Tribunales

La Audiencia Nacional cierra el 'caso de las coimas', que la justicia argentina vincula a Kirchner

Los magistrados de la Sala de lo Penal aseguran que la investigación llevada a cabo "no respalda la tesis acusatoria, dado el escaso material incriminatorio" contra Luis Delso, el entonces responsable de la empresa Isolux, acusada de abonar mordidas

La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. / REUTERS/Agustin Marcarian

Tono Calleja Flórez

La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha confirmado el sobreseimiento provisional de la investigación decretado el 19 de julio de 2022 por el juez Santiago Pedraz, cuyo juzgado inició en 2020 unas pesquisas sobre las supuestas mordidas abonadas por la firma Isolux Corsán a altos funcionarios vinculados con la actual vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, según consta en un auto de 16 de septiembre, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

Los magistrados, que dan la razón al instructor en contra del criterio de la Fiscalía Anticorrupción, constatan que el resultado de la investigación llevada a cabo "no respalda la tesis acusatoria, dado el escaso material incriminatorio [...], cuya debilidad se acentúa aún más en cuanto a la participación atribuida a Luis Delso", el entonces responsable de la empresa española.

La Fiscalía Anticorrupción abrió en junio de 2020 unas diligencias previas por un delito de corrupción en las transacciones internacionales contra los entonces directivos de Isolux, como presuntos responsables de 19 entregas de dinero por un total de 270.000 euros a una red corrupta. Y se inició tras conocer que esta empresa aparecía como donante de mordidas en los denominados 'cuadernos de las coimas', una contabilidad manuscrita que elaboró en secreto durante años Bernardo Centeno, chófer de Roberto Baratta, ex alto cargo del Ministerio de Planificación argentino.

Un informe interno

En España, un informe interno realizado por un trabajador de Isolux confirmó la existencia de irregularidades cometidas por los directivos de la firma en Argentina, cuyo máximo responsable en Latinoamérica, Juan Carlos de Goycoechea, que acabó despedido, fue detenido por las autoridades de este país en el marco de una causa en la que también está procesada Fernández de Kirchner.

Correos electrónicos incluidos en la denuncia interna, cuyo contenido fue adelantado por El Confidencial, también aluden a la implicación del hijo del exministro argentino Julio De Vido; pero también del exministro de Economía Axel Kicillof y el ex secretario de Seguridad Sergio Berni.

Archivo - La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner

Cristina Fernández de Kirchner / EFE

Los diarios La Nación y Clarín informaron de que el juez federal Claudio Bonadio, fallecido en 2020, llegó a asegurar que De Goycoechea, el directivo de la compañía española, habría realizado el 19 de junio de 2008 un primer pago desde las cuentas de Isolux a Roberto Baratta. Hubo mordidas de casi seis millones de dólares con cierta regularidad hasta 2010, relatan las informaciones periodísticas.

Provincia de Santa Cruz

Y uno de estos pagos opacos, según el cuaderno de Centeno, estuvo vinculado a la adjudicación a Isolux por 665 millones de dólares de la obra de construcción de la termoeléctrica de Río Turbio, en la provincia de Santa Cruz, de donde son naturales los Kirchner. En 2013, según Clarín, aparece como receptora de dinero Cristina Fernández de Kirchner, quien habría ordenado que uno de los bolsos con dinero fuera entregado en la Jefatura de Gabinete del Gobierno.

El último presunto pago de Isolux, en el que habría participado el chófer Centeno, fue el 6 de octubre de 2015, meses antes de las elecciones argentinas que ganó Mauricio Macri. Según las anotaciones se entregaron 250 mil dólares a otro funcionario público.

Sin embargo, los interrogatorios llevados a cabo por la comitiva judicial española, liderada por el juez Santiago Pedraz y la fiscal Ana Cuenca, que acudió a Buenos Aires el pasado 18 de abril, no han permitido profundizar en las sospechas que penden sobre Luis Delso, a quien se le consideraba el máximo responsable de los pagos opacos en Argentina.

"Potencial conocimiento"

"Incluso para el supuesto de tener por acreditados indiciariamente los hechos que se recogen en la querella, [...], la implicación de la que es objeto el investigado [Luis Delso] solo se sustentaría desde la deducción de su potencial conocimiento de los hechos por el cargo ostentado, sin mayor aditamento ni añadido distinto que se soportase en diligencia alguna", resaltan los magistrados de la Audiencia Nacional, que advierten de que la propia Fiscalía reconoce que no se ha podido identificar a los responsables de la Dirección Financiera de Isolux a los que se refirió Juan Carlos de Goycoechea en su confesión como responsables de los pagos.

Por su parte, los fiscales creen que los hechos investigados, en concreto el abono de las coimas desde Isolux, "no pudieron llevarse a cabo sin la aprobación última del presidente y en la última época consejero ejecutivo Luis Delso, como máximo responsable de la entidad”.

No es suficiente

La Sala considera, por el contrario, que las pruebas recabadas para procesar al exdirectivo de Isolux no tienen la suficiente entidad para proseguir con las pesquisas. En concreto, las tres principales pruebas aportadas por la Fiscalía fueron la declaración del conductor procesado en Argentina Bernardo Centeno, que durante años apuntó en un cuaderno las cantidades de dinero que entregaba, así como los nombres de las personas implicadas en los pagos. Sin embargo, los jueces resaltan que no ha podido ser acreditado que estas sumas de dinero deriven de una partida española, por lo que no se podría atribuir a la empresa el delito de corrupción en las transacciones internacionales.

La segunda prueba aportada por la Fiscalía, pero que no es suficiente según el auto, es una copia digital del 'cuaderno de las coimas', que fue aportada por un periodista, pues el original había sido destruido. Los últimos son correos electrónicos dirigidos a la presidencia de Isolux, relacionados con la ejecución de la obra de Rio Turbio en Argentina, por la que la empresa española habría abonado la mordida.