POSIBLE RUPTURA CON ERC

El alto coste para Junts de salir del Govern

El ultimátum posconvergente divide internamente al partido y abre el debate sobre la pérdida de poder e influencia ante el próximo multiciclo electoral

Pere Aragonès y Jordi Puigneró, a su llegada a la reunión semanal del Govern.

Pere Aragonès y Jordi Puigneró, a su llegada a la reunión semanal del Govern. / MARTA PÉREZ / EFE

Antes del verano, en Junts se respiraba una cierta tranquilidad sobre la continuidad en el Govern con ERC. Pero el enquistamiento de las diferencias sobre el procés con los republicanos hace que esta salida del Ejecutivo se vea hoy como una opción real, si bien no querida por los 'consellers' de Junts. Algunos lo explicitan, como el titular de Economía, Jaume Giró. Otros evitan el debate y tratan de centrarse en la gestión. Otros en el partido, en especial los partidarios de la presidenta Laura Borràs, están en el escenario que deseaban: un choque frontal con Esquerra previo al que quieren emprender contra el Estado. Pero, ¿qué coste tendría para el partido salir del Govern?

Poder e influencia

Junts controla la vicepresidencia del Govern, la Conselleria d'Economia y áreas de peso como sanidad, infraestructuras, políticas sociales, política universitaria e investigación. Dominar estos ámbitos sirve para defender el trabajo del día a día, aunque haya sectores posconvergentes que prioricen el venderse como movimiento para la independencia por encima de la gestión autonómica.

Perder el Govern es también perder altos cargos, es decir, dinero e influencia. Dinero con el que los partidos se financian -con aportaciones más o menos voluntarias de estos cargos- y que en el caso de una formación nueva como Junts es especialmente necesario para el proceso de despliegue territorial en el que está implicada. E influencia, porque estos cargos son los que pilotan el día a día de las 'conselleries' y pueden conseguir simpatías hacia el partido gracias a la acción del Govern en áreas sensibles.

Partidarios y detractores

Los 'lauristas' llevan meses reclamando salir del Govern. De hecho, Borràs nunca fue partidaria de entrar en el mismo. Así que ante una tensión como la actual, en la que a ojos de Junts, ERC no está cumpliendo con la hoja de ruta independentista, Borràs y sus partidarios tienen más incentivos que nunca para remar a favor de la ruptura. El 'expresident' Carles Puigdemont, líder indiscutible del proyecto aunque haya abandonado los cargos, también rema en contra del pacto y lo demuestra con sus declaraciones periódicas en las que pone el dedo en el ojo de Esquerra, su gran rival.

Pero frente a ellos están la mayoría de 'consellers'. El de Economía, Jaume Giró, lo ha dicho públicamente en Catalunya Ràdio: salir del Govern es un error, por la pérdida de poder e influencia. Pero otros titulares de 'consellerias' piensan igual: a penas un año y medio después de entrar en el Ejecutivo y tratar de gestionar mejoras económicas y sociales, abandonar el Consell Executiu es un error por la pérdida de esta palanca política y porque Junts ha de ser, aducen, un partido a favor de la independencia, sí, pero también una formación seria que resuelva mientras tanto los problemas de la ciudadanía. Es decir, el espíritu neoconvergente de Junts rechaza de plano perder una fuerza con la que tratar de conseguir más apoyos, más votos y más poder.

Las elecciones municipales, claves

Para salir o no del Govern, Junts tiene otro elemento clave sobre la mesa: las elecciones municipales de la próxima primavera. Para el partido son clave, esenciales, determinantes, para observar si el partido aguanta el tirón de ERC, o si va a la baja. Todo en Junts estaba preparado para centrar el curso político en las municipales: anunciar fichajes de exconvergentes del PDECat, buscar candidaturas transversales y tratar de plantar cara a Esquerra, pero el choque interno y la inestabilidad del Consell Executiu juegan en contra de esta estrategia. Desdibujan las prioridades. Y tienen a muchos dirigentes en estado de alta preocupación, porque temen que esta crisis permanente les pase factura.

No es lo mismo que un alcalde o candidato de Junts vaya a las elecciones con un Govern a su lado, con 'consellers' que puedan 'vender' en el municipio los avances que se están logrando, que hacerlo con una carta de presentación basada en la ruptura del Govern con ERC y la tensión externa e interna que ello generará. Los candidatos del PDECat que quieran pasarse a Junts tendrán menos incentivos para hacerlo si ven que están ante una formación política conflictiva en lugar de un partido centrista y de gobierno, que son las marcas de la casa de la posconvergencia.