ACCIDENTE EN EL ESTRECHO

España trata de evitar una crisis por el carguero que interfiera en la negociación sobre Gibraltar

Tanto el Gobierno de España como el de Gibraltar destacan los contactos "fluidos" tras el accidente del buque

El accidente se ha producido en medio de las negociaciones para un Tratado que defina el estatus del Peñón tras la salida de Reino Unido de la UE

El buque granelero OS 35 permanece semihundido  junto al Estrecho de Gibraltar.

El buque granelero OS 35 permanece semihundido junto al Estrecho de Gibraltar. / Nono Rico/Europa Press

Gibraltar y España cierran filas para evitar que el accidente del carguero y la amenaza de catástrofe medioambiental en el Estrecho abra una crisis diplomática que ponga en peligro las negociaciones, aún abiertas tras casi dos años de diálogo, para acordar los términos en los que queda el Peñón tras el Brexit.

Una densa mancha de fueloil se adentraba a última hora del jueves en la Bahía de Algeciras, tras constatarse un primer vertido, y mientras las administraciones tratan de controlar las fugas y minimizar los daños. El carguero granelero OS 35 está cargado con 215 toneladas de fueloil pesado, 250 de gasóleo y 27 de aceite lubricante. La sombra de un 'Prestige' flota en el aire, salvando las distancias porque este barco no es una gasolinera flotante y el combustible que portaba (500 toneladas) era para su propio consumo.

El accidente "grave" del carguero, que amenaza con partirse en dos, tensó durante horas las relaciones entre ambos gobiernos por la falta de información desde la colonia inglesa, pero el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, cambió el rumbo e implicó a todas las administraciones españolas, llamando al menos a los alcaldes de Algeciras, La Línea y San Roque, que es también presidente de la Diputación de Cádiz, y al presidente de la Junta de Andalucía, según ha confirmado este periódico, para que tuvieran información de primera mano sobre lo que estaba ocurriendo con el buque y las medidas que se estaban adoptando para evitar un vertido de graves consecuencias para el litoral gaditano y la Costa del Sol malagueña.

El alcalde de La Línea, Juan Franco, ha anunciado que su consistorio prepara ya acciones legales por este vertido, por los daños medioambientales y los posibles costes económicos en el caladero y para el turismo.

"Contacto fluido"

Desde la diplomacia española se apunta a que no es el momento de apretar al Gobierno gibraltareño, sino de dar toda la ayuda posible para solucionar el problema. Se destaca que se ha ofrecido colaboración desde España en todo momento, gestionada por la Dirección General de la Marina Mercante del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. 

En la misma línea está Gibraltar, según fuentes cercanas a su Gobierno. Subrayan el “contacto fluido” entre el Gobierno de Picardo y el Ministerio de Transportes y la presencia constante en las operaciones de un buque español de Salvamento Marítimo y un helicóptero.

No ha habido, dicen las mismas fuentes, contacto oficial formal desde el Ministerio de Exteriores, pero recuerdan que hay conversaciones constantes entre los equipos negociadores del Tratado sobre Gibraltar.

Estas promesas de “colaboración” y “transparencia” se producen ante el peligro de que un vertido tense la cuerda en un momento crucial para las negociaciones abiertas aún para lograr un Tratado sobre Gibraltar. Se pretende crear -como se definió en el Acuerdo de Nochevieja de 2020 entre España y Reino Unido- una zona de “prosperidad común” y derribar la Verja que separa el territorio gibraltareño del Campo de Gibraltar.

De forma oficiosa, las dos partes han confirmado que en los últimos días Picardo había viajado a España y ha mantenido reuniones para seguir cerrando flecos. Exteriores no ha confirmado esos encuentros, celebrados en Córdoba, de los que la Junta de Andalucía también tenía constancia. En el equipo de Picardo no niegan esas reuniones y admiten que las negociaciones siguen abiertas y hay comunicación permanente, sin secretismo. “El verano no es una excepción”, escribió Picardo en sus redes sociales tras publicarse una foto “tomada a hurtadillas” de él junto a su equipo en el AVE entre Córdoba y Málaga. Justo en ese momento, el accidente del buque y las maniobras posteriores encendieron las alarmas.

El Tratado está cerca de cerrarse, dicen tanto fuentes españolas y como gibraltareñas, pero aún hay muchos escollos que salvar (quién y cómo realiza los controles de las fronteras o qué jurisdicción tendrá la justicia europea, entre otros muchos). Además, Reino Unido aún debe resolver su crisis política y elegir un jefe de Gabinete. Liz Truss, la hasta ahora ministra de Exteriores y, por tanto, encargada de las negociaciones sobre Gibraltar, es la favorita para convertirse en primera ministra tras la salida de Boris Johnson. Por último, Londres ha decidido romper otro acuerdo con la UE, el de la frontera con Irlanda del Norte, algo que produce desconfianza en los equipos negociadores europeos a la hora de progresar en el Tratado sobre Gibraltar.

Extracción del fuel

La Policía Real del Peñón ha informado en un comunicado de que había detenido al capitán del buque por haber presuntamente desoído las órdenes que dio Capitanía de Gibraltar tras el choque de dos barcos en el puerto y prosiguió su rumbo, lo que obligó a encallar el barco. El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, había tomado la palabra previamente para disipar las sospechas de que hubiera dado órdenes para sacar el barco del puerto y trasladar el problema frente a las costas españolas. Según la versión que el propio Picardo avaló en una entrevista en TVE, el capitán ahora detenido hizo caso omiso de las instrucciones y continuó su rumbo. Sus explicaciones se hicieron públicas ante las denuncias de algunos partidos políticos y los ecologistas de que Gibraltar había movido el barco para trasladar el problema y la contaminación a las costas españolas.

Ahora el principal objetivo es evitar que haya más fuga de fuel pesado al mar, después de que este jueves una mancha, perfectamente visible desde el aire, contaminara las aguas y superara la primera barrera de seguridad colocada para evitar su expansión, adentrándose en la Bahía de Algeciras. El fueloil, más contaminante y pesado que el gasóleo, salió de los respiradores de los tanques de combustible, que habían sido sellados, pero sufrieron tras combarse el buque por la fractura.

La Autoridad Portuaria de Gibraltar confirmó que se ha comenzado a bombear gasóleo del barco encallado y cuyo casco se ha roto. Se ha instalado un tercer perímetro de contención para evitar que haya más fugas. El buque de Salvamento Marítimo ‘Luz de Mar’ y un helicóptero del Puerto de Algeciras vigilan la zona y los trabajos que se están realizando para la extracción del fuel, detectando posibles fugas.

Gibraltar informó de que se habían bombeado unos 42 metros cúbicos de gasóleo y la extracción se interrumpió de noche para proseguir este viernes. Aproximadamente la mitad del fueloil vertido al mar había sido recogido. La extracción de todo el fuel, a cargo de una compañía privada de los Países Bajos enviada por la aseguradora del buque, puede durar unas 50 horas.

El barco OS 35 es un buque granelero cargado con barras de acero que se dirigía a los Países Bajos cuando chocó con otro buque, el Adan Lng. Salía hacia el Estrecho cuando chocó y su capitán prosiguió su rumbo en contra de las instrucciones de Capitanía del Puerto de Gibraltar, según el gobierno de la colonia británica, negando que tuviera daños. Una vez que estaba fuera de la Bahía de Gibraltar la entrada de agua comenzó a ser importante y el capitán admitió que no podía seguir. La decisión entonces fue encallar el barco para salvar a la tripulación y evitar su hundimiento.