Por su juicio por corrupción

Laura Borràs, suspendida como diputada y presidenta del Parlament

La Mesa, con los votos de PSC, ERC y CUP, aplica el reglamento y deja a la líder de Junts sin funciones tras su negativa a dimitir

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, interviene en el congreso de Junts Per Catalunya, a 16 de julio de 2022, en L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona, Cataluña, (España).

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, interviene en el congreso de Junts Per Catalunya, a 16 de julio de 2022, en L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona, Cataluña, (España). / Europa Press

Júlia Regué | Fidel Masreal

Laura Borràs

 deja de ser presidenta del Parlament y aboca a la Cámara a una situación de interinidad insólita. Después de que el juez haya dictado la apertura de su juicio oral por presuntamente haber amañado contratos cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes para beneficiar a un amigo suyo, la Mesa que hasta este jueves presidía ha acordado su suspensión inmediata –con los votos de PSC, ERC y CUP- en cumplimiento del artículo 25.4 del reglamento, que decreta el cese temporal de los diputados que estén a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados por delitos vinculados a la corrupción. La líder de Junts se enfrenta a seis años de prisión y 21 años de inhabilitación por los delitos de prevaricación y falsedad documental.

La negativa de la presidenta de la Cámara a dimitir no ha impedido que el resto de fuerzas políticas la cesen temporalmente y la dejen sin sueldo, sin derecho a voto y sin opciones de representación. Eso sí conservará su escaño, al menos hasta que tenga sentencia. Los cinco votos del PSC, ERC y

CUP

se han impuesto al único voto que ha podido registrar la posconvergencia a su favor, el de Aurora Madaula, porque Borràs no ha podido votar por un evidente conflicto de intereses, aunque sí ha tomado la palabra para defender que no se le puede aplicar el artículo 25.4 porque a su juicio sólo se refiere a corrupción lucrativa y después se ha retirado del órgano rector, a la espera de conocer su decisión.

En una comparecencia, Borràs ha cargado contra los cinco parlamentarios que la han suspendido por haber "venido vestidos de jueces hipócritas, no de diputados", y ha defendido su negativa a dimitir, lo que ha considerado "una excusa de los incapaces de disimular el deseo de hacer desaparecer a una adversaria política". "No pienso permitir que los que hagan pasos atrás digan, a los que damos pasos adelante, que demos un paso al lado", ha continuado. Y ha disparado contra sus argumentos esgrimiendo que no está acusada de malversación y que no se le pide responsabilidad civil: "Si antes aplicaban el derecho penal del enemigo, ahora aplican el reglamento del enemigo", ha remachado.

A su juicio, el Parlament debería haber eliminado un artículo "infame", el 25.4, porque "no ofrece seguridad jurídica y vulnera el derecho fundamental a la presunción de inocencia" y se ha sacudido las críticas por no haberlo reformado, aunque su grupo, Junts, podría haberlo intentado. "Hoy ha habido un atropellamiento democrático [...] Mi suspensión sigue el juego sucio del Estado y les hace cómplices a los que la han ejecutado de forma totalmente gratuita e innecesaria", ha zanjado.

Laura Borràs, suspendida como diputada y presidenta del Parlament.

Laura Borràs, suspendida como diputada y presidenta del Parlament. / FERRAN NADEU

Tal y como fija el reglamento, la republicana Alba Vergés asumirá a partir de ahora las funciones de la presidenta al ostentar la vicepresidencia primera. Esto siempre que Borràs se aferre al cargo, opte por dejar la silla vacía y no renuncie explícitamente a la presidencia. Aquí es donde puede forzar un pulso con su propio partido, ya que Junts se quedaría sin el poder de orquestar el Parlament. Si, por contra, deja el cargo una vez suspendida, posiblemente ya después del periodo vacacional, la posconvergencia puede proponer cualquier otro candidato al pleno para que ocupe la vicepresidencia primera (con previa renuncia de Vergés). En las quinielas figura la diputada y alcaldesa de Vic, Anna Erra, y la secretaria de la Cámara, Aurora Madaula- y ERC se abre a aceptarlo, cumpliendo con el acuerdo de gobierno entre ambas fuerzas.

Manifestación en el Parlament

Los fieles escuderos de la presidenta han movilizado a sus seguidores y unas 200 personas están concentradas desde las 11.30 horas a las puertas de la Cámara en su defensa. Borràs ha querido salir a saludarles, acompañada de su círculos más cercano (Aurora Madaula, Francesc de Dalmases y Quim Torra) y del grupo parlamentario, que ha quedado en un segundo plano. También ha estado presente en la concentración el secretario general, 

Jordi Turull

, aunque alejado del foco, y el 'exconseller' Josep Rull. Después, ha entrado a la reunión de la Mesa, celebrada a puerta cerrada, junto a una comitiva encabezada por Dalmases, Torra y su hija, y junto al portavoz del partido en el Parlament, Albert Batet.

Borràs es la primera diputada -y, además, presidenta del Parlament- en ser suspendida con la aplicación del artículo 25.4 del reglamento, aprobado con los votos de la CUP y Junts pel Sí en 2017. La situación es insólita y une a todos los partidos, salvo el suyo. De ahí la convulsión en Junts, con destacados dirigentes e incluso 'consellers' pidiendo a la presidenta que se aparte.

El debate interno en Junts corre en paralelo a la existencia de dos sectores enfrentados, el de los partidarios de Borràs y los que apoyan al secretario general, especialmente después del cónclave. Los 'lauristas' apuestan incluso por salir del Govern si Esquerra vota a favor de suspender a su líder, una posición que reúne escasos apoyos en la dirección, especialmente entre los 'consellers' y los 'turullistas', que se remiten a lo cerrado en el congreso que fija que, una vez quede auditada la coalición, decidirán si discuten o no sobre una salida del Executiu. En declaraciones a la prensa, Torra ha apostado por abandonar ya el Govern: "La decisión es clarísima".