como el oráculo del sur en "La Historia Interminable". Los comicios pintarán el futuro del mandatario socialista, sumido en una carrera internacional imparable, y hasta la fecha, con visos de éxito. Acaba de anunciar su candidatura a presidir La Internacional Socialista, y lo hizo en Nueva York, en donde ha estado toda la semana con motivo de la Asamblea de Naciones Unidas.

La Cumbre de la OTAN que Madrid acogió en junio demostró a Sánchez una cosa: que puede ser una referencia internacional. Lo quiere demostrar durante la presidencia europea, que es rotatoria y semestral. Actualmente la ejerce República Checa; Francia la asumió durante la primera mitad del año. Una fuente de la Comisión para la UE del Congreso hace un inciso: mientras los franceses desarrollaron un exhaustivo programa de trabajo e hilaron unos canales de comunicación interparlamentaria muy estrechos, los checos se lo han tomado con más calma. Qué hará Suecia es aún un misterio. Qué hará España se mueve ya entre indicios claros: habrá que arremangarse.

Este martes pasado se creó la ponencia. Fue sólo la sesión de constitución, pero los diputados y los senadores que la integran dedicaron la reunión a elucubrar sobre el contexto futuro. Resulta arriesgado describir 2023 con certezas. La incertidumbre que proviene de Moscú y de Kiev es máxima. E inquietante. A Sánchez (parece su "sino") le tocará una gestión más que delicada, pero ninguna de las fuentes consultadas cree que se arredrará o apostará por un papel conservador y discreto. Buscará golpes de efecto y espectacularidad, solvencia e influencia.

No podrá abstraerse, sin embargo, de un hecho ineludible que le obligará a tomar decisiones fundamentales para su futuro. Según han informado a este medio fuentes parlamentarias, la coincidencia de la presidencia española de la UE con el periodo electoral fue debatido durante la sesión de constitución de la ponencia. El senador del PP Rubén Moreno, indican las fuentes, comentó que los trabajos que hagan los diputados y senadores tendrán que contar necesariamente con el cálculo electoral. Cálculo, dijeron varios de los presentes, que determinan una serie de fechas concretas.

Por ello, la ponencia pidió al cuerpo de letrados de la Cámara que pusiera negro sobre blanco qué fechas son esas. EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ha accedido al documento.

Sánchez y su destino: ¿el 10-D de 2023?

Primer límite. Dado que las últimas elecciones generales se celebraron el 10 de noviembre de 2019 y la Constitución precisa (artículo 68.4) en cuatro años la duración de la legislatura, ésta acabará sí o sí el 10 de noviembre de 2023. A partir de ese día, no habrá Cortes Generales, sino sus respectivas diputaciones permanentes, los órganos que asumen las funciones de los plenos del Congreso y del Senado en periodos de disolución por proceso electoral; pueden incluso convalidar o derogar decretos leyes, cosa que no pueden asumir en periodos extraordinarios (julio, agosto, enero).

Para que las elecciones sean anticipadas, facultad que la Carta Magna otorga a quien ejerza la Presidencia del Gobierno, Sánchez no puede franquear la segunda gran fecha: el 16 de octubre. Es así porque el decreto de convocatoria electoral ha de quedar avalado "el día vigésimo quinto anterior a la expiración del mandato de las respectivas Cámaras" y publicado en el Boletín Oficial del Estado el día siguiente. Retrocedan 25 días desde el 10 de noviembre...

El documento lo apunta con nitidez: "En consecuencia, de no producirse la disolución anticipada de las Cámaras, el decreto de convocatoria debe firmarse el lunes 16 de octubre de 2023".

De la Constitución a la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG). Su artículo 42.2 cifra en 54 los días que deben transcurrir entre la convocatoria y la jornada electoral. Esto sitúa las urnas el domingo 10 de diciembre. Sánchez ante su destino.

El documento del Congreso redondea el segundo límite: "Por lo expuesto, la última fecha posible para la disolución de las Cámaras es el día 15 de octubre de 2023, puesto que el día 16 debería expedirse el decreto de convocatoria para el caso de que no haya disolución anticipada de las Cámaras".

Entra en escena la Princesa de Asturias

Además del ineludible proceso electoral, la presidencia española de la UE ha de afrontar un acontecimiento histórico: el juramento de la Constitución de la princesa de Asturias, quien el 31 de octubre de 2023 cumple 18 años, mayoría de edad. La Constitución, artículo 61.2, establece: "El Príncipe heredero, al alcanzar la mayoría de edad, y el Regente o Regentes al hacerse cargo de sus funciones, prestarán el mismo juramento, así como el de fidelidad al Rey".

Tal acto se celebra en las Cortes Generales. El del rey Felipe VI, cuando cumplió los 18, tuvo lugar en el Congreso, y no se trata de un hito secundario o que pueda despacharse con cierta dosis de normalidad. Se trata de la heredera del monarca. El documento lo recalca; lo menciona como "fecha de especial relieve".

Así, indica que "el juramento de acatamiento a la Constitución de la Princesa de Asturias tras cumplir su mayoría de edad el 31 de octubre de 2023" habría de formalizarse en "sesión solemne de las Cámaras el mismo 31 de octubre de 2023".

Hablemos de hipótesis. Hipótesis número uno: Sánchez ha decidido agotar la legislatura, de manera que el 16 de octubre de 2023 se expide automáticamente el decreto de convocatoria electoral. ¿Puede hacerse el evento en el Congreso ante un Parlamento con todas sus potestades en ejercicio? Una fuente presente en la Comisión mixta para la UE afirma que sí, ya que las Cortes retendrían sus funciones hasta el fin constitucional de la legislatura, el 10 de noviembre de 2023.

El informe del Congreso lo corrobora, y así, destaca literalmente: "Debe recordarse que, en el caso de convocatoria de elecciones por extinción del mandato de las Cámaras, entre el 16 de octubre y el 10 de noviembre de 2023 (en que concluiría su mandato), las Cámaras mantienen todas sus potestades constitucionales".

Ello supone, ya no sólo que el juramento de la princesa de Asturias se produciría en un Parlamento dotado de plenas facultades, sino que las obligaciones del Gobierno para con el poder legislativo, la rendición de cuentas, por ejemplo, sería de aplicación. Podría haber sesiones de control, tendría que responder las preguntas que planteen los diputados, etcétera.

Pero, y ésta es la hipótesis dos, si Sánchez decide no esperar al 16 de octubre de 2023 y convoca con anterioridad, las Cámaras se disolverán entonces y podría retrasarse el juramento de Leonor a la siguiente legislatura.

No es un dilema sencillo el que aguarda a Sánchez, si es que no lo ha resuelto ya y todo depende del anuncio en un momento concreto. Él ya ha declarado que su intención es estirar la legislatura hasta el final. Si se atiene rigurosamente a esta afirmación, se expondrá a la reválida de mandato el 10 de diciembre del año que viene, cuando la etapa de su presidencia europea esté dando los últimos coletazos.