RONDA POLÍTICA

Feijóo sacrifica su agenda internacional y prioriza a las CCAA y la ronda con el resto de líderes

Intensificar su perfil internacional o una gira por el exterior no está entre las prioridades del nuevo curso a pesar de que es su debilidad frente a Sánchez

Continuará visitando todas las comunidades para consolidar el liderazgo nacional al que apuntan las encuestas

Seguirá con una ronda de reuniones con líderes políticos, de la que solo excluye a EH Bildu y que detrás tiene la idea de ir tejiendo alianzas para el futuro

Feijóo durante el balance de curso político en el Senado.

Feijóo durante el balance de curso político en el Senado. / PIERRE-PHILIPPE MARCOU

Paloma Esteban

Paloma Esteban

El líder del PP dedicará el resto del verano y, muy especialmente, el arranque del curso político a seguir visitando las comunidades autónomas pendientes, en la gira que inició poco después de llegar a la presidencia nacional de su partido. El objetivo prioritario en Génova es poner a punto las estructuras internas y las futuras candidaturas para las autonómicas y municipales del mes de mayo. Alberto Núñez Feijóo ha dado orden de volcarse en ese hito, consciente de que el mapa que dejen las urnas será la antesala de las elecciones generales.

Los principales puntales orgánicos de la dirección, Miguel Tellado (su mano derecha, desde Organización), Elías Bendodo (como coordinador general) y Pedro Rollán (al frente de la coordinación local y autonómica) analizan uno a uno los territorios con especial énfasis en los posibles gobiernos regionales y grandes ayuntamientos que el PP puede conseguir en unos pocos meses. Feijóo está desplazándose una a una a todas las comunidades (hace poco tocó la Comunidad Valenciana, una visita clave; y también estuvo en Barcelona clausurando el congreso del PP provincial, siendo la cuarta vez que va desde que tomó las riendas de la formación) y seguirá dando prioridad a consolidar ese liderazgo nacional.

Según ha podido saber este diario, no se encuentra entre las prioridades del máximo dirigente popular intensificar su agenda internacional ni tampoco tiene planeada una gira concreta al exterior con el arranque del nuevo curso. 

En septiembre Feijóo cumplirá cinco meses al frente del partido. Y aunque su escasa proyección internacional y la falta de agenda propia con los grandes dirigentes europeos se ha constatado como principal debilidad del conservador, en su equipo aseguran que no supone una preocupación para él. Que el objetivo sigue siendo asentarse en cada provincia de España y que habrá tiempo, más adelante, para abordar la agenda exterior.

Esta decisión choca de lleno con la principal fortaleza de Pedro Sánchez, evidenciada en la cumbre de la OTAN de Madrid hace unas semanas, pero también en sus estrechas relaciones con los grandes líderes de la UE o los intensos viajes al exterior, este mismo fin de semana, a los países de Balcanes. En el PP son conscientes de que el presidente del Gobierno concede una importancia extraordinaria a potenciar ese perfil, al que Feijóo renuncia por ahora. “No creemos que las fotos con Macron nos den votos ni que sean la prioridad de la gente”, resume una persona del equipo del dirigente gallego para incidir en la hoja de ruta por la que optará Génova

Feijóo quiere centrarse en los asuntos domésticos y deja en ‘stand by’ la agenda internacional con las excepciones conocidas, como las reuniones de la familia democristiana a la que pertenece el PP en Bruselas, y con la que ya se reunió antes del último Consejo Europeo celebrado en junio. Justo antes acudió a Rotterdam al congreso del PP europeo. La persona que le acompaña en estos encuentros en todo momento es Esteban González Pons, vicesecretario de Política Institucional, eurodiputado, y de la total confianza del presidente. Constituye además la principal referencia del PP en los círculos bruselenses.

Lo que el líder del PP pretende es seguir visitando todas las regiones de España pendientes y también hará una ronda de reuniones con el resto de líderes políticos a partir de septiembre, de la que sólo se plantea excluir a EH Bildu. El objetivo es ampliar la interlocución con el resto de actores e ir tanteando futuras alianzas de cara a las siguientes elecciones generales. Por mucho que en Génova insistan en mantener “la prudencia” de puertas para afuera, el partido trabaja con un escenario de posible Gobierno (el año que viene en función de cuando Pedro Sánchez convoque).

Y de ahí el interés también de cortejo y acercamiento a fuerzas clave como el PNV. Los nacionalistas vascos valoran el cambio de liderazgo dentro del PP porque las relaciones con Pablo Casado estaban prácticamente rotas y comparten en mayor medida la visión autonomista del dirigente conservador aunque no sea la suya. Pero siguen mostrando reticencias a la espera de cómo evolucionen los acontecimientos y, sobre todo, hasta cerciorarse de que el PP no necesitará a Vox para llegar a la Moncloa. Esa es la verdadera línea roja

El impulso que dio la mayoría absoluta de Andalucía al PP es evidente según muestran todas las encuestas recientes, incluido el propio CIS. Después del primer Gobierno de coalición de PP y Vox, para Feijóo era una prioridad que Juanma Moreno lograra una mayoría suficiente que demostrara que los populares podían volver a gobernar sin el partido ultra. Los resultados del 19-J fueron por ese motivo un balón de oxígeno para el PP en su conjunto: barones que ven posibilidad de más gobiernos en solitario (o como mínimo por fin vislumbran un freno a los ultra) y el líder nacional, convencido de que hay un camino para ir sumando apoyos y orillar la fuerza de Vox.

Estos son los planes sobre el papel y la pretensión de Génova. Pero en este momento la mayor parte de los sondeos también señalan que el PP necesitaría todavía a Vox para llegar a la Moncloa o, en el mejor de los escenarios ahora mismo, la abstención si consiguiera otros apoyos.

Aquí entra en juego el Parlamento tan fraccionado que tiene España en este momento y que todo apunta a que continuará estándolo. Feijóo no puede contar con el apoyo de los independentistas que conforman la mayoría de Sánchez, pero sí será imperativo tener amarrados los apoyos del PNV y algún otro grupo pequeño. Sea como sea, el líder popular ha dado el mandato al grupo parlamentario de ir reconstruyendo puentes y afianzar relaciones con las distintas fuerzas representadas en el Congreso.