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El PSOE golea al PP en finanzas: ingresa 45 millones más y afronta la crisis con holgura

Las cuentas del PSOE al cierre del año pasado muestran unos números mucho mejores que los de sus adversarios, en particular el PP, lo que asegura a Ferraz un amplio margen contra posibles efectos de la crisis que se avecina

Reunión de la Ejecutiva del PSOE

Reunión de la Ejecutiva del PSOE / EFE/Juan Carlos Hidalgo

Ángel Alonso Giménez

Los partidos políticos mueven bastante dinero. Pagan nóminas a mucha gente. En 2021, el último ejercicio del que han rendido cuentas (están obligados por ley), el PSOE gastó en personal (sueldos más costes sociales) un total de 26 millones de euros; el PP, 14,7; Vox, 3,3; Podemos, 7,7; y Ciudadanos, 4,5. Es un parámetro que ilustra la dimensión “empresarial” de las cinco principales formaciones a escala nacional. 

Como todas las organizaciones que pagan alquileres, que (por regla general) piden créditos a los bancos y en las que trabajan personas, el contexto actual de “máxima incertidumbre”, una expresión empleada la semana pasada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y a decir verdad, por prácticamente todos los economistas, genera dudas y tensiones. Los/las gerentes de los partidos también temen a la inflación, casi en el 11%, y no sólo porque los contratos de servicios se les vuelvan más caros, algo que, por ejemplo, han reconocido fuentes de Ciudadanos, sino porque además pueden provocar caídas destacadas de las masas de afiliados. 

Lo que aportan los militantes y los cargos no son cuantías desdeñables. Por este concepto, el PSOE, el año pasado, ingresó 22 millones de euros, un montante tremendamente superior al que recibió el PP: 5,7 millones. Es cierto que en el epígrafe de las finanzas (se pueden ver en los portales de transparencia de los partidos), las cuentas separan lo que proviene de las cuotas de lo que procede de los cargos públicos de los partidos en todo el territorio nacional. Sólo en cuotas, el Partido Socialista percibió unos 10,6 millones; en aportaciones de cargos, 11,4. Y en donaciones, cerca de 198.000 euros.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. / Europa Press

El Partido Popular, como en todo, se encuentra a una distancia sideral. Por cuotas obtuvo 3,3 millones; por aportaciones, 2,4; y por donaciones, poco más de 5.000 euros. Al menos coinciden en la tendencia: la formación de Pedro Sánchez experimentó un aumento de casi un millón, ya que los 9,9 millones de 2020, año de pandemia, se elevaron a los citados 10,6 del año siguiente. Y en Génova, los 2,7 millones de hace dos años se fueron a los 3,3 de hace uno.

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA se ha dirigido a los gabinetes de prensa de todos los partidos mencionados para preguntar si la realidad económica actual y las previsiones de inminente crisis están provocando ya una merma de las afiliaciones. Sólo han respondido el PSOE y Ciudadanos. “Fruto de unas cuentas saneadas y de una gestión económica prudente, el presupuesto afronta la subida de la inflación con garantías”, han afirmado fuentes de la gerencia socialista, que, por otra parte, relativizan los efectos de posibles bajas. “Puede haber bajas en una federación y altas en otras”.

PSOE, viento en popa

Las finanzas de la formación de Pedro Sánchez, comparadas con las de los demás, son un compendio de buenas noticias. Todas sus cifras (menos una, que luego se reseñará) superan con creces las registradas por sus adversarios políticos, en particular por el PP. Sin tener en cuenta el activo no corriente (activos fijos) como el corriente (los que varían de año en año), las siglas socialistas ingresaron de la esfera pública 46,2 millones de euros, un poco menos que en 2020, y del ámbito privado, más de 33 millones (ligeramente por encima del ejercicio precedente). Los primeros son subvenciones anuales para gastos de funcionamiento y aportaciones de grupos institucionales; los segundos, lo que dan los afiliados y los cargos.

La suma alcanza los 79,3 millones de euros. La cifra contrasta con los 33,8 del PP, y sobre todo, con los 14,2 de Podemos, los 10,5 de Vox y los 10 de Ciudadanos. Aparte, los ingresos electorales, pues 2021 fue año de elecciones: en febrero, las catalanas; en mayo, las madrileñas. El tirón de Isabel Díaz Ayuso ha generado una consecuencia colateral, porque resarció la caída en Cataluña de unos meses antes y permitió que su partido recibiera por aquí más que el PSOE (2,6 millones de la formación de Alberto Núñez Feijóo frente al 1,8 de la de Pedro Sánchez).

Obviamente, a los ingresos hay que restar los gastos. El resultado del Partido Socialista en 2021 fue favorable: 11,8 millones a favor, en concreto. El del PP, también, pero muy por debajo de su gran rival. Sus 770.406 euros palidecen en la comparación con el balance del PSOE y desfallecen si se miran en el espejo del resultado de 2020: más de 4 millones. 

Un apunte más en este particular duelo de activos, tesorería, ingresos y costes: Ferraz muestra la deuda que tiene con los bancos y los demás no. A finales del año pasado, la gerencia del partido de Sánchez contabilizó al respecto 19,2 millones. Es una cuantía considerable, sí, pero la evolución de los ejercicios previos indica buena salud financiera. 24,4 millones fue la deuda de 2020 y 46,2 la de 2019.

La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, en Valladolid durante la presentación de la candidatura del partido a las Cortes de Castilla y León

La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, en Valladolid durante la presentación de la candidatura del partido a las Cortes de Castilla y León / EFE/R. García

Cs: resiliencia contra el pesimismo

La pandemia fue un frenazo económico brusco. La salida de la pandemia se pareció al principio a un acelerón. Hasta que llegó la guerra de Ucrania. 

Algo así se ha producido en los ingresos por cuotas de afiliados en el PSOE. Ferraz obtuvo 10,2 millones en 2018, el año de la llegada al poder de Sánchez tras la moción de censura; un año más tarde ingresó 10,8. La cantidad cayó a los 9,9 en 2020 y se ha vuelto a recuperar con brío en 2021: esos 10,6 millones. El PP enseña un comportamiento similar: las cuotas de los afiliados supusieron 3,6 millones en 2018; 2,9 millones en 2019; 2,7 en 2020 y 3,3 en 2021. Vox y Podemos, en cambio, registraron incrementos de 2019 a 2020.  

El que da síntomas de preocupación es Ciudadanos, como consecuencia, evidentemente, de sus malísimos resultados electorales. En todos los procesos electorales celebrados desde 2020, desde las elecciones gallegas y vascas de julio de ese año, ha cosechado fracasos. Los varapalos fueron especialmente crueles en Madrid y en Andalucía, ya que desapareció de ambos parlamentos. 

Salir de las asambleas autonómicas erosiona las finanzas de los partidos enormemente, sobre todo si el partido procede de representaciones altas, como fueron los casos de Cs, que llegó a gobernar en coalición en las dos. La sangría fue más dolorosa en 2020, pues perdió un millón de euros en cuotas de afiliados (de 3,1 a 2,1 millones). Su problema es que el año pasado no se recuperó y descendió la cuantía a los 1,4 millones. 

Bien es cierto que las cuentas de 2021 no recogen el golpe recibido en las elecciones andaluzas del pasado 19 de junio. Se notará el efecto en las del ejercicio próximo. Si a esto se suma el contexto económico de “máxima incertidumbre”, es lógico que los pronósticos financieros de Ciudadanos no sean halagüeños. Pero en el partido de Inés Arrimadas son optimistas. De momento, aseguran fuentes de la formación, no ha habido bajas, y para prevenirlas han aplicado una reducción del 50% en las cuotas de estudiantes menores de 25 años, pensionistas y desempleados.

La gerencia, además, ha puesto en marcha un plan de ahorro energético en la sede. Toca adaptarse, dicen dichas fuentes. Más o menos como todos, aunque si hay un partido que encara la época que se avecina con el colchón financiero mullido, ése es el PSOE. Los demás, a adaptarse.